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9 de agosto, Día Nacional de la Mujer Sudafricana

Fuentes: Rebelión

Lo que todos y todas dicen [1]

“When you empower a woman, you empower a whole nation” (Lema del día nacional de la mujer sudafricana, 9/08/2025)

“En un mundo que exige tanto, la delicadeza se ha convertido en una forma silenciosa de rebelión. El poder se está redefiniendo no como esfuerzo, sino como quietud. No como ruido, sino como paz. La fantasía no es la riqueza ni la evasión, sino una mañana tranquila, un paseo por la playa, un baño sin interrupciones» Informe Her and Now: Insights in to the Womenof South Africa 2025. (1st for Women Insurance Company Limited) [3].

“Luchamos por los derechos de las niñas y los niños, e incluso de los hombres, reconociendo que la violencia de género es una crisis social que exige acción colectiva”. Olive Shisana, Exasesora presidencial, profesora y activista feminista (UNFPA South Africa, 2025)

Cada 9 de agosto, Sudáfrica se llena de acciones gubernamentales y civiles que enarbolan la memoria y la movilización de las mujeres. No es una fecha ceremonial: es un día para la acción. Su fuerza simbólica se ancla en la heroica lucha nacional que las sudafricanas libraron contra el apartheid, con un hito irrepetible el 9 de agosto de 1956, cuando más de 20.000 mujeres marcharon hacia Union Buildings para rechazar las leyes de pases. Aquella multitud proclamó con firmeza: “No a los pases, no al sistema inhumano, asesino y criminal de estratificación, exclusión, racismo, clasismo y sexismo”.

Esa jornada demostró una capacidad organizativa y una articulación feminista de alcance nacional, al tiempo que expuso la naturaleza anacrónica de la dominación colonial en el sur de África. Con el fin del apartheid y la llegada al poder de Nelson Mandela (junto a la unidad de fuerzas en lucha) en 1994, el Estado democrático institucionalizó el Día Nacional de la Mujer Sudafricana como reconocimiento a quienes lucharon por sus derechos, por sus familias, por su propia humanidad y dignidad de forma inquebrantable.

En 2025 se cumplen 69 años de aquella gesta. Y aunque el salto histórico y simbólico es innegable, las mujeres siguen marchando: contra los femicidios, la desigualdad, la privatización del agua, la inseguridad, los desalojos en townships y, de forma estructural, por la garantía de su bienestar.

Les propongo un artículo que explora lo que significa hoy la lucha de la mujer sudafricana, en un país que transita el post-apartheid, una transición democrática inacabada y un gobierno híbrido de coalición que enfrenta viejas y nuevas urgencias. Estaremos presentando algunas informaciones que aluden a lo que dice el estado, las leyes, los indicadores estadísticos, las activistas y las académicas como una forma de poner en dialogo y en contraste las opiniones al cual titulamos: Lo que todos dicen.

Lo que dice el Estado sudafricano

Cuando una mujer se empodera, todos nos empoderamos. Cuando las mujeres prosperan, todos prosperamos. Cuando las mujeres se elevan, todos nos elevamos. Discurso en ocasión del día de la mujer sudafricana (Cyril Ramaphosa, 2025). El gobierno ha reconocido que la violencia de género constituye una “crisis nacional” y una “segunda pandemia”. Primer Informe sobre Violencia de Género en Sudáfrica. (Estado de la nación Sudafricana, 2022)

El Estado sudafricano ha creado instituciones para estudiar la desigualdad de género, centradas en las mujeres más vulnerables: las negras. Sin embargo, la brecha entre discurso y acción persiste. Ejemplo de ello es que, pese a declarar la violencia de género como «segunda pandemia» tal como lo ha reiterado el presidente Cyril Ramaphosa, los femicidios y la precariedad económica siguen devastando a esta población.

Durante el acto del Día Nacional de la Mujer Sudafricana (9 de agosto de 2025), celebrado en el estadio de Limpopo bajo el lema «Construir economías resilientes para todos», Ramaphosa exhortó a los hombres a «apoyar, elevar y proteger» a las mujeres. (Ntokozo Khumalo, 2025).

Sin embargo, se está muy lejos de los buenos deseos ya que la realidad se caracteriza por condicionar el trabajo informal a las mujeres negras y, además, es mal remunerado.

