No diré ningún secreto si afirmo que, a pesar de su poético nombre, la ODCA (Organización Demócrata Cristiana de América) es una institución que agrupa a los partidos políticos de extrema derecha del continente, ahora bajo la presidencia de un connotado panista, el viejo ex líder empresarial y actual senador de la república, Jorge Ocejo. […]
No diré ningún secreto si afirmo que, a pesar de su poético nombre, la ODCA (Organización Demócrata Cristiana de América) es una institución que agrupa a los partidos políticos de extrema derecha del continente, ahora bajo la presidencia de un connotado panista, el viejo ex líder empresarial y actual senador de la república, Jorge Ocejo.
Pero acaso sí diga yo una novedad si afirmo que, a falta de una oficina para el presidente de la ODCA en la cual despachar los asuntos de esa organización, Ocejo utiliza para estas labores su oficina en la Cámara de Senadores, lo cual es una conducta fraudulenta, pues ese recinto sólo debe ser para el tratamiento de los asuntos del Senado.
Esta conducta prevaricadora de Ocejo es, sin embargo, cosa menor frente a otros de sus actos. Porque ocurre que el ex líder empresarial solapa la pertenencia a la ODCA (que es una organización de partidos políticos) de un membrete, financiado y tripulado por la CIA estadounidense, llamado Directorio Democrático Cubano (DDC). De modo que la Presidencia de la ODCA da cobijo institucional a una entidad que no es partido político, sino un membrete fachada de la CIA, una tapadera de las acciones encubiertas, es decir, ilegales de EU en América Latina y concretamente en México, ciudad sede de la ODCA.
El asunto es todavía más grave, puesto que la ODCA hace suyos los propósitos del DDC, que son organizar y desatar campañas mediáticas contra Cuba y crear y potenciar grupos de oposición política dentro de la isla. Y hay más: el hombre fuerte del DDC, Orlando Gutiérrez, y otro de los dirigentes de esa subagencia de la CIA, Calixto Navarro, mantienen estrechísimos lazos con dos destacados legisladores panistas: Adriana González y Rodrigo Iván Cortés, cuya misión en el Congreso mexicano es enrarecer y torpedear las relaciones bilaterales México-Cuba, promoviendo puntos de acuerdo e iniciativas legislativas contra Cuba. Todo ello, desde luego, en acatamiento, de las directrices de la CIA, es decir, del gobierno de EU.
Y para muestra de esta conducta antipatriótica e injerencista de los legisladores panistas, he aquí otros datos irrebatibles. El 6 y 7 de mayo de 2011 se realizó un congreso de la ODCA en Panamá. Uno de los puntos de la agenda era el análisis del desarrollo de las acciones contra Cuba. Ahí estuvieron Orlando Gutiérrez, cacique del DDC, y el senador Ocejo.
En el marco del congreso, hubo una reunión privada de los directivos del DDC y de la ODCA con la participación de un funcionario de la embajada de EU en Panamá, cónclave en el que se valoró la necesidad de priorizar la estimulación de acciones de desorden público, incluso violento, dentro de Cuba, por parte de la contrarrevolución interna, disturbios que pudieran generar una respuesta de las autoridades de la isla, con el fin de justificar nuevas campañas de aislamiento diplomático y político de Cuba.
Pero no sólo en Panamá la ODCA patrocina acciones ilegales contra Cuba. Como lo ha revelado la divulgación de unos cables de Wikileaks, el DDC, en coordinación con unos parlamentarios de Costa Rica, organizó un evento anticubano en la mismísima sede del Parlamento tico y por instrucciones y bajo las directrices de la embajada de EU en San José.
Que los parlamentarios de México, Panamá y Costa Rica participen, bajo la dirección del gobierno de EU, en actos ilegales contra Cuba es una clara muestra de que la Casa Blanca persiste en su política de involucramiento de terceros países en los esfuerzos por derrocar al gobierno de la isla, valiéndose por ahora de organizaciones y dirigentes locales ultraderechistas, como la ODCA y su inmoral, abusivo y prevaricador líder actual, Jorge Ocejo.
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