Recalcular un estimado previo de Producto Interno Bruto (PIB) usualmente conduce a un análisis detallado de la corrección efectuada. Ocurre en todas partes, especialmente cuando incluye modificaciones notables en la cuantificación de algunos componentes del PIB. Ese es el tipo de situación que acaba de producirse en Cuba. Se ha revisado hacia arriba el crecimiento […]
Recalcular un estimado previo de Producto Interno Bruto (PIB) usualmente conduce a un análisis detallado de la corrección efectuada. Ocurre en todas partes, especialmente cuando incluye modificaciones notables en la cuantificación de algunos componentes del PIB.
Ese es el tipo de situación que acaba de producirse en Cuba. Se ha revisado hacia arriba el crecimiento del PIB en 2018, siendo ahora de 2,2%, en vez del 1,2% que se había estimado en diciembre de 2018. (1)
Lo más llamativo ha sido la explicación desglosada de la corrección:
- En el sector de la construcción inicialmente se calculó un decrecimiento del -2,2% que ahora se ha convertido en un crecimiento del 9,3% (una corrección positiva de 11,5 puntos porcentuales).
- En la agricultura, ganadería y silvicultura se estimó inicialmente una caída de -4,9% que ahora se reporta como un crecimiento de 2,6% (una corrección positiva de 7,5 puntos porcentuales).
- En la Salud Pública, el estimado inicial de +1,3% se modificó hasta un +3 %.
Normalmente, cada vez que una corrección de PIB sectorial supera los 5 puntos porcentuales, los economistas tienden a sacar la lupa y las calculadoras.
Me concentro ahora en el caso del agro, tomando como base la información disponible de manera pública. (2)
Dos preguntas iniciales parecen ser pertinentes:
- ¿Cuál es la comparación de ese crecimiento de 2,6% del agro en relación con años anteriores?
- ¿Cuáles son las principales relaciones observadas entre la tasa de crecimiento del sector agro y algunos de los principales indicadores físicos del sector?
La respuesta a la primera pregunta es que la cifra de 2,6% es ligeramente inferior a la tasa de crecimiento promedio del agro durante el periodo 2012- 2018. (3) Es decir, la corrección realizada no llama la atención porque se trate de un crecimiento inusual del sector en años recientes.
La segunda cuestión es la que debe recibir mayor atención porque esta corrección en el valor del sector agro a nivel de cuentas nacionales tiene como antecedente inmediato la publicación reciente de las cifras de producción física del agro en 2018, y de manera inevitable surge la siguiente pregunta: (4)
¿Es compatible la revisión del crecimiento del PIB del agro de 2,6% con la reducción de las toneladas producidas en 2018 en los dos principales grupos de productos de la agricultura (viandas y hortalizas) y con la reducción de la carne porcina, la cual representa el mayor tonelaje de productos cárnicos producidos en Cuba?
Los datos de producción física en 2018 indican que, en la agricultura, cayó la producción física de tabaco, cítricos y frutas. Solamente crecieron los cereales, las leguminosas y el cacao.
En cárnicos, las toneladas de carne bovina crecieron en 6,5%, y la porcina se redujo ligeramente, pero debe tenerse en cuenta que las toneladas de carne porcina duplican aproximadamente las toneladas de carne bovina.
Creció la producción de leche en 7,6% y la de huevos en 9,6%. La captura bruta de pescado y de mariscos también fue menor en 2018.
Eso indica que en 2018 se alcanzaron resultados mixtos en cuanto a producción física, con una agricultura más bien hacia la baja y un sector pecuario con crecimientos en todos los grupos, con excepción del producto cárnico que más se produce en el país. El siguiente gráfico ilustra las tendencias (en números índices) de la contribución del PIB del agro y de las principales producciones físicas durante el periodo 2012- 2018.
Para lograr una visualización más efectiva conviene simplificar el número de factores que se consideran. En ese sentido, se adoptan tres criterios de simplificación:
- La consideración de las relaciones entre el PIB sectorial y los indicadores físicos se restringen a los tres años en los cuales el crecimiento del aporte del valor del agro al PIB fue superior a 2,5% (2013, 2016 y 2018).
- Solamente se consideran los dos productos agropecuarios y los dos productos cárnicos con mayor tonelaje (viandas, hortalizas, carne bovina y carne porcina).