El Parlamento sudafricano conmemoró el 60° aniversario de este hito feminista con una sesión especial presidida por Thoko Didiza (Asamblea Nacional) y Refilwe Mtshweni-Tsipane (Consejo Nacional de Provincias). Aunado a ello, visionando una acción feminista africana, presentaron los resultados de consultas realizadas con legisladoras africanas en colaboración con el Parlamento Panafricano (Midrand, julio 2025), donde acordaron: fortalecer la cooperación parlamentaria africana contra la violencia de género, garantizar derechos reproductivos y asegurar acceso igualitario a educación y oportunidades económicas.(Robin-Lee Francke, 2025)

En vísperas de la histórica Cumbre de presidentes del G20 que Sudáfrica albergará en noviembre, la Directiva anunció la creación del Parlamento de Mujeres P20. Esta innovación institucional busca proyectar una voz africana unificada que exija colocar la igualdad de género como eje central de las resoluciones del G20.Por tanto, Thoko Didiza señaló:

 “Nos comprometemos a crear plataformas inclusivas que permitan a las mujeres articular sus desafíos, influir en la formulación de políticas y hacer contribuciones significativas al desarrollo nacional y mundial.”[4]

En diciembre de 2024, el Parlamento sudafricano exigió mayor coordinación interdepartamental para implementar la Estrategia Nacional contra la Violencia de Género. Sin embargo, el obstáculo fundamental persiste: la crónica falta de recursos que impide ejecutar el plan en sus dimensiones clave – infraestructura, articulación institucional y operatividad real del marco multisectorial.

Un avance significativo llegó el 24 de mayo de 2024 con la aprobación de la Ley del Consejo Nacional sobre Violencia de Género y Femicidio. Este hito jurídico buscó fortalecer la protección institucional para mujeres, niñas y personas LGBTQIA+, aunque su efectividad sigue supeditada a los recursos disponibles.

Este esfuerzo se enmarca en el Plan Estratégico Nacional (PEN-GBVF) aprobado en 2020, que con un presupuesto inicial de 21 mil millones de rands pretendía: articular una respuesta multisectorial (Estado-sociedad civil-sector privado), combatir la violencia de género mediante seis pilares estratégicos y promover el empoderamiento económico femenino.

No obstante, cuatro años después, la brecha entre el diseño normativo y su implementación concreta revela las contradicciones de un sistema que legisla progresista, pero no se ejecuta desde la misma comprensión.

La violencia de género en Sudáfrica ha obligado a convocar dos Cumbres Presidenciales (2018 y 2022) que buscaron, más que retórica, acciones concretas. Estos encuentros lograron: actualizar la agenda gubernamental con enfoque de emergencia nacional, fortalecer el marco jurídico ante lo que se reconoció como «pandemia social» y vincular sociedad civil y Estado en la implementación del PEN-GBVF.

El anuncio clave vino el 9 de agosto de 2018, cuando el presidente Ramaphosa, en su discurso por el Día Nacional de la Mujer, comprometió una Cumbre Nacional conjunta para crear una hoja de ruta contra los femicidios. Sin embargo, siete años después, persiste una pregunta incómoda: ¿Por qué siendo pioneros en legislación (Ley de 2021, PEN-GBVF): Sudáfrica sigue teniendo tasas de violencia de género comparables a países en guerra?

Otro avance gubernamental llegó en el 2018, cuando Sudáfrica creó el primer Observatorio Nacional de Feminicidios (Femicide Watch)coordinado por el Departamento de Justicia, la Policía (SAPS) y el Consejo de Investigación Médica. Este observatorio fue pionero en el continente africano. 

Lo que dicen las leyes

El abordaje jurídico sudafricano para la igualdad de género ha tenido un desarrollo progresivo pero desigual desde el fin del apartheid. Han tenido cimientos post- Apartheid desde 1996 hasta 2004, que refieren a: la Constitución de 1996, la cual estableció la Maquinaria Nacional de Género bajo la presidencia, sentando bases para políticas públicas con enfoque de género.

Seguidamente, surge la Ley de Equidad de Empleo (1998) como primer intento por corregir discriminación laboral (Ley N°55), aunque con limitaciones en su aplicación al sector informal, donde trabaja el 68% de las mujeres negras (Stats SA, 2023). También, abordaron la transversalización de género (2004) con el objeto de incluir perspectiva de género en todas las políticas estatales (Comisión de Equidad de Género de Sudáfrica, 2024), pero sin mecanismos claros de fiscalización.

