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Crónica subjetiva de un voluntario del Buena Chen

Zaragoza: Éxito del II Festival de la Buena Gente. La solidaridad existe

Fuentes: Rebelión

Lleno. Por segundo año consecutivo. 5000 personas abarrotan la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza. Otra victoria más de la Buena Chen. Decenas de voluntarios, técnicos y músicos. Una jornada memorable. Miles de euros destinados a la Red de Apoyo a Sin Papeles de Zaragoza. A su lucha. A la ampliación de los derechos sociales […]

Lleno. Por segundo año consecutivo. 5000 personas abarrotan la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza. Otra victoria más de la Buena Chen. Decenas de voluntarios, técnicos y músicos. Una jornada memorable.

Miles de euros destinados a la Red de Apoyo a Sin Papeles de Zaragoza. A su lucha. A la ampliación de los derechos sociales en nuestra ciudad. Queremos una Zaragoza sin fronteras, abierta a la diversidad, sin exclusión ni racismo.

La mitad de la recaudación decidida por los grupos invitados. A los mapuches, a Colombia, a la República Dominicana, a comunidades mexicanas, a proyectos para ayudar a la gente que peor lo está pasando.

Durante el día, actos en la Plaza de San Bruno. Novedad en el II Festival de la Buena Chen. Los protagonistas, los sin papeles. Mayoritariamente africanos. Cientos de personas disfrutan con la batucada, los palotiaus, la muestra de lucha senegalesa, los platos africanos, los bailes y la música desde el escenario (Makumba, Sabar). Excelente día soleado. Materiales e información de colectivos como la Red de Apoyo a Sin Papeles de Aragón, Caracol Zaragoza, Izquierda Anticapitalista, Nogara, Güembras Foscas o el Comité de Solidaridad Internacionalista. Ambientazo, muy buenas energías. Tambores, risas, luchas, alegría compartida.

Por la noche, a la Multiusos. La organización, impecable. Decenas de voluntarios hacen posible esta fiesta de la solidaridad: montan los equipos, consiguen que se cumplan los horarios previstos con puntualidad inglesa, que todo el mundo esté cómodo, que el sonido, las luces, las pantallas pongan este festival a un nivel muy alto, que la seguridad del público esté asegurada, que no se produzca ni un solo incidente grave, que todos disfrutemos.

Y ¡vaya si lo hicimos!

Abarrotada. Así estaba la sala. «Sold out» que dicen por ahí. Un montón de gente se queda sin entrar, un año más, por no comprar con anticipación su bono de apoyo. Este año, la colaboración de decenas de locales de Zaragoza y otros territorios aragoneses y navarros, así como la venta en Internet, permitieron que se vendieran más de 2500 bonos de apoyo anticipados. Para otro año ya hay quien piensa en un recinto mayor,…

Los colectivos exponen sus materiales e información al fondo de la sala. Más de treinta: REAS Aragón, Biblioteca Frida Kahlo, Caracol Zaragoza, CGT, Grupo de Apoyo a los presxs del 4F, Asamblea Okupa, Coordinadora Antifascista, Red de Apoyo a Sin Papeles, COAGRET, SOA, Bente d’Abiento, Alianza Aragonesa contra la pobreza, Pedalea, Greenpeace, Ecologistas en Acción, Plataforma en Defensa de las Montañas, 4 gatos y tú, Interpón, Aqueras Montañas, Comité de Solidaridad Internacionalista, Nogara, Asociación de Malabaristas de Zaragoza, La Pantera Rossa, Diagonal Aragón, Offensive Massive, Güembras Foscas o Allergia Creaciones. Además, se reparten miles de octavillas para informar de diversas causas. Pancartas y carteles por todos los espacios para que se sepan las luchas de la buena chen: «Para todos todo, nada para nosotras», «Rodrigo Lanza Libertad», «Pobreza Cero», «Ningún mantero en prisión» o «EZLN».

Variopinto cartel, variopintos asistentes. Personas de todos los pelajes. Buena gente. Raperos, heavies y folkies; jóvenes,medianos y mayores; de aquí, de allá o de ningún sitio.

Abre la noche Loto Oscuro, el pinchadiscos que acompaña a Xhelazz. Sesión de rap de aquí, muy bien seleccionado y enlazado.

Se anuncia que llegan los guerreros almugábares. Una enorme bandera de Aragón ondea en el escenario. Son los Lurte. Gaitas, dulzainas y tambores de guerra. Y de fiesta. Ovación. Puesta en escena espectacular, vestimentas perfectamente adaptadas a la época y las luchas que representan. Y, además, las bailarinas de «Aswan». Trío de danza oriental y del mundo. A tope. Lo dan todo y Lurte no deja indiferente a nadie. Presentan alguna canción nueva, para su próximo tercer disco. Apoyo explícito a la okupación del Centro Social El Adoquín. Okupa y resiste. Versión del «Carnaval de Nerín» de Ixo Rai! Sonoros aplausos.

Tras los músicos, gigante pantalla con audiovisuales. Spartak vj (Pablo Híjar) dándolo todo con las maquinitas. Collage de mensajes e imágenes reivindicativas y directas. Fotos de Rajoy o Zapatero para denunciar Pobreza-paro-hipocresía- capitalismo-competencia-crisis-racismo-precariedad. Primero la gente, d’abord les gens, primero la chen. Extractos del manifiesto que más de 20 colectivos disidentes de Zaragoza presentaban en el Festival.

