25 de Agosto: Aniversario de la Liberación de París. Los primeros que entraron en París derrotando a los nazis, ayudantes de Franco y sus falanges, fueron los españoles de la resistencia de la División número 9. Son considerados como héroes en Francia y son celebrados con todos los honores en la fecha cada año. Aquí, […]
25 de Agosto: Aniversario de la Liberación de París. Los primeros que entraron en París derrotando a los nazis, ayudantes de Franco y sus falanges, fueron los españoles de la resistencia de la División número 9. Son considerados como héroes en Francia y son celebrados con todos los honores en la fecha cada año. Aquí, en España, el franquismo ha oscurecido la Historia y ninguna institución reconoce la liberación de París por los españoles demócratas republicanos, ni quiere recordar el acontecimiento.
Aprender es no olvidar; en el proceso de aprendizaje uno de los elementos destacables es la capacidad de asimilación, y junto a ello está el percentil de memoria. Si no se retiene nada, la conciencia no surgirá, y el reconocimiento y la autoestima dejarán de existir o desaparecerán. El terror franquista ha hecho que durante generaciones no asimilemos nuestra propia experiencia, que no nos atrevamos a comparar, a asociar, a pensar en lo visto u oído, ha impedido que conozcamos nuestra historia para que no sepamos lo que como pueblo hemos hecho por arrumbar el pasado de siervos, el terror franquista consiguió que ni tan siquiera se hablase dentro de las propias familias, y el miedo trajo la falta de autoestima como clase, como opción social aspirante a cuantos acontecimientos históricos se necesitaba. De ahí que, perdido todo valor de nuestras aspiraciones sociales, no se retengan, se asocien y se saquen conclusiones de los discursos reveladores de Juan Carlos de Borbón, y no produzcan, en el conjunto del pueblo trabajador sin autoestima de clase, rechazo por fascistas, el mismo rechazo que debían producir las leyes dictadas contra la Memoria Histórica por los gobiernos en el momento en que vivimos.
Junto al primer párrafo que abre esta nota debería ponerse lo declarado en televisión española y para toda España por Juan Carlos de Borbón, al que Franco nombró rey, a la periodista Selina Scott, era verano de 1988: «No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia».
Ante el requerimiento del Comité de Derechos Humanos de la ONU (94 reunión, octubre 2008) para que el gobierno español derogue la Ley de Amnistía de 1977 (que no es ni Constitucional, por lo que nos podemos hacer idea de quien la quiere defender) y reconozca la imprescriptibilidad de los crímenes de Lesa Humanidad cometidos por el franquismo, y anule las mal llamadas sentencias que los falangistas declaraban y aplicaban a los defensores de la democracia, le pide quede acuerdo con el Derecho Internacional cree una comisión para que se restablezca la verdad histórica sobre las violaciones de Derechos humanos cometidos durante la guerra y la dictadura, y que permita identificar los cuerpos de las víctimas e indemnizarlas. Ante este requerimiento de la ONU, Zapatero y su gobierno le responde que «lamenta» que el Comité (de Derechos Humanos de la ONU) se haya metido en un asunto que desconoce, y que la Ley de Amnistía no va a ser derogada. ¡Qué irónicos Zapatero y los que le dictan! A continuación podemos leer la frase de Juan Carlos de Borbón: «No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia». Pero es que el gobierno, que marca, como hemos leído, tan decididamente sus fronteras con respecto a los Derechos Humanos, actúa con tanto descaro que ante la declaración que hace el EPU (Examen Periódico Universal, mecanismo de la ONU para seguir el respeto a los Derechos Humanos por el que los Estados deben pasar cada cuatro años) sobre España que dice: «De conformidad con sus obligaciones internacionales (España debe) investigar, sancionar y reparar delitos de desaparición forzada de personas, sin importar el tiempo en que haya iniciado su comisión, en atención al carácter continuo del delito», dando de plazo hasta septiembre para que el gobierno responda, el gobierno se ha quedado en silencio. El mes de septiembre es todo el mes preparatorio de la Huelga General contra la reforma laboral. ¿Nos tenemos que olvidar del desprecio del gobierno por las exigencias de respeto de los Derechos Humanos, tan reivindicados por la ONU, por los crímenes cometidos por quienes defienden el sistema impuesto por el franquismo? (ver artículo en rebelion.org: «España aplaza responder a la ONU si investigará las desapariciones del pasado», 09-05-2010).
«Expreso mi reconocimiento y gratitud a nuestro Generalísimo Franco, que con tanta dedicación y entrega os ha mandado hasta ahora, dándonos un ejemplo único de amor a España y sentido de la responsabilidad», Juan Carlos de Borbón al Ejército el 22 de Noviembre de 1975.
