– El Ministerio del Interior ha denegado la petición de asilo de la familia, retenida en el Aeropuerto de Barajas desde el 9 de septiembre.
– La abuela de la niña tiene asilo político en Francia, donde residen otro hijo y dos hijas más.
– En Francia me recibieron y trataron muy bien, me ayudaron y me he formado”, afirma la mujer que tuvo que escapar hace cuatro años por su activismo del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos.
Aicha Talbi huyó del Sáhara Occidental hace cuatro años para escapar de la persecución marroquí que sufre su familia y se refugió en Francia, donde disfruta de asilo. Ahora han huido su hija Rbab, de 27 años, y su marido, con una niña de año y medio; han venido a España para librarse de la opresión del régimen de Marruecos, pero el Gobierno de Pedro Sánchez les niega el derecho a la protección internacional.
La mujer pide al presidente del Gobierno que deje entrar al matrimonio y a su nieta, a la que aún no conoce, para que se vayan con ella a Francia, donde está segura que tendrán refugio: “Que no sean enviados a Marruecos, donde sus vidas corren peligro, como la de los demás saharauis retenidos en el aeropuerto de Barajas”, a los que el ministro del Interior , Fernando Grande-Marlaska , quiere deportar al país que ocupa el Sáhara Occidental, la excolonia española.
Aicha Talbi estuvo el 28 de septiembre en la concentración ante el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana de Madrid, que convocó el Movimiento por los Presos Políticos saharauis (MPPS), con una pancarta con el lema “Marlaska, los saharauis necesitan protección, no deportación” y otra con las foto de su hija y el marido y la nieta. Con esas pancartas fue al aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas cuando los diputados y diputadas de Sumar y Podemos y las eurodiputadas de este partido intentaron visitar a los saharauis recluidos en la sala de inadmitidos y el Ministerio de Marlaska se lo impidió.
Las pancartas vuelven a estar ante la sede de Interior, en el centro de Madrid, de la mano de una mujer que sufre ante la posibilidad de que sean entregadas a las autoridades marroquíes su nieta, que se encuentra enferma, su hija, que padeció un aborto en Barajas, y el marido.
En conversación con Contramutis pide a Pedro Sánchez “que solucione el caso”, porque si son deportados a Marruecos “serán encarcelados y torturados, como mi familia”. “Al marido de mi hija le detuvieron, le rompieron la moto y le pegaron una paliza. Han venido aquí para refugiarse y escapar de la violación constante de los Derechos Humanos que padecen los saharauis en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y poder vivir en paz”, afirma.
Relata que pertenecen a una familia luchadora que ha sido y sigue siendo acosada por la policía marroquí: “Yo soy una activista muy conocida, actuaba con un grupo de amigos y amigas, fui perseguida, detenida y me dieron una paliza; su táctica ahora es cogerte 24 horas, darte una paliza y soltarte, para más adelante volver a hacer lo mismo. La policía, a veces, rodea tu casa, detiene a todos y maltrata y pega a la gente. En el Sáhara ocupado todo el mundo está identificado”. Mi vida corría peligro y tuve que buscar una salida, tuve salir corriendo”.
Su padre estuvo en la Policía Territorial cuando el Sáhara Occidental era la provincia número 53 de España y muestra fotos de la documentación española que lo acreditan. Falleció luchando con el Frente Polisario contra la invasión marroquí.
Habla con afecto del pueblo español, pero su agradecimiento es para Francia: “Me recibieron y trataron muy bien, me dieron ayuda, he estudiado, me he formado y ahora tengo unas condiciones que me permiten llevar una vida normal y luchar para que mi hija y mi nieta tengan la misma oportunidad”. Un hijo vive asilado en la Guayana francesa y otras dos hijas están con ella y han solicitado asilo en Francia.
Al final de la conversación, AichaTalbi se dirige alpresidente del Gobierno y al ministro del Interior y pide que dejen libres a todos los saharauis que se encuentran en el aeropuerto, algunos enfermos. “No hay que comercializar con los derechos de los demás, los saharauis no lo merecemos. Dejen de hacer política con nuestra situación, llevamos ya 48 años unos en una parte y otros en la otra y merecemos que den asilo a toda esa gente”.
“Si no dan asilo a mi hija, permitan que venga conmigo a Francia porque estoy segura de que allí le darán asilo, como hicieron conmigo”, concluye.