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El recinto que albergó la Expo será reestructurado para convertirse en un parque empresarial

Zaragoza se abre a la crisis al cierre de la Expo

Fuentes: Diagonal

Con una inversión de 7.000 millones de euros, y con un leit motiv, el del agua y la sostenibilidad, puesto en entredicho por las actuaciones sobre el Ebro, la Expo se despide dejando una ciudad hipotecada frente a la crisis económica. El domingo 14 de septiembre se clausuró la Expo de Zaragoza y comenzaron las […]

Con una inversión de 7.000 millones de euros, y con un leit motiv, el del agua y la sostenibilidad, puesto en entredicho por las actuaciones sobre el Ebro, la Expo se despide dejando una ciudad hipotecada frente a la crisis económica.

El domingo 14 de septiembre se clausuró la Expo de Zaragoza y comenzaron las valoraciones. En sus resultados directos pesa un déficit de millón y medio de visitas respecto a las previsiones más bajas y el fuerte aumento del coste final de algunas de las obras (ver DIAGONAL Aragón). Dado que buena parte de los 7.000 millones de euros invertidos provienen de las arcas públicas, el Ayuntamiento afronta una deuda que, según reconoce, deberá renegociar. De hecho, la polémica levantada por el alcalde Juan Alberto Belloch acerca de la financiación de las grandes ciudades, proviene de la adaptación del funcionamiento de esta ciudad promotora al actual mapa de financiación.

La organización ha destacado también el impacto sobre las inversiones e infraestructuras en torno a la muestra, principalmente en tres órdenes: intervenciones sobre el río y sus riberas, suscitando algunas fuertes críticas (ver nº 84); infraestructuras viarias, en favor del vehículo privado; y algunos edificios monumentales. Pero la mayor huella ha sido la urbanización de Arcosur (23.000 viviendas a 11 km al sur del centro), cuyas rentas permitieron al Ayuntamiento comprar los terrenos de antiguas huertas donde se ha ubicado la exposición y que confirman, junto al nuevo barrio de Valdespartera, también en el sur, la apuesta por una ciudad dispersa, que opiniones expertas reconocen costosa en equipamientos, prestación de servicios públicos y movilidad.

En este contexto, la organización se ha centrado en el empuje sobre la autoestima zaragozana, aunque se admita que la «proyección exterior de la ciudad», sobre todo internacional, ha tenido notables carencias. Del anterior fortalecimiento del consenso («la Expo somos todos», rezaban las marquesinas) se ha pasado a reforzar una identidad de ciudad asociada a estos grandes eventos de empresarialismo urbano: «Lo más importante de todo es que los zaragozanos salimos de este envite con mayor autoestima, con mayor orgullo y con mayor patriotismo de ciudad», declaraba el alcalde Belloch antes de la clausura. A su vez, durante todo el verano se ha apelado al «esfuerzo colectivo» y alabado la actividad del cuerpo de voluntarios como patrón de una ciudadanía ejemplar y de una forma de participación y compromiso con la ciudad, conscientes de que la proyección de este optimismo cívico constituye un gran activo para el equipo de Gobierno, tanto a la hora de afrontar la situación económica como a fin de atraer nuevos macro-proyectos. Incluso, la temática del evento y su aceptación aprovechaban las masivas movilizaciones contra el PHN y la guerra de Iraq que se produjeron en Aragón. En contraposición, los poderes públicos han sancionado o impedido buena parte de las actividades críticas con las actuaciones y planteamientos de la muestra (ver nº 84).

Y ahora ¿qué?

Clausurado el evento, se busca destino al suelo y a las instalaciones inauguradas. Sobre el recinto se acometerá una gran reestructuración para convertirlo en un parque empresarial (Expo Zaragoza Empresarial), a partir de una inversión inicial de 120 millones de euros. Sobre los edificios, algunos adquiridos por el Gobierno de Aragón, la gestión será sobre todo privada, confiando en su valor añadido para el parque empresarial o en su atractivo turístico.

Por otra parte, se seguirá apostando por el impulso de espacios de negocio, en los que el sector público asume parte de la inversión y el grueso de los riesgos. La reciente apertura del mayor centro comercial de Aragón (PlaZa, de 260.000m2) parece una apuesta por este modelo de consumo y movilidad, toda vez que Aragón ya contaba con una alta ratio de extensión de grandes superficies por habitante. Hacia el futuro, ha impresionado la intención de realizar otra expo en el 2014 sobre horticultura en las huertas del este. De cualquier modo, el interés del Gobierno de Aragón por el conjunto de casinos de Gran Scala (Monegros) sigue siendo el ejemplo más inminente de este modelo.

Ello compone una apuesta general por afrontar la crisis económica acelerando la urbanización de nuevos terrenos al este y al norte de la ciudad, junto a la ejecución de lo proyectado en el sur y la financiación a través de convenios urbanísticos. Desde la aprobación del PGOU de 2001, se han construido más de 50.000 viviendas y se pretende apurar sus posibilidades con 25.000 más en los próximos años, así como aumentar los espacios urbanizables, que con la actual ordenación pronto se colmarán. Sin embargo, estos proyectos deberán enfrentar el retroceso de la demanda inmobiliaria en una ciudad con 40.000 o 50.000 viviendas vacías, según estimaciones, y una crisis económica con especial afección sobre las expectativas de la economía financiera. Todo ello podría erosionar la burbuja de optimismo y hacer visibles muchas carencias que el Gobierno de la ciudad ha dejado intactas.

Contrainformación espontánea
Elvira Lozano

Los medios locales han exagerado hasta el paroxismo la importancia de la Expo y sus parabienes. La televisión pública autonómica fue, junto al Canal Expo (creado ex profeso), el único medio con acceso a todos los rincones del recinto, incluida el área de trabajadores (vetada para el resto), pero no destiló críticas. El Periódico de Aragón, segunda cabecera de la región, trasladó a la Expo a casi la mitad de su plantilla, y publicó cada día un especial sobre la muestra de 16 páginas, encartado casi siempre por fuera, con lo que la portada a la vista era la del mundo virtual Expo. Cuando alguna noticia no podía quedar en segundo plano, como el accidente de Spanair, se encartó por dentro. El Periódico fue contratado para editar los catálogos de la Expo y pertenece al Grupo Zeta, vinculado con los intereses políticos del PSOE (que gobierna en Zaragoza y Aragón). Heraldo de Aragón, la principal cabecera, de línea conservadora, fue el que publicó más noticias incómodas para la Expo : temas como el dragado del Ebro y los problemas de la navegación, o el niño ahogado en las piscinas del parque del Agua (y la posible negligencia institucional) ocuparon incluso la portada. El día de la clausura dedicó a la Expo más de 30 páginas, y otras tantas el día siguiente. Uno de sus principales dueños es Ibercaja, patrocinadora de la exposición y entidad que posibilitó la compra del meandro de Ranillas, sede del evento. Desde DIAGONAL Aragón surgió la idea de habilitar un blog (laexpodesdeabajo.wordpress.c om) para explicar desde cerca lo que la visión complaciente y estratosférica de los medios ocultaba. El resultado: 22.000 visitas en tres meses y una alta participación de los lectores. Una carta remitida por un compañero de Héctor Grande (el técnico de sonido fallecido en un accidente laboral en el Palacio de Congresos de la Expo), denunciando la falta de seguridad en su trabajo, ha sido lo más leído, con más de 2.300 visitas. Animados por la buena acogida en la web, el colectivo seguirá informando en la página www.diagonalperiodico.net/aragon.