En la actualidad, existe un paquete legislativo contra la violencia de genero (2021-2022) que ha sido controvertido por la realidad de la crisis de los femicidios (la segunda pandemia del país), por ello, el 05 de agosto de 2022 entraron en vigor tres leyes clave:

– Ley N°12/2021: Reforma al código penal para agilizar procesos por violencia de género.

– Ley N°13/2021: Actualiza la tipificación de delitos sexuales, incluyendo ciberacoso y violencia intrafamiliar LGBTQIA+.

– Ley N°14/2021: Fortalece medidas de protección para víctimas de violencia doméstica.

Pese a este marco avanzado, en 2024 solo el 12% de las denuncias por violencia de género llegaron a condena (Comisión de Género, 2024). Existe una brecha entre norma y realidad.

Lo que dicen los números (y lo que ocultan):

Advertimos que, si bien los datos cuantitativos son herramientas útiles para la planificación y los abordajes institucionales, estos indicadores suelen construirse desde una epistemología occidental, ajena a las realidades situadas de las mujeres. En un mundo donde la base material del sistema capitalista racializado se sustenta en la división sexual del trabajo, estos números no logran captar las dimensiones estructurales de la vulnerabilidad, la exclusión y el empobrecimiento que enfrentan las mujeres.

Los indicadores hegemónicos, lejos de cuestionar el orden establecido, naturalizan las desigualdades. No ofrecen lecturas críticas y mucho menos respuestas ante un sistema que se sostiene sobre lógicas capitalistas, misóginas y racistas, reproducidas a escala global.

– Según el coeficiente de Gini y los informes de la ONU, Sudáfrica ostenta el título del país más desigual del planeta.

– El rostro del empobrecimiento es mujer.

– Entre enero y marzo de 2025 se registraron 13.453 delitos sexuales, esto incluye 10.688 casos de violación, 1.872 agresiones sexuales, 656 intentos de delitos sexuales y 236 delitos sexuales con contacto.(Servicio de Policía Sudafricano (SAPS)

– Solo entre abril de 2022 y marzo de 2023, se denunciaron al Servicio de Policía Sudafricano (SAPS) la asombrosa cifra de 53.498 delitos sexuales, de los cuales 42.780 fueron violaciones. Sin embargo, la precisión y fiabilidad de los datos relacionados con la violencia basada en género sigue siendo una preocupación crítica.(Comisión de Igualdad de Género, 2024, p. 12)

– 60 % de femicidios son cometidos por parejas, con una condena en menos del 20 % de los casos, y una elevada proporción de casos no resueltos.

– El promedio nacional de femicidios es de tres mujeres al día, con tasas regionales como Eastern Cape duplicando la media del país.

– Sudáfrica es el tercer país con las estadísticas más altas de violación a nivel mundial, después de Botsuana y Lesoto.(Centro para el Estudio de la Violencia y la Reconciliación (CSVR, 2025)

– Existen 63 Centros de Atención Thuthuzela (CAT) en respuesta a la urgente necesidad de un enfoque multinivel para la prevención, la respuesta y el apoyo a las víctimas de violación. (Estado de la Nación Sudáfrica, 2022).

Datos de las realidades estructurales

– La división sexual del trabajo convierte a las mujeres especialmente negras y migrantes en la mano de obra más precarizada: 6% del trabajo doméstico remunerado es realizado por mujeres negras, con salarios promedio de ZAR 2,500/mes (USD 130), menos del mínimo legal (IOL, 2023), el 70% de las trabajadoras agrícolas son mujeres negras, sin contratos fijos (Oxfam SA, 2022).

– Las sudafricanas constituyen el 51,1% de la población, pero el 47% de ellas son económicamente inactivas.(Departamento de Estadísticas del gobierno sudafricano (Stats SA, 2022)

– Las mujeres que encuentran empleo suelen ocupar puestos mal remunerados, con escasas perspectivas de mejora (OIT, 2022).

– La violencia de género, otra cara de la desigualdad, no se mide en el Gini: el 45% de las sudafricanas ha sufrido violencia machista (Stats SA, 2022), pero este dato rara vez se cruza con los mapas de pobreza.

– El acceso a la tierra y recursos sigue siendo un privilegio masculinizado: el 72% de las granjas comerciales son propiedad de hombres (Oxfam, 2023), mientras que las mujeres cultivan en parcelas sin título ni subsidios.

– No olvidar la sentencia irónica que hace el Foro Económico Mundial (FEM) respecto a que: en África subsahariana (ASS), la paridad de género no se alcanzará hasta dentro de 102 años (WEF, 2023).

