Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
Foto de Niraz Saied
Cuando Yarmuk empezó a desintegrarse, se produjo un éxodo hacia otro campo llamado Jan al-Shih, situado en la zona rural de Damasco. Muchas personas se quedaron allí hasta que el régimen empezó a lanzar barriles-bomba sobre ese campo de refugiados. Y los desplazados se vieron obligados a ponerse en marcha una vez más, trasladándose a otras áreas, como el suburbio de Qudsiya, donde el alquiler era demasiado alto para lo que ellos podían permitirse pagar. La consecuencia fue que muchos empezaron a agotar sus ahorros en el intento de no quedarse sin un techo donde cobijarse. El sábado [22 de marzo], una multitud de palestinos que había agotado sus últimos ahorros y que estaban viviendo ahora en la calle, rodearon una plaza de la ciudad. Una anciana, que había nacido en Palestina, exigía en medio de la multitud: «Enviadme de regreso a mi campo, no quiero pan, ni comida ni ninguna otra cosa, sólo quiero morir con dignidad».
Confío en que haya habido alguien que le haya dicho que la dignidad es un lujo que Yarmuk no puede ya permitirse. Y si vamos al caso, no sólo Yarmuk, ningún lugar de Siria.
Viernes 21 de marzo:
Se entregan 197 paquetes de comida en el campo de Yarmuk. 197 paquetes para los 18.000 palestinos muertos de hambre atrapados en su interior. El campo es bombardeado durante la distribución. Dos palestinos mueren bajo las bombas mientras tratan de escapar de la otra muerte, la muerte por hambre, que no deja de merodear por la zona.
Sábado 22 de marzo:
Mientras las mujeres se aproximan al puesto de control donde se lleva a cabo la distribución de la ayuda, integrantes del Frente Popular por la Liberación de Palestina-Mando General les dicen que abandonen a los hombres y vuelvan a sus casas. Les cuentan que la comida sólo se les entregará a ellos. Las mujeres se van y el FPLP-MG empieza a atacar brutalmente a los hombres sin que medie provocación alguna. Un grupo del FPLP-MG se escabulle durante estos ataques y trata de recuperar un edificio situado al principio de la calle Yarmuk, colocando en lo alto del mismo la bandera del régimen y desencadenando un enfrentamiento con los combatientes de Aknaf Beit al-Maqdis, un grupo alineado con el Ejército Sirio Libre. Un combatiente del FPLP, Imad Dwah, muere durante la lucha. En venganza por su muerte, se reanuda el bombardeo. Hay dos muertos más y siete heridos.
Domingo 23 de marzo:
La ayuda entra con cuentagotas en Yarmuk. Mientras la gente espera, se reanudan los bombardeos. Ocho muertos más en el día de hoy, entre ellos: Mahmud Shadeh, Hisham Makshati; Hasan al-Shersawy, Nayah al-Kaud, Mahmud Modardis, Musa al-Asud. Hay también treinta heridos más. El hecho de no contar ya con instalaciones y recursos sanitarios asegura que muchos de los heridos se incorporarán a la lista de los masacrados.
Hay tal crueldad en este asedio que ya no puede ni describirse con palabras. A los habitantes de Yarmuk sólo se les permite una única opción: elegir entre encontrar la muerte en la agonía del hambre o esperar a que llegue de los cielos.
Fuente: http://beyondcompromise.com/2014/03/24/12-killed-by-shelling-in-yarmouk-over-weekend/#comments