Borrar la Historia, falsificarla, desvirtuar lo ocurrido, lo vivido, es una actividad propia del franquismo-falangismo, el dirigente nazi Goebels hablaba de cómo convertir una mentira en una verdad histórica, y es que todo el afán de los defensores del régimen capitalista en la forma de gobierno que adopte en cada momento, toda su inversión, constante, esta dispuesta para convertir a las gentes trabajadoras en masas ignorantes de su historia, temerosas y obedientes. Con respecto a la memoria podemos ver en que invierten ahora, tenemos un ejemplo actual: están haciendo desaparecer las fotografías de Juan Carlos de Borbón junto a Franco de los medios de comunicación general, lo que incluye sus páginas de Internet (¿seguimos llamando a las empresas para influir en el pensamiento de los trabajadores medios de comunicación?). ¿Qué pretenden los descendientes de Franco, el gobierno y su ejército de publicidad mercenaria con todos los medios de que disponen?, ¿borrar el pasado hasta la raíz y así colar mejor al nuevo propietario del Estado por selección de espermatozoide?
A continuación les muestro una trascripción de una de las farsas judiciales franquistas-falangistas que el gobierno actual se niega a declarar ilegales, y que la ONU, el Consejo de Europa, Amnistía Internacional, el Equipo Nizkor, los Tribunales Internacionales de Derechos Humanos, y tantos otros organismos internacionales y gobiernos, más las organizaciones de Memoria Histórica Democrática, en representación de las multitudes del pueblo trabajador español exigen que en defensa de la democracia y los Derechos Humanos se declaren fuera de la Ley. He suprimido en la exposición los datos personales, y he dejado el procedimiento que sistemáticamente seguían los franquistas, para que se recuerde, lo sepa quien no haya accedido a ellos y se conozca lo que el gobierno se niega a anular, si he dejado la fecha del asesinato que llevaron a cabo; hay, por supuesto, un hilo conductor que une aquello con el momento en que vivimos, la Corona en forma de intereses de clase, intereses materiales en esa constante negación:
«Procedimiento Sumarísimo de urgencia número…..
Cárcel…..
Presidente: Comandante…..
Vocales: Capitán…..
Teniente…..
Alférez……
Vocal ponente Comandante…..
No consta ni abogado defensor. Los franquistas, sublevados contra el gobierno democrático de la República hacen la acusación de viva voz, el Comandante menciona un artículo del que dice pertenece a su Código Militar, y declara que el acusado es: «Autor de un delito de adhesión a la rebelión, se le condena a muerte. En suspenso hasta el enterado de Su Excelencia el Jefe del Estado».
30.08.1940. Aprobación de ejecución por el Capitán General.
13.09.1940. Fallecido a las 5 horas 45 minutos a consecuencia de
fusilamiento.
Médico…… Teniente médico asimilado en el Batallón ciclista…..»
Esto es lo que el gobierno se niega a declarar ilegal, criminal, perseguible.
¿Recordamos la entrada de la División número en París? Eran españoles, entonces y ahora héroes para todo el mundo, aquí han hecho lo posible, Franco y la Monarquía, por que no se diga, se piense, se asocie la Historia a ellos, que nadie sepa qué se celebra en Francia cada 25 de agosto, que se olvide a los republicanos. Y quieren hacer lo mismo con los asesinados, con la historia de las clases trabajadoras, con nuestro ejemplo de dignidad, con nuestra Memoria.
«No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia», la frase que define a Juan Carlos de Borbón se ve refrendada por la contestación de Zapatero y su gobierno al Comité de Derechos Humanos de la ONU, Zapatero acusa al Comité de Derechos Humanos de la ONU de haberse metido en algo que no le importa, y con ello deja sentada ante el mundo su voluntad de permitir que el franquismo continúe siendo propietario de las instituciones, o lo que es lo mismo de la Jefatura del Estado, de los poderes legislativo, económico, militar,… del poder; aclarando a continuación que no se va a derogar la Ley de Amnistía en la que ellos se perdonaban a costa de dejar en libertad a los presos demócratas.
España es el segundo país del mundo con mayor número de desaparecidos. «No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia». ¿Se recordará en la Huelga General a los desaparecidos por el régimen franquista-falangista-monárquico? ¿Se dirá que la guerra fue para garantizar la persistencia del régimen capitalista por los medios más violentos y que los que nos han llevado a la crisis son los descendientes económicos y familiares de los golpistas defendidos por el nazismo como extremo del capitalismo? ¿Que la batalla del día 29 va a ser la firma o va a ser la ruptura de las nuevas condiciones de explotación de la mayoría, y que esas nuevas condiciones, el futuro que nos preparan mediante la reforma laboral contra los trabajadores, va a ser mucho más duro que el presente?, porque como hemos visto ellos no renuncian nunca a las mayores conquistas como clase con aprendizaje en la dictadura: «No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia».
Ramón Pedregal Casanova. Autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», editado por Fundación Domingo Malagón y Asociación Foro por la Memoria ([email protected])
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