Necesaria advertencia: las almas sensibles o aquellas que siguen confiando en nuestros grandes nombres no deberían leer este libro. Aniquilará toda su esperanza en un mundo mejor y más humano. Rubén Juste [RJ], sociólogo por la Universidad Complutense, realizó su tesis doctoral sobre las «puertas giratorias» en el IBEX 35 y ha dedicado los últimos […]
Necesaria advertencia: las almas sensibles o aquellas que siguen confiando en nuestros grandes nombres no deberían leer este libro. Aniquilará toda su esperanza en un mundo mejor y más humano.
Rubén Juste [RJ], sociólogo por la Universidad Complutense, realizó su tesis doctoral sobre las «puertas giratorias» en el IBEX 35 y ha dedicado los últimos años a espigar los balances presentados por las empresas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), «rodeado de abogados, inversores y preferentistas desesperados, mientras extraía datos para poder explicar quiénes eran y cómo se organizaban los que han decidido en las últimas décadas el futuro del país».
El subtítulo o el lema del libro: «Las puertas giratorias entre la política y las altas esferas de la economía». Está directamente relacionado con tu tesis doctoral.
¿Es realmente este libro una historia herética del poder en España? Historia, en sentido profundo tal vez no, pero sí una narración sin duda interesante y muy informativa, que se lee muy bien, y bastante herética, a pesar de lo que vamos sabiendo y ya es sabido de lo que ha sido el poder en España en estos últimos años: un inmenso lodazal de ignominia.
La estructura del ensayo: Introducción. 1. El PSOE de Solchaga inaugura el IBEX35 y el nuevo Estado 2. La «casa Aznar», al abordaje del IBEX35 y de América. 3. Zapatero riega el jardín del IBEX35 y del gobierno en la sombra. 4. Un estado llamado IBEX35 en crisis: la clase dirigente se divorcia de España. Epílogo: IBEX35, un chivo que expía las culpas de la minoría dominante.
Ibex 35 ha sido presentado en muchas librerías, ha sido comentado numerosas veces, al autor se le han hecho multitud de entrevistas. Ha sido un éxito, merecido desde luego. Cabe aquí señalar algunas notas complementarias:
1. Una buena parte de las informaciones que nos brinda el autor son conocidas por personas de mi generación (personas con más de 60 años). Pero no he escrito todas porque hay también novedades en este punto. Pero lo interesante, en mi opinión, lo más destacable, son los hilos y conexiones trazados por Rubén Juste para dar cuenta de las diversas tramas de la «gran trama» político-económica que ha gobernado y gobierna el país.
2. Zapatero suele tener buena prensa en algunos sectores de la izquierda moderada y, desde su propio punto de vista, responsable. No se trata de negar las aportaciones de sus gobiernos en ámbitos de los derechos individuales (derechos colectivos en algunos casos), en la retirada de las tropas de Irak, en la ampliación (poco efectiva hasta el momento) del Estado asistencial. Pero en lo que respecta a las relaciones con el núcleo de poder dominante en España, RJ muestra que no hay diferencias esenciales con los gobiernos anteriores de don Felipe exGas y de don Aznar, quien por cierto aún no ha pedido disculpas a la opinión pública por el desaguisado de la intervención española en Irak. Ni las pedirá. Vindicaba su actuación hace pocos días en la cadena SER.
3. Tiene interés las historias, no centrales, que de pasada nos cuenta el autor. Por ejemplo, la distribución de caballo en nuestro país. En 1983, 1 de cada 500 españoles consumía heroína, con distribución concentrada en algunas zonas, algunas de ellas, barrios obreros fuertemente castigados. El negocio llegaba a los 2.000 millones de euros. Nada menos.