Estas cifras e informaciones situadas muestran realidades complejas que reproducen un sistema capitalista racializado que deprime y condiciona el empleo doméstico, los cuidados informalizados o las economías de supervivencia. Se puede distinguir la geografía racializada de la violencia, por ejemplo, en la zona de Eastern Cape donde se tiene el doble de femicidios que la media nacional.

Otro elemento crucial a considerar es el tema de la economía de los cuidados, las mujeres dedican 4.5 horas diarias no remuneradas a trabajo doméstico (OIT), tiempo robado a su autonomía y, por último, no perder de vista que el apartheid económico persiste. El 72% de tierras productivas son de hombres (Oxfam), mientras mujeres cultivan sin título ni créditos.

Todo esto nos lleva a posicionar el argumento de la economista sudafricana Lebohang Pheko quien habla de la necesidad de datos que midan lo que importa: horas de sueño perdidas por violencia machista, kilómetros caminados para buscar agua, risas arrebatadas por la pobreza.

Lo que dicen las activistas

Ya no les pedimos que sean valientes. Y está bien. Para los momentos en que no puedan ser fuertes, estamos aquí para ustedes. Les decimos que no tienen que serlo todo, siempre, para todos. (Dra. Reitumetse Mpholle, responsable del estudio Firstfor Women 2025)

De acuerdo a una reciente investigación titulada Her and Now: Insightsin to the Women of South Africa 2025 de First for Women “las mujeres del país están redefiniendo lo que significa ser poderosa.”  El informe muestra que existe un cambio notable al presentar que: “el 90 % de las mujeres ahora está de acuerdo en que “la suavidad y la gentileza son formas de fortaleza”, mientras que el 94 % dice que “el equilibrio es más valioso que la ambición” (Modiegi Mashamaite, 2025).

El estudio encuestó a más de 4000 mujeres [5], La encargada de la investigación, responsable de perspectivas e iniciativas, Dra. Reitumetse Mpholle, explicó que la investigación partió de una pregunta clave: si la valentía sigue siendo el enfoque adecuado. Dentro de los principales hallazgos revelan que:

– 44 % está totalmente de acuerdo en que la suavidad en sí misma es una forma de fortaleza, mientras que el 58 % coincide plenamente en que «el derecho a respirar es tan importante como el afán de superación». La mitad de las mujeres coincide plenamente en que anhelan momentos de tranquilidad que les pertenezcan exclusivamente a ellas.”

– Solo el 6% de las mujeres se sentían cómodas saliendo por la noche y el 90% tenía demasiado miedo de quedarse sola en casa.

– 65% de las madres está totalmente de acuerdo en que la expectativa de “mantener la familia unida” es más intensa una vez que tienen hijos y el 60,7% dice que sacrifica sus propias necesidades para mantener la estabilidad familiar.

– Para muchos la vida diaria se siente como “un maratón de multitarea” ya que: el 34% se siente emocionalmente agotado cada día, el 33% dice que se les elogia por su resiliencia mientras se sienten abrumados, el 43% está totalmente de acuerdo en que rara vez tiene tiempo ininterrumpido para sí mismo, el 63% se siente la “columna vertebral” tanto del trabajo como de la familia diariamente, el 44% se siente sin apoyo a pesar de ser fuerte por los demás.

– 88% dice que la independencia financiera es esencial para la felicidad.

– 61,6 % de las mujeres afirma que los hombres necesitan redefinir lo que significa ser hombre en el mundo actual.

– 44 % está totalmente de acuerdo en que la suavidad es una forma de fortaleza. Y casi el 90 % coincide en que están redefiniendo el éxito para incluir la paz, no solo el logro.

– Hace unos 10 años existía el síndrome de ‘derribarla’: tu mayor enemigo era la mujer que tenías a tu lado. Ahora, vemos que quienes más nos apoyan son las mujeres.  Existe sintonía, independientemente de la edad, la sexualidad o la etapa de la vida

En consideración a la data que ofrece este estudio, hay una interpretación de la necesidad de construir poder desde la cotidianidad, de la rutina de vida de las mujeres encuestadas. En ese sentido, la Dra. Mpholle dice:

Algunas de las claves que surgieron giran en torno a esta dinámica de poder. Somos fuertes y queremos parecer fuertes, pero eso tiene un precio. Todos los días nos presentamos así en el trabajo, pero al llegar a casa tenemos que adaptarnos. Nos está matando por dentro vernos siempre perfectas, ser la mejor madre, la mejor profesional, la mejor hija», y mencionó que otro tema clave fue el impacto emocional de los roles de género tradicionales: «En el trabajo, tengo el control, pero al llegar a casa, tengo que adaptarme a las normas tradicionales.

