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Reseña de “Leer con niños”, de Santiago Alba Rico

Un discurso pedagógico para la alarma inevitable y la esperanza imprescindible

Fuentes: Rebelión

Si tuviera que resumir muy brevemente una parte de lo que cuenta Santiago Alba Rico en «Leer con niños» (del sello editorial «Caballo de Troya», 2007), probaría, quizás, a decir lo siguiente: Las cosas están muy mal y peligra lo más elemental. Antes que nada, antes que la política, que la Ley y la Democracia, […]

Si tuviera que resumir muy brevemente una parte de lo que cuenta Santiago Alba Rico en «Leer con niños» (del sello editorial «Caballo de Troya», 2007), probaría, quizás, a decir lo siguiente:

Las cosas están muy mal y peligra lo más elemental. Antes que nada, antes que la política, que la Ley y la Democracia, es preciso preservar lo que Santiago Alba Rico denominó «condición indígena» en su importante obra «La ciudad intangible. Ensayo sobre el final del Neolítico» (editorial Hiru, 2001). El capitalismo genera una sociedad que lo deglute todo e impide que las cosas se detengan lo mínimo imprescindible para erigir un mundo donde los niños puedan ser cuidados y no exterminados o maltratados o ninguneados o simplemente entretenidos mientras se transforman en consumidores.

Otra forma de señalar algo de «Leer con niños» podría ser lo que se expone a continuación:

La salvación del mundo depende de que les contemos cuentos a los niños. Cuidar a los niños, preservar los relatos, son las condiciones mínimas para que pueda haber realidad. La utopía del consumo, que se encarna cada día un poquito más en lo que llamamos Occidente, sustituye las historias por gags en una sucesión interminable que no conoce tiempo. Reprime los cuerpos en una guerra en la que triunfan las imágenes. Hasta hace desaparecer los niños: bajo el hambre, las enfermedades curables y las bombas, si son del tercer mundo; sepultados antes de nacer por los contratos basura y las hipotecas, si son occidentales.

Si tuviera que explicar si Santiago Alba ve el vaso medio lleno o medio vacío, añadiría:

Hay razones muy importantes para tener hijos y cuidarlos y contarles cuentos y leerles libros. Es necesario dejar de ser soltero para traer, en forma de niños, un poquito de realidad, y a la postre de moral, de bien, de justicia, al mundo. Hay que traer niños al mundo, y no todoterrenos o iPods, es de lo más urgente y necesario que se puede hacer. Las condiciones mínimas necesarias para que haya una revolución, es decir, para que la Humanidad tenga una mínima esperanza de salvarse, pasan por restaurar las condiciones para que pueda haber realidad, lo cual empieza por los niños…

A partir de lo cual, podría justificar el título de la reseña con lo que sigue:

«Leer con niños» contribuye con elegancia a pensar hasta qué punto debemos inquietarnos, echarnos a temblar, preocuparnos de verdad. Y con humor y con la alegría que dan los críos, ayuda a que sintamos que todavía hay esperanza porque todavía alguien cría niños en algún lugar del planeta; los cuida con el deseo de que nunca dejen de serlo para luego descubrir con sorpresa que ya no lo son; forma a los que puedan ser los soldados que nos salven a todos el pellejo.

Como pura reseña de «Leer con niños», se podría presentar, además, esto:

Es un libro que no tiene desperdicio. Santiago Alba parte del oxímoron una y otra vez para tejer un pensamiento que obliga a pensar. Da algunas lecciones magníficas de crítica literaria elemental mientras defiende, destripándolos con un gusto extraordinario, algunos títulos que empiezan a necesitar, quién lo iba a decir, que alguien los siga defendiendo: la Odisea, el Quijote… Repasa algunos de sus ejercicios de lector-locutor para sus hijos y construye varias, digámoslo así, guías de lectura, que son guías para pensar qué demonios está pasando y qué demonios estamos haciendo con los niños. Es difícil saber si la lista impresionante de títulos que proporciona es, en cualquier caso, la más adecuada o una exageración o se queda corta; pero condensa en unas páginas información inestimable para madres y padres que se pregunten qué leerles a sus hijos porque intuyen que, en efecto, es preciso leerles.

Sólo una cosa más: el autor cuenta unos cuantos cuentos, inventados unos, de su autobiografía con sus hijos los otros, que más que ilustrar, transportan. Carta de navegación en las fronteras de la filosofía y la literatura, experiencia didáctica que no puede dejarse a un lado, «Leer con niños» enseña a lo redondo lo verdaderamente malo que es el capitalismo, que pone en un peligro terrible los cimientos del mundo, entre otras cosas porque destruye la relación, hasta hace no mucho hormigonada, entre el relato, los niños y la realidad.

Santiago Alba Rico. «Leer con niños» www.caballodetroya.es