Un centenar y medio de profesores universitarios israelíes firmaron el domingo 9 de enero un documento mediante el que se comprometen a boicotear el Centro Universitario de Ariel, un boicot que se suma a otro similar que hace algunas semanas decretó un nutrido grupo de artistas israelíes. Los profesores justifican su decisión diciendo que Ariel […]
Un centenar y medio de profesores universitarios israelíes firmaron el domingo 9 de enero un documento mediante el que se comprometen a boicotear el Centro Universitario de Ariel, un boicot que se suma a otro similar que hace algunas semanas decretó un nutrido grupo de artistas israelíes.
Los profesores justifican su decisión diciendo que Ariel «no está bajo soberanía israelí». Efectivamente, Ariel es una de las mayores colonias de Cisjordania, una colonia que está en expansión permanente y que es ilegal conforme a la ley internacional.
El mismo día Israel destruyó el histórico Hotel Shepherd de Jerusalén Este para construir allí unas veinte viviendas en una primera fase y otras setenta en una segunda fase, aunque el objetivo declarado es crear todo un «barrio» judío en la zona, es decir otra colonia ilegal en el sector ocupado de Jerusalén, concretamente en mitad del barrio palestino de Sheij Yarrah, donde la presencia israelí aumenta día a día.
Los primeros en «condenar» esta decisión han sido Estados Unidos y el Reino Unido. Pero hay que decir que se trata de condenas verbales que ya se han hecho en innumerables ocasiones y que no sirven de nada.
Las «condenas» no pueden compararse con el boicot de los profesores universitarios israelíes a la colonia de Ariel. Los profesores se han mojado mientras que los occidentales con sus «condenas» que no sirven de nada contribuyen a la expansión israelí en los territorios ocupados.
Mientras, Catherine Ashton dijo hace solo unos días que hay que negociar. La respuesta israelí ha sido clara: otra colonia en Jerusalén. La jefa de la política exterior europea hasta tiene un punto cómico cuando se refiere al conflicto israelo-palestino.
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