Contrastando opiniones, la activista Tswelopele Makoe, editora de Global South Media Network (GSMN) publicó este 9 de agosto un artículo titulado: Día de la Mujer: “El silencio ya no es una opción”(2025) donde analiza el estado actual de las mujeres sudafricanas. Pone en perspectiva que: simplemente no podemos romantizar la lucha de las mujeres de 1956 sin reconocer esencialmente la continuación de esa lucha en los cuerpos, las vidas y los sueños de las mujeres de hoy. Además, sentencia al cierre de su artículo que:

No podemos seguir aplaudiendo el pasado mientras ignoramos el presente. Si realmente queremos rendir homenaje a las incondicionales de 1956, debemos alzarnos en defensa de aquellas que aún hoy no son escuchadas. No se limiten a republicar citas. No se limiten a usar un pin. Exijan algo mejor. Hagan mejor. Sean más ruidosos. Porque la lucha no ha terminado y el silencio ya no es una opción. Como dijo una vez con valentía la formidable Mama Winnie: «Cualquier aceptación de humillación, indignidad o insulto es una aceptación de inferioridad». 

A su vez, la lideresa del partido político GOOD, y actual ministra de Turismo (del gobierno de unidad nacional), Patricia de Lille(2025), se pronunció respecto a la insuficiencia de contar con mujeres en representación política y las desigualdades estructurales, diciendo:

Vivimos en una época en la que hemos visto a mujeres ascender a los cargos más altos del país. La presidenta del Tribunal Supremo, Mandisa Maya, la primera mujer en presidir el Tribunal Supremo de Sudáfrica, es uno de esos ejemplos de progreso.

Las mujeres siguen sufriendo las consecuencias de la crisis social y económica de Sudáfrica. La pobreza es abrumadoramente femenina. Y nuestro país sigue azotado por el flagelo de la violencia de género. A cada mujer que ha sobrevivido a la violencia, le digo: No te calles. Alza la voz. Tu voz importa.

Mientras que, desde el activismo en movimiento, la Liga de Mujeres AbahlalibaseMjondolo, en el marcodel campamento político reunido bajo el lema: “20 años de resistencia de las mujeres. El ubuhlalismo comienza con nosotras”, dicen que:

Como mujeres, seguimos enfrentando violencia, pobreza, exclusión, desplazamiento y falta de respeto. Pero nos negamos a callar. Somos líderes. Somos organizadoras. Somos constructoras de nuestras comunidades. Somos militantes en la lucha por construir la democracia revolucionaria y el socialismo desde abajo, ocupación tras ocupación y comuna tras comuna.

Tenemos la campaña “Las mujeres pueden hacerlo”, que se basa en cuatro pilares:⁠Apoyar a las mujeres en puestos de liderazgo, construir medios de vida para las mujeres a fin de posibilitar su bienestar y autonomía, tomar medidas directas para garantizar el acceso de las mujeres a la tierra y organizarse para poner fin a la violencia contra las mujeres.

Como Movimiento Abahlalibase Mjondolo, y como personas pobres de este país, seguimos sufriendo desalojos armados, demoliciones y ataques violentos. Estos ataques no provienen de enemigos extranjeros, sino de nuestro propio gobierno y del poder organizado de los ricos.

En este momento, el municipio de Kwa Dukuza y los contribuyentes de Dolphin Coast están trabajando juntos para desalojar a las personas de las comunidades en las que han vivido durante años. Enviamos un mensaje claro: Esto nos recuerda la Ley de Áreas de Grupo durante el apartheid. Nos empobrecieron, y ahora nos dicen que ciertos lugares no son para nosotros, ni siquiera bajo esta supuesta Nueva República de Sudáfrica. La Carta de la Libertad declaró que «Todas las personas tendrán derecho a vivir donde elijan», ¡y Ballito también es nuestro lugar!

En Durban, la Unidad Anti-Invasión de Tierras continúa demoliendo e incendiando viviendas. Familias se quedan sin hogar. Estos desalojos son ilegales y, según la ley, actos delictivos.

Si fuéramos verdaderamente libres, nadie sería desalojado ni su hogar sería destruido. Si fuéramos verdaderamente libres, ningún niño dormiría a la intemperie porque el municipio incendiara su chabola. La libertad solo existe en el papel. Por eso, como Abahlali, hablamos de «falta de libertad».