- Se prioriza en el análisis los tres grupos de productos que tienen los mayores coeficientes de correlación estadística con el PIB sectorial: carne porcina (0,9708), carne bovina (0,9673) y viandas (0,9144). (5)
Un primer gráfico simplificado permite visualizar la dinámica del PIB sectorial con los dos principales grupos de producciones agrícolas. Con cifras respectivas de 2 millones 700 mil y 2 millones 500 mil toneladas, las viandas y hortalizas son las categorías de alimentos con un mayor tonelaje de todo el agro cubano, presentando una amplia ventaja respecto al tercer grupo -frutas- que no alcanza el millón de toneladas.
El aspecto más llamativo, a simple vista, es que se alcanza un crecimiento del PIB del agro en 2018, a pesar de haberse contraído la producción de viandas durante dos años consecutivos, algo que es una situación «anormal» en el periodo seleccionado.
Las principales observaciones identificadas en cada uno de los tres años seleccionados son las siguientes:
2013. El crecimiento de 4,7% del PIB sectorial se produce a pesar de haberse registrado una reducción del 4,2% de las toneladas de viandas. Sin embargo, tuvo lugar un incremento de 14% en las toneladas de hortalizas y de 16% en la carne porcina. Es decir, creció a niveles muy altos una producción de peso que también tiene un índice de correlación fuerte con el PIB sectorial (carne porcina) y otro producto (hortalizas) con un coeficiente de correlación que no es alto, pero que tiene un alto peso en el total de toneladas agrícolas.
2016. Ese año tiene el record de crecimiento del PIB del agro en el periodo analizado (6%), habiendo crecido simultáneamente -por encima del 8%- los tres grupos de productos que combinan alto peso y elevado índice de correlación (viandas, carne porcina, y carne bovina). Decrecieron las hortalizas, que tienen peso en toneladas, pero no un buen coeficiente de correlación.
2018. Decrecen simultáneamente dos de los tres productos que combinan alto peso y elevado índice de correlación (viandas y carne porcina). Decrece un producto de alto peso y bajo coeficiente (hortalizas) y solamente crece -por debajo de 7%- un producto que combina peso en toneladas y alto coeficiente (carne bovina).
La conclusión preliminar -que debe ser verificada con más datos que ahora no están disponibles públicamente- es que 2018 fue un año con un patrón de crecimiento «anormal» del PIB del agro en tiempos recientes porque nunca antes, desde 2012, el sector había tenido un crecimiento superior al 2,5% cuando habían decrecido simultáneamente dos productos de peso y con alto coeficiente (uno de ellos -viandas- decreciendo por segundo año consecutivo), otro producto de alto peso también decrece, y el único otro producto que combina peso y coeficiente crece, pero de manera moderada.
Es decir, la comparación con las tendencias recientes parece indicar que la cifra de 2,6% del crecimiento de la contribución del valor del agro al PIB en 2018 no es un evento probable.
No hay elementos para afirmar que no sea un evento posible, pero es precisamente esa diferencia entre posibilidad y probabilidad la que debería ayudarnos a entender mejor quienes hicieron la corrección estadística desde un decrecimiento de -4,9% a un crecimiento de 2,6%.
Notas
1 Oscar Figueredo Reinaldo, Dianet Doimeadios Guerrero, Lissett Izquierdo Ferrer, Lisandra Romeo Matos, Abel Padrón Padilla, Irene Pérez, «Pese a restricciones financieras, Cuba cumple niveles de producción esenciales en primer semestre de 2019», Cubadebate, 13 de julio de 2019, http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/07/13/pese-a-restricciones-financieras-cuba-cumple-niveles-de-produccion-esenciales-en-primer-semestre-de-2019/#.XSxy4I-xU-U
2 Para simplificar el lenguaje del texto, denomino sector del «agro» al que se identifica en la estadística oficial cubana como «agricultura, ganadería y silvicultura».
3 ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2017. Tabla 5.7 – Producto interno bruto por clase de actividad económica a precios de mercado (A precios constantes de 1997) http://www.one.cu/aec2017/05%20Cuentas%20Nacionales.pdf
4 ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2018 (edición 2019). Capítulo 9. http://www.one.cu/aec2018/09%20Agricultura%20Ganaderia%20Silvicultura%20Pesca.pdf
5 Cálculo de coeficiente de regresión lineal. Se consideran los productos en los cuales el coeficiente es mayor que 0,7000. El coeficiente para las hortalizas fue 0,6319.