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Una agresión más a un extranjero en el Metro de Madrid

Un vigilante del metro propina una brutal paliza a un colombiano

Fuentes: TerceraInformación

A principios de esta semana el colombiano de 43 años Ramón de Jesús Cardona recibió una brutal paliza a manos de un vigilante en la estación Puerta del Sur, cuando Ramón y un amigo se disponían a coger el ascensor de la estación. El vigilante que impunemente sigue trabajando en el metro, como si no […]

A principios de esta semana el colombiano de 43 años Ramón de Jesús Cardona recibió una brutal paliza a manos de un vigilante en la estación Puerta del Sur, cuando Ramón y un amigo se disponían a coger el ascensor de la estación.

El vigilante que impunemente sigue trabajando en el metro, como si no hubiera pasado nada, dice que Ramón y su amigo, «le empujaron y pegaron un puñetazo» cuando él sólo intentaba impedir que entrasen en el metro en estado embriaguez.

Su versión está desmentida por los testigos que han declarado que los colombianos no le hicieron nada y que además pegó a Ramón «por ser extranjero». El metro, todas las madrugadas de los fines de semana, es usado por miles de jóvenes en estado de embriaguez a los que no se les prohíbe entrar al metro por ir ebrios.

La seguridad del metro se está poniendo en entredicho ya que es cada vez más frecuente que se produzcan brutales palizas de los vigilantes hacia personas extranjeras, y quedan normalmente impunes, ya que los vigilantes que pegan a los usuarios de metro siguen trabajando, con el peligro que eso supone a los viajeros de este transporte público.

La impunidad es posible porque la seguridad del metro no es pública, sino privada, y responde ante una empresa y no ante el gobierno elegido por los ciudadanos, que en última instacia es quién debe responder como responsable de lo que hagan sus fuerzas de seguridad.

En esta ocasión el agredido no incumplió ninguna norma para entrar al metro, como no usar billete o fumar dentro de las instalaciones, por lo que el vigilante se extralimitó en sus funciones, ¿realmente pretendía evitar que entrasen en el metro unos ciudadanos en estado de embriaguez o simplemente, arropado por un uniforme, usó eso como excusa para llevar a cabo una acción racista, según los testigos, con el beneplácito de sus compañeros?

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article11127