Nosotros decimos: No a la xenofobia, no a los desalojos y demoliciones y no a los ataques a nuestros hogares, a nuestros cuerpos y a nuestra dignidad. ( Liga de Mujeres Residentes de Mjondolo, 2025)

Nosotros decimos: Sí al poder de las mujeres, sí a la tierra, la vivienda y la alimentación y sí a la solidaridad, la justicia y el «ubuhlalismo».

Las voces aquí recogidas muestran una diferenciada forma de nombrar y enfrentar la desigualdad que atraviesa a las mujeres sudafricanas. Por un lado, el estudio impulsado por una aseguradora dirigida por mujeres ofrece un retrato estadístico de percepciones, miedos y aspiraciones; un diagnóstico que, aunque valioso, se limita al registro de experiencias y no necesariamente cuestiona las raíces estructurales de la opresión. Por otro lado, las demás voces van dibujando sus realidades, desde sus luchas que van de la política gubernamental, en la calle, en el movimiento. Por ejemplo, la Liga de Mujeres AbahlalibaseMjondolo habla desde la calle, desde la vida cotidiana en los márgenes, denunciando desalojos, violencia y exclusión como expresiones vivas del capitalismo racializado.

La lucha de las mujeres en Sudáfrica no es un capítulo cerrado del pasado, sino una resistencia activa que se libra tanto en los indicadores como en las barricadas, en los informes de investigación y en las ocupaciones de tierra, en la palabra pública y en la defensa diaria de la dignidad.

Lo que dice la académica.

Apropiarnos del espacio, de permitirnos y de habilitarnos mutuamente para tener voz.  Comprende el feminismo concebido como cotidiano como la forma de tratar de encontrar maneras de nutrirnos a diario, y de forma mutua, desmantelando los constructos, los ismos, los ismos estructurales y sistémicos. Y de divertirnos mucho cada día. No se supone que seamos sombrías, miserables y feministas, miserables. El feminismo es alegría. (Dra. Lebohang Liepollo Pheko)

En este ejercicio cierro con una referencia que no significan que sea la única que exista, pero forman parte de las que vamos conociendo en este tránsito de nuestra investigación situada. La Dra. Lebohang Liepollo Pheko[6], ha trabajado el tema de la economía feminista con enfoque decolonial; nos ofrece un análisis de Sudáfrica refiriendo que se requiere de una reorientación que se aleje de la globalización capitalista y se incline hacia las epistemologías africanas introspectivas del humanismo de Kenneth Kaunda, el socialismo científico de Kwame Nkrumah y la Declaración de Arusha dirigida por Julius Nyerere. De hecho, explica que:

un país como Sudáfrica se vio arrastrado a la lógica de la teoría del desarrollo neoliberal sin la oportunidad de explorar alternativas de autodeterminación como el humanismo de Zambia o el Ujamaa de Tanzania. El Ujamaa fue una política social y económica desarrollada e implementada en Tanzania por el presidente Julius Kambarage Nyerere (1922-1999) entre 1964 y 1985. Basada en la idea de la agricultura colectiva y la «aldeización» del campo, el Ujamaa también exigía la nacionalización de la banca y la industria, así como una mayor autosuficiencia tanto a nivel individual como nacional (Nyerere, 1962 ;Nyerere, 1987).(Lebohang Liepollo Pheko, 2025).

Con esta mirada critica que estudia la economía con visión feminista y enfoque decolonial estamos observando la crítica estructural del sistema económico hegemónico que atraviesa a Sudáfrica, un sistema que produce desigualdad y empobrecimiento pese a los recursos y la potencialidad con integra al bloque BRICS.

Para la Dra. Pheko, el feminismo es radical. Es comprender que no se trata solo de mujeres, sino de un cambio sistémico. Ser feminista implica comprender que no solo sostenemos el cielo, sino que somos el cielo. Se trata de poder. Es anticolonial, antiimperial, antirracista y antisionista.(Woman Kind)

En función a su trayectoria profesional y activismo, comprende que parte del trabajo que ha realizado en los últimos años giró en torno a la economía feminista del bienestar, sobre cómo nombramos el trabajo que realizan las mujeres en particular. Se declara profundamente comprometida con la idea de que el trabajo de cuidados es un trabajo real. (Woman Kind)

Interpretando su realidad, propone la necesidad de apropiarnos del espacio, de permitirnos y de habilitarnos mutuamente para tener voz.  Comprende el feminismo concebido como cotidiano como la forma de tratar de encontrar maneras de nutrirnos a diario, y de forma mutua, desmantelando los constructos, los ismos, los ismos estructurales y sistémicos. Y de divertirnos mucho cada día. No se supone que seamos sombrías, miserables y feministas, miserables. El feminismo es alegría.

