Israel hoy ha liberado a 256 personas, de las 11.000 que mantiene detenidas en sus prisiones, es decir, el 2’3%. Cuando hizo el primer anuncio de esta noticia, los nombres no se hicieron públicos, dieron el número de hombres que pensaban liberar. Un sentimiento de esperanza flotaba en todas direcciones, entre los once mil secuestrados, […]
Israel hoy ha liberado a 256 personas, de las 11.000 que mantiene detenidas en sus prisiones, es decir, el 2’3%. Cuando hizo el primer anuncio de esta noticia, los nombres no se hicieron públicos, dieron el número de hombres que pensaban liberar. Un sentimiento de esperanza flotaba en todas direcciones, entre los once mil secuestrados, cada uno pensando que podría estar su nombre en esa diminuta lista -256 de 11.000- Entre las familias, cada madre, cada padre, cada esposa, hijo o hija, que tienen familiares en las prisiones israelíes, se atrevió a soñar que sus amados estarían incluidos en la lista de Olmert-Abbas.
Después de dos días los nombres fueron publicados, y como se esperaba, la mayoría de los nombres eran de Fatah. El desánimo de miles de ellos, de miles de detenidos en prisiones cuyos nombres no estaban en la lista, el desánimo de sus familias, sus madres, padres, esposas, hijos e hijas fue enorme.
Esto ha sido otra humillación más del Gobierno Israelí, libera el 2’3% de los «secuestrados» palestinos (según la III y la IV Convención de Ginebra), y todos ignoramos que muchos son mujeres, niños, niñas, y jóvenes sin delito alguno, ni proceso judicial abierto, sometidos a tortura y tratos crueles, sin esperanza, sin ver a sus familias, y en lugares conocidos como los «guantánamos israelíes».
Israel libera el 2% de sus secuestrados, que representa a 256 personas; el mundo le da las gracias, y nadie le solicita que libere más. Para Israel el 2% es suficiente, para Palestina se le exige el 100%, es decir al único soldado que tiene prisionero, Ghilad Shalit. Una tan desequilibrada proporción 1: 11.000, que describe la relación entre Israel y Palestina, donde todo acto de Israel es una humillación más hacia una victima que increíblemente resiste, y hasta se le culpa de ello.
Pero, ¿porqué libera Israel a estas 256 personas?, es otra estrategia dentro de su plan, como los palestinos resisten, hay que seguir insistiendo ahora con el «divide y vencerás». Esta liberación seleccionada de palestinos en función de su afinidad política, crea más diferencia entre ellos, más distanciamiento de los seguidores de Hamas que verifican como el llamado Presidente de la Autoridad Palestina no les defiende, no les trata como palestinos tipo A, sino tipo B, intentando estimular las luchas internas e imitando las mismas técnicas utilizadas por los nazis contra los judíos en Europa.
Las historias que la gente tiene de sus amados detrás de rejas israelíes son increíbles. Hay una mujer cuyo marido fue arrestado días después de tener a su hijo; su marido lleva en la cárcel 22 años, y su hijo ahora tiene 22 años y nunca ha visto a su padre. El hijo fue arrestado y enviado a prisión. Allí contó su triste historia a sus compañeros, y de cómo no había visto aún a su padre; para su sorpresa le dijeron que en la misma cárcel había un hombre que llevaba arrestado 22 años y dejo atrás a su mujer y a su hijo recién-nacido. Padre e hijo finalmente se volvieron a ver después de 22 años de separación, ahora están en la misma cárcel.
Otra madre hablaba de sus cinco hijos que están todos prisioneros en cárceles israelíes, pero que estaba tan orgullosa de ellos porque a pesar de todo, desea que llegue el día en que todos estén juntos, y sabe en el fondo de su corazón que existe esa remota posibilidad por eso ella confía en la esperanza y reza cada día.