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Una campaña sin amor es inmoral

Fuentes: trovacub.com

Marchas contra el gobierno cubano. Recogida de firmas contra el gobierno cubano. Artistas, periodistas, conductores opinando contra el gobierno cubano. Políticos yanquis y europeos disparando sus discursos y procurando decisiones políticas contra el gobierno cubano. Todo podría parecer un conjunto de iniciativas espontáneas. Pero resulta que todo ocurre al mismo tiempo. Todo sucede estimulado y […]

Marchas contra el gobierno cubano. Recogida de firmas contra el gobierno cubano. Artistas, periodistas, conductores opinando contra el gobierno cubano. Políticos yanquis y europeos disparando sus discursos y procurando decisiones políticas contra el gobierno cubano.

Todo podría parecer un conjunto de iniciativas espontáneas. Pero resulta que todo ocurre al mismo tiempo. Todo sucede estimulado y acompañado por la excelente maquinaria de la información, cuyas piezas son los medios de comunicación más influyentes en la formación de la opinión publica de casi todo el mundo. Los medios de  comunicación más famosos, los medios de comunicación «más populares», los medios de comunicación más poderosos. Entonces, es una campaña contra el gobierno cubano. Contra el gobierno elegido por el pueblo cubano. Una campaña contra Cuba.

Su punto de origen: ¿La muerte del ciudadano cubano Orlando Zapata Tamayo porhuelga de hambre? ¿Las damas de blanco? ¿Personas en prisión? ¿Inconformidades del pueblo cubano? ¿Un sincero interés de la comunidad internacional por las libertades y los derechos humanos en Cuba?

Lo dudo. Este estilo de agresión tiene fecha de nacimiento anterior a la Revolución cubana y ha sido usado de manera idéntica, innumerables veces, para muchos lugares del mundo a lo largo de la historia.

«Sin alteza de ideas nadie espere el respeto común» – José Martí.

Me parece importante prestar atención las palabras utilizadas de manera despectiva, irónica y capciosa en esta campaña. A veces sutiles y a veces groseros adornos del lenguaje para hacer énfasis en los argumentos: Abominable, acoso, añicos, apalear, asesino, atropellos, barbarie, burócratas, campos de concentración, caprichos, cárceles,  carga, censura, coacciones, comisarios, condenable, conflictos, confundidos, corruptos, criminal, criticable, cruel, deplorable, dictador, dictadura, difuntos, distorsionada, empobrecido, encarcelar, encerrar, falsos, fusilamientos,  hartos, huían, humillar, imponer, irremediable, loco, maltratos, manicomio, matanza, mentira, miedo, monstruosas, morirse, muerte, muertos, nefasta, obligados, octogenarios, oposición, paralizados, persecución, prejuicios, presos,  prohibidos, régimen, repudio, temía, terriblemente, trampa, vieja, violencia. 

«Las palabras están de más, cuando no fundan, cuando no esclarecen, cuando no atraen, cuando no añaden» – José Martí.

Ese lenguaje lo he escuchado otras veces, generalmente en argumentos que no inspiran respeto ni invitan al debate. Y no solo en referencia a Cuba sino también a muchos otros países, culturas, religiones, grupos sociales y personas. 

¿A donde llevan todos estos términos? ¿Que busca una campaña con semejante carga de odio? ¿Acaso una campaña no debería hacerse con un fin constructivo? ¿Acaso la misma crítica no debería servir para construir? 

«Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, y los que odian y deshacen»- José Martí.

Agrego más preguntas a los «campañólogos»: ¿Cómo andamos por casa? ¿Como esta la cosa fuera de Cuba? Ya que  estamos en una época globalizada, ¿Podría globalizarse esta «preocupación» por Cuba?

Es notorio que estos protagonistas carecen de autoridad moral para estar donde están y decir lo que dicen. Nunca se les vio hacer campañas que tengan que ver con asuntos más urgentes e importantes para nuestro mundo: La oposición  a la guerra, a los golpes de estado, al terrorismo, a la violencia, a las violaciones. La lucha contra la  explotación y el tráfico de personas, contra los grandes negocios de armas, prostitución y drogas. La lucha contra la  pobreza y los padecimientos que de ella se derivan. La oposición a la exclusión, a la discriminación. El problema del  consumismo compulsando y degradando el espíritu humano. El problema de la enajenación, del egoísmo llevado a  lugares que asombrarían a los mismos animales. La defensa de los derechos de los homosexuales, los negros, los  gordos, los que tienen diferentes capacidades físicas y mentales, los trabajadores, los ancianos, las mujeres, la niñez.  La solución al hambre, a la falta educación. La prevención y cura de las enfermedades. El cuidado de la naturaleza. El  respeto a la tierra, a las diferentes culturas, a los pueblos originarios. La valoración de la autoestima y la dignidad de  las personas por encima de la valoración del bolsillo o la cuenta bancaria.

«Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta» – José Martí.

Solo he visto a estos «luchadores por la libertad» alinearse con las buenas ideas cuando se trata de lavar la imagen de alguien o algo que les es conveniente.

Me enorgullece como cubano y lamento como ciudadano que habita este mundo tener que ser testigo de que estas campañas hacia el crecimiento y la dignidad del ser humano, solo las he visto en Cuba y gradualmente en nuevas  formas de gobierno en Latinoamérica. También en algunas organizaciones sociales y humanistas en diferentes países. A  «la gran prensa» todo esto le ha sido y le es indiferente.

Me enorgullece como cubano, el hecho de que para muchos problemas que lamentablemente sufre gran parte de la humanidad, Cuba ni siquiera tiene que hacer campaña alguna porque sencillamente la nobleza y la lealtad a la vida son condimentos cotidianos, esenciales, en el cuerpo, la mente, el alma y las acciones de los cubanos.

«La honra puede ser mancillada. La justicia puede ser vendida. Todo puede ser desgarrado. Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás» – José Martí.

Fuente: http://trovacub.ning.com/profiles/blogs/una-campana-sin-amor-es