En este mismo orden de ideas, argumenta en su artículo Más allá del PIB: Por qué los países africanos deberían adoptar una economía del bienestar descolonizada (Liepollo Pheko, 2023) que:

– El surgimiento de mujeres negras que lideran movimientos de ecofeminismo y justicia ecológica aporta una perspectiva importante. Sus voces desafían el predominio de las perspectivas privilegiadas de la población blanca en el activismo climático y ofrecen un enfoque descolonizado para abordar el cambio climático y la redistribución económica.

– Los Estados deben priorizar la redistribución del poder, los recursos y los beneficios de la globalización. Un compromiso genuino con el crecimiento equitativo exige abordar las injusticias históricas, desafiar los modelos de desarrollo eurocéntricos y valorar el cuidado y la reproducción social como pilares fundamentales de nuestras sociedades.

Lo que decimos al cierre.

El Día Nacional de la Mujer Sudafricana no es solo una conmemoración histórica, sino un recordatorio vivo de que la lucha iniciada en 1956 sigue siendo urgente y vigente. A pesar de avances legislativos, institucionales y simbólicos, las mujeres sudafricanas especialmente negras y pobrescontinúan enfrentando un entramado de violencias, desigualdades económicas y exclusiones estructurales.

El contraste entre la acción gubernamental, los indicadores hegemónicos y las realidades situadas revela una fractura profunda: se cuantifica el dolor, pero no se cuestiona el sistema que lo produce. Como señalan las voces académicas, activistas y comunitarias, se necesita una transformación civilizatoria que ponga en el centro el bienestar, el cuidado y la justicia redistributiva desde perspectivas decoloniales y feministas.

Honrar a las mujeres de 1956 implica más que recordar; exige actuar para que ninguna mujer en Sudáfrica viva bajo el peso del miedo, la pobreza y la invisibilidad. El desafío es romper con métricas y políticas que perpetúan la opresión y construir, desde los saberes y resistencias locales, una sociedad donde la libertad y la dignidad sean realidad para todas.La humana humanidad tiene que nacer con plenas oportunidades para todos y todas fuera de la lógica del capital racializado y patriarcal.

Referencias bibliográficas

Patricia de Lille. (2025, 8 9). DÍA DE LA MUJER 2025: HONRANDO EL CORAJE, DEFENDIENDO LA HUMANIDAD. Retrieved from For Good: https://forgood.org.za/womens-day-2025-honouring-courage-defending-humanity/

1st for Women Insurance Company Limited. (2025). Her and Now: Insights into the Women of South Africa 2025 de First for Women .Pretoria: 1st for Women Insurance Company Limited.

Centro para el Estudio de la Violencia y la Reconciliación (CSVR. (2025). JUSTICE DENIED: MAY 2025 GENDER-BASED VIOLENCE CRIMES REMAIN UNPUNISHABLE IN SOUTH AFRICA. entre for the Study of Violence and Reconciliation and the Swiss Ministry of Foreign Affairs.

Comision de Equidad de Género de Sudáfrica. (2024). WOMEN IN THE SOUTH AFRICAN ECONOMY.Pretoria: Commission for Gender Equality.

Comisión de Igualdad de Género. (2024). Towards a Gender-Based Violence Index for South Africa An overview and proposed way forward.Pretoria: Comisión de Igualdad de Género.

Cyril Pamaphosa. (2025, 8 9). Discurso del Presidente Cyril Ramaphosa con motivo del Día de la Mujer. Retrieved from The presidency: https://www.thepresidency.gov.za/address-president-cyril-ramaphosa-occasion-womens-day

Departamento de Estadisticas del gobierno sudafricano (StatsSA. (2022, 08 23). Casi la mitad de las mujeres sudafricanas están fuera de la fuerza laboral en el segundo trimestre de 2022. Retrieved from https://www.statssa.gov.za/?p=15668

Estado de la Nación Sudáfrica. (2022). EL PRIMER ESTUDIO NACIONAL SUDÁFRICANO SOBRE VIOLENCIA DE GÉNERO. Pretoria: Estado de la Nación Sudáfrica. Retrieved from https://www.stateofthenation.gov.za/priorities/making-communities-safer/gender-based-violence

Estado de la nación Sudafricana . (2022).