Muchas octavillas de mano en mano. De conciencia a conciencia. Propuestas para una vida sin capitalismo. Defensa de nuestro territorio. Resistencia ante tantos ataques a las personas. La buena gente recomienda solidaridad.

Tras Lurte, primer interludio con la batucada de Troko Bloco, combo de treinta percusionistas. Ritmos brasileiros y más. Alegría y potencia.

Interlude. Más tralla. «De vuelta a tu origen». Canciones en castellano y francés. Enlazan una canción tras otra, solo separadas por arengas contundentes. Por la libertad de Rodrigo Lanza (con despliegue de pancarta incluida). Gritos de «Libertad, libertad». Contra los Centros Especiales de Internamiento, como el que proyectan construir en PLA-ZA. Personas tratadas como mercancías. De usar y tirar. El problema no es la pobreza, sino la lucha contra la riqueza creada a costa de otros. No al asistencialismo. Ninguna persona es ilegal. Sí a construir en positivo alternativas a este sistema. Guitarreos hipnóticos alternos con estruendosos momentos de fuerza sonora. Saltos. Frenesí.

Más batucada, entre el público de nuevo. Estas intervenciones permiten que se cambien los cachivaches del escenario de manera fluida sin que la gente espere. La fiesta no para.

Un ratico con Carlos Hollers. Mezcla rap con la Pantera Rossa para empezar. Producciones propias. Sigue con funky y más.

Miembros de Makumba se lanzan a la percusión y al baile africano desde el escenario. Ovación a los Sin Papeles. Agradecimientos de la organización. Explicación del por qué del Festival. Aplausos. Papeles para todos o Papeles para nadie. Porque ninguna persona es ilegal. Más aplausos. Representantes de los movimientos sociales recuerdan luchas y razones para mover el culo. Sin ir más lejos, ante la visita de los ministros de migración de la UE (ministros de la vergüenza) en Zaragoza. A mediados de abril. Habrá respuestas. Queremos ciudades sin fronteras. Sobrevivir no es delito. Representantes del Buena Chen también charran. Recuerdan la lucha por salvar el valle de Castanesa, ante la codicia y sin razón del Gobierno de Aragón. Sigue la defensa de las montañas, queremos salvar el Pirineo y otros montes. Aplauso para las luchas y para los voluntarios.

Se corre la voz. Se ve. Lleno. Unas 5000 personas abarrotan la Multiusos. Otra victoria más, que decía aquél.

Por cierto, que la barra no la gestiona la organización, pero los precios fueron bastante populares (tal y como se cobra hoy en día).

El despliegue de fotógrafos y cámaras coordinados también es destacable, para tratar de dotar al Festival de una cobertura mediática justa, dado el poco valor que se le da desde algunos medios para masas.

Medianoche. Tako. 25 años de carrera musical y 14 discos a sus espaldas. Desde Ejea de los Caballeros al mundo. Canciones conocidas, coreadas, parte de la banda sonora de los bares de la chobentú. «No puedo respirar», «Poeta nocturno». Volumen brutal. Lo dan todo. Movimiento y personalidad. Se despiden con un «Papeles para todos».

Instalan en medio del escenario la batería de Soziedad Alcohólica. No cabe en una furgoneta. Tremenda. Sus seguidores están expectantes.

Carlos Hollers añade otra sesión a los platos. Lanza versiones de temas de Prodigy o Metallica. Breve, hay ganas de más tralla en vivo y la gente pide a S.A.

Y llegan. El Auditorio se viene arriba. Todo el mundo grita. «Dedicado a la gente que ha montado todo esto y a todos vosotros por vuestro apoyo». Puños en alto, pogos, saltos. El acabose. En la pantalla, el logotipo del grupo. Canciones coreadas con entusiasmo, conocidas canciones. Un ratico de thrash, hardcore, metal, punk. Potencia y velocidad. Letras afiladas. Dando brea.

Llegan los Violadores del Verso. R de Rumba lanza las bases y los micros los cogen KaseO, Hate y Lírico. El público, incondicional. «Vivir para contarlo», cachos de varios temas entrelazados, bases de Michael Jackson, «Billy Gin». Y vuelven los S.A. Algunas canciones más juntos, que para eso son amigos. «Política del Miedoy más. Son casi las tres de la mañana y, un año más, el Festival Buena Chen triunfa. De 9 y medio. Hasta mañana, buena gente. Nos vemos en las luchas cotidianas. Y el año que viene, ¡a por el tercer festival!

* Como voluntario del Buena Chen, dentro del grupo de personas de Caracol Zaragoza y la Biblioteca Frida Kahlo: pegamos carteles en las semanas previas, difundimos el festival por todos los medios a nuestro alcance, participamos en las reuniones preparativas, llevamos caballetes y tablas para montar los puestos de la mañana, repartimos octavillas, nos regalaron una bonita camiseta, colgamos pancartas, ayudamos a las personas en silla de ruedas en el espacio reservado para ellos, instalamos nuestro propio puesto de materiales e información, creamos una cadena humana para facilitar el paso de la batucada entre el público, nos comimos unos nutritivos y deliciosos bocadillos, vigilamos que en los baños no se creasen aglomeraciones, ayudamos en las puertas, nos echamos unos buenos tragos, dispusimos de un seguro colectivo en caso de accidente, socorrimos a algún chaval que estaba de bajón, nos sentimos parte de una organización impecable, disfrutamos mucho, repetiremos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.