El mundo del arte, la bibliotecología e investigación académica en Cuba perdieron este mes a tres mujeres que tuvieron destacadas trayectorias en esos ámbitos, aunque lamentablemente poco conocidas y divulgadas. En apenas una semana, se conoció la noticia del deceso de Iraida Malberti (1936-2018), Marta Terry (1931-2018) y Sonia Catasús (1945-2018), quienes fallecieron el 16, […]
El mundo del arte, la bibliotecología e investigación académica en Cuba perdieron este mes a tres mujeres que tuvieron destacadas trayectorias en esos ámbitos, aunque lamentablemente poco conocidas y divulgadas.
En apenas una semana, se conoció la noticia del deceso de Iraida Malberti (1936-2018), Marta Terry (1931-2018) y Sonia Catasús (1945-2018), quienes fallecieron el 16, 18 y 22 de junio, respectivamente.
Iraida Malberti, una vida por la niñez
Malberti, quien dirigía el Ballet Infantil de la Televisión Cubana, trabajó por más de 70 años para niñas y niños, tanto en los medios de comunicación como en el teatro.
Durante sus años de labor, formó parte del elenco de populares programas infantiles de la televisión, entre ellos Caritas, Amigo y sus amiguitos y Tía Tata cuenta cuentos.
El cineasta y director de teatro Juan Carlos Cremata Malberti, hijo de Iraida, expresó en la red social Facebook que fueron cientos las personas que disfrutaron de sus «cuidados, contactos, proyectos, consejos, manos, cariños desinteresados y tiernas atenciones».
El polémico artista, que ahora reside en Estados Unidos, afirmó que su madre deja «un legado de amor en todos los niños y en todo aquel que aún se aferre a su infancia».
Por su parte, la documentalista Belkis Vega dijo que «su tiempo en la tierra fue así, amoroso y fértil» y, por ello, «quedará vibrando en los que, niños o adultos, nos nutrimos de sus virtudes».
Marta Terry, hito de la bibliotecología
Marta Terry, quien falleció el 18 de junio, a los 87 años, fue considerada por publicaciones nacionales y foráneas como una leyenda de la bibliotecología en Cuba y América Latina.
En la trayectoria de quien fuera directora de la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM,) sobresale el hecho ser la única cubana elegida como miembro de honor de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), organización en la cual también se desempeñó como ejecutiva.
En Cuba, su recorrido profesional la llevó a estar vinculada, siempre en puestos protagónicos, a la Junta Central de Planificación (actual Ministerio de Economía y Planificación), Casa de las Américas y la BNJC, institución cuyo destino guió entre 1987 y 1997.
Terry fue, además, una de las principales impulsoras del Congreso Mundial de Bibliotecología y Documentación, celebrado en Cuba, en agosto de 1994.
La escritora y ensayista Nancy Morejón expresó en un texto publicado en el diario Granma, el pasado 20 de junio, que Marta fue una bibliotecaria capaz de poner «en manos de niños, adolescentes y adultos de varias generaciones de cubanos de la Isla (…) libros de los que han brotado raíces de permanencia y sabiduría».
Asimismo, resaltó que Terry, «con desinterés y entrega», dedicó «una larga trayectoria intelectual al acopio de datos sobre determinadas disciplinas, en específico de las del área de las humanidades y, asimismo, a la difusión de temas envueltos en las polémicas más arduas de su época».
Morejón subrayó que la huella de la bibliotecóloga llegó, incluso, a Estados Unidos, donde Kate Williams y Abdul Alkalimat editaron el libro Las raíces y las flores: La vida y obra de la bibliotecaria afrocubana Marta Terry González (2015), texto de 322 páginas que se ha presentado en universidades de ese país e Inglaterra.
Al conocerse la noticia de la muerte de Terry, la presidenta de la Asociación Cubana de Bibliotecarios, Margarita Bellas, realizó una convocatoria en Facebook para «escribir reseñas, artículos, anécdotas y/o experiencias sobre la vida y obra de la insigne bibliotecóloga cubana».
Sonia Catasús, pionera en estudios demográficos
La investigadora Sonia Catasús, especialista en demografía y estudios de población, murió el 22 de junio, en la capital cubana.
Reconocida como una de las pioneras en los estudios sobre nupcialidad en Cuba, estuvo vinculada durante casi cinco décadas al estatal Centro de Estudios Demográficos (Cedem), de la Universidad de La Habana, primero como integrante de su claustro docente e investigativo y como profesora consultante en los últimos años.
Antonio Aja, director del Cedem, publicó una nota en la cual remarca las cualidades de Catasús como «profesora, demógrafa, estudiosa de la población, científica de alto vuelo y compromiso hasta el final con su país, además de excelente ser humano».
El directivo señaló que la institución que dirige «y la demografía, en particular la de América Latina y el Caribe, siempre estarán en deuda con Sonia».
Según Aja, la obra de Sonia, con decenas de textos académicos publicados en revistas cubanas y extranjeras, «queda por siempre».