Lebohang Liepollo Pheko. (2025). Descolonización, globalización y Sudáfrica. Revista Internacional de Estudios Críticos de Diversidad.: Pluto Journals, 31-53.

Liepollo Pheko. (2023, 10 6). Más allá del PIB: Por qué los países africanos deberían adoptar una economía del bienestar descolonizada. Retrieved from Impakter.com: https://impakter.com/beyond-gdp-why-afrikan-countries-should-shift-to-decolonized-wellbeing-economics/#:~:text=Only%20by%20dismantling%20the%20toxic,systems%20potentially%20come%20into%20being

Modiegi Mashamaite. (2025, 8 8). ‘Wathint’ abafazi’: Una nueva investigación muestra que el 90% de las mujeres sudafricanas creen que «la suavidad es fuerza». https://www.timeslive.co.za/.

Ntokozo Khumalo. (2025, 8 9). Ramaphosa insta a los hombres a ayudar a las mujeres a “tener éxito y prosperar”. Retrieved from Eyewitness News: https://www.ewn.co.za/2025/08/09/ramaphosa-urges-men-to-help-women-to-succeed-and-to-prosper

Robin-Lee Francke. (2025, agosto 9). Celebrando el Día de la Mujer: El Parlamento reflexiona sobre el legado de la Marcha de las Mujeres de 1956. Independent Online.

Servicio de Policía Sudafricano (SAPS. (n.d.). Informe.

Tswelopele Makoe. (2025, 8 9). Día de la Mujer: “El silencio ya no es una opción”. Sunday Independent.

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Woman Kind. (n.d.). “Ser feminista significa comprender que no solo sostenemos el cielo, sino que somos el cielo”.Retrieved from woman kind: https://www.womankind.org.uk/story/being-a-feminist-is-about-understanding-that-we-hold-up-not-just-the-sky-but-that-we-are-the-sky/


Notas:

[1] Este artículo forma parte de un avance investigativo en curso para la Maestría en Estudios y Saberes Africanos, desarrollada por el Instituto de Investigaciones Estratégicas sobre África y su Diáspora (Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños) de la República Bolivariana de Venezuela.

[2] Asistimos a la presentación de este libro no solo por la importancia que tiene para el debate de ideas del feminismo africano, la producción de conocimiento que se hace desde África sino por la articulación que podemos generar desde el sur global.

[3] Es una aseguradora dirigida a mujeres. Crearon el Proyecto Zeitgeist con The Culture Foundry Co, para recopilar y analizar datos sobre las experiencias de las mujeres sudafricanas en múltiples dimensiones de sus vidas, incluyendo seguridad, bienestar económico, relaciones y empoderamiento personal. Su portal web: https://www.firstforwomen.co.za/blog/inspiration-blogs/her–now-what-women-want-in-2025/

[4] https://iol.co.za/news/politics/2025-08-09-celebrating-womens-day-parliament-reflects-on-the-legacy-of-the-1956-womens-march/

[5] El informe explica que se realizó una encuesta cuantitativa exhaustiva y perspectivas cualitativas del compromiso de Culture Foundry Co con las iniciativas comunitarias de 1st for Women. Se diseñó un enfoque  para obtener perspectivas integrales y al mismo tiempo garantizar que las voces de las personas directamente afectadas se presentaran de manera prominente.

[6] Es una destacada investigadora, profesora y activista. Su análisis aborda las tres variantes concernientes a: raza, clase y feminismo. Está comprometida con fundamentar la investigación académica en las luchas y la praxis comunitarias; asociada a la cohorte de mujeres impacientes y molestas que están reimaginando el mundo y planteando demandas de nuevas economías, nuevos estados, nuevas políticas que centren nuestras realidades. Tomado de: https://knowledgehub.southfeministfutures.org/kb/feminist-economics-is-everything-the-revolution-is-now/?utm_source=chatgpt.com

Es miembro de la Comisión Walter y Patricia Rodney sobre Reparaciones y es la principal sección sudafricana sobre economía política de las reparaciones. Forma parte del centro de investigación de activistas y defensa feminista Trade Collective. Tomado de: https://lectures.mandela.ac.za

Yasmín Carolina Corrales González. Investigadora sobre Feminismos Africanos.

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