4. Mirado acumulativamente, como nos lo va presentando el autor con acierto, el proceso de privatización de entidades y empresas públicas que se fue realizando ante nuestros ojos causa, a día de hoy, la máxima indignación. Todo se hizo, todo ello se nos dijo que se hacía -y nos lo creíamos en algunos casos cuando hablaban dirigentes o representantes «socialistas»- en aras de la modernidad del país, incluso, se afirmó, de conquistar nuevos avances sociales. Estas sensaciones, este golpeo bajo, lo transmite muy bien RJ en las páginas del libro. Carlos Solchaga, el de enriqueceros sea como fuere, el de que España era el mejor lugar del mundo para hacer negocios, queda a la altura de lo que fue y sigue siendo, un personaje nefasto, un más que oscuro «líder» en la historia reciente de nuestro país. Salvo error por mi parte, sigue estando afiliado al PSOE o en sus proximidades felipistas.
5. RJ, sin llenarnos de citas inacabables a pie de página que imposibiliten la lectura, ha tenido la delicadeza y gentileza de informar al lector de conceptos económicos básicos -o no tan básicos- no siempre comprendidos con claridad. Por ejemplo, opciones y futuros, commodities, valores más líquidos, golden share, etc.
6.Se nos recuerdan también algunos pasajes no estrictamente económicos de la historia reciente de España. Por ejemplo, la oposición de González, de don Felipe, al enjuiciamiento de general criminal Augusto Pinochet. Se nos regalan incluso sus vergonzosas palabras. Son estas: «Yo hice la transición en España y no me habría gustado que alguien hubiera interferido en ese proceso una vez que teníamos la posibilidad de definir nosotros».
7. Martín Villa, por supuesto, es un personaje estrella de la narración. No se le ha escapado a RJ, desde luego que no. Causa vergüenza ahora recordar el «buen rollo» que mantuvieron, públicamente, con conversaciones «entre amigos» en la cadena SER, él y Santiago Carrillo, el que fuera -ya no lo era entonces- secretario general del PCE. UN día, a lo mejor ya está hecho el trabajo, habrá que excavar y presentar una biografía política de uno de los políticos más hábiles y nefastos, con claro pasado franquista, de eso que seguimos llamando «transición política».
8. Tampoco es marginal las informaciones que no da RJ de los franquistas después de Franco, vistos y analizados económicamente. Sabíamos de algunas tropelías pero es mucho más de lo que pensábamos. Lo mismo puede decirse de la Casa del Rey y «la cuota de la monarquía restaurada en las olimpiadas del IBEX35» (pp. 64-78). ¡No se pierdan este apartado!
9. No están demás las reflexiones marginales que RJ introduce en algunos momentos como notas complementarias. Por ejemplo, el apunte sobre Gorbachov de las páginas 70-80. Por algún casual, señala, «se sentía identificado con la obra del hispalense González, quien tuvo enfrente una tarea similar a la suya: pasar de un cierto control del Estado de la economía a liberalizarla en un período corto de tiempo…»
Un pequeño comentario crítico, por no convertir esta reseña en una apología entregada: el autor tal hubiera tenido que ser un poco más claro cuando al hablar de March habla de sus inversiones en Uralita. No entiendo por qué no usa las palabras «amianto» y «asbesto» para hablar de los negocios e inversiones marchianos en esa industria criminal. Por lo demás, la importación y comercialización del amianto no están prohibidas en Europa desde 2005. En Rusia, por ejemplo, que es Europa, no están prohibidas.
¿Me quedan muchas cosas en el tintero? Muchas por supuesto. Le cansaría si les señalara las numerosas temáticas desarrolladas en este Ibex 35, tan distante en cosmovisión y pulsión poliética del real IBEX 35 que tan bien describe y analiza ene este ensayo.
¿Existen investigaciones complementarias que puedan resultar también de interés? Sí, por supuesto, a titulo de sugerencia: tal vez el autor, más allá del IBEX 35 y de la ubicación madrileña de muchos miembros de clases dominantes españolas, podría penetrar en el futuro en las prácticas y el poder de otros sectores dominantes. Por ejemplo, en la burguesía catalana.
Habría convenido un índice analítico y nominal. Y me da que la cita de John Ruskin, elegida por los editores para cerrar la edición, no cuadra bien del todo con el espíritu (objetivo y subjetivo) del libro. Asuntos menores, sin ninguna importancia.
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