Recuerdo, cuando estudiaba primer año en la Universidad, la tarea tras concluir el primer semestre: un trabajo, referativo se le llama, donde se debe hacer gala de búsqueda bibliográfica, con abundantes referencias a publicaciones y autores. Aun no recuperado del revolcón que le diera el destacado intelectual cubano Desiderio Navarro, el Señor Pedro Monreal trata […]
Recuerdo, cuando estudiaba primer año en la Universidad, la tarea tras concluir el primer semestre: un trabajo, referativo se le llama, donde se debe hacer gala de búsqueda bibliográfica, con abundantes referencias a publicaciones y autores.
Aun no recuperado del revolcón que le diera el destacado intelectual cubano Desiderio Navarro, el Señor Pedro Monreal trata de presentar, sin fundamento documental, mi texto ¿Prosperará La Habana? como un ataque a la política económica del gobierno cubano de promoción del sector no estatal y para ello le basta traer una relación de autores.
Parece que, tan abrumado por referenciar nombres, Monreal no se detuvo en que en mi texto afirmo que «la economía no estatal tiene mucho que aportar en Cuba» y tampoco en que la cita que él cuestiona de la académica británica Emily Morris, es en esencia lo mismo que dijo el Presidente cubano Raúl Castro en su informe al VII Congreso del Partido:
«La empresa estatal socialista, definida como la forma principal de gestión en la economía nacional, se encuentra en una posición desventajosa en comparación con el creciente sector no estatal que se beneficia por trabajar en un circuito monetario basado en la tasa de cambio de 1 X 25, mientras que para ella rige la paridad del CUC con el peso cubano.»
Pero no, esa cita y ese autor, entre los más importantes en la transformación económica cubana, están prohibidos en un ejercicio estudiantil de primer semestre.
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