Recomiendo:
0

De la España franquista a los hogares de la burguesía parisina

«Si tú vas a París», un documental sobre la emigración de mujeres españolas en los años 60

Fuentes: Rebelión

Países como Francia, Alemania y Suiza fueron destino de la inmigración de cientos de miles de españoles en los años 60. El caso específico de las mujeres trabajadoras ha sido poco reconocido. El documental «Si tú vas a París», de 52 minutos, dirigido por los realizadores franceses Jacquie Chavance y Guillaume Mazeline, supone una modesta […]

Países como Francia, Alemania y Suiza fueron destino de la inmigración de cientos de miles de españoles en los años 60. El caso específico de las mujeres trabajadoras ha sido poco reconocido. El documental «Si tú vas a París», de 52 minutos, dirigido por los realizadores franceses Jacquie Chavance y Guillaume Mazeline, supone una modesta aportación para rellenar este hueco. Protagonizan el documental, con toda su naturalidad, frescura y gracejo popular, un grupo de 7 mujeres de Polinyà del Xúquer (Valencia) que emigraron a París en los años 60 para trabajar como empleadas del hogar. Hoy tienen más de 70 años (una de ellas ya murió). Sin voz en off y sólo con el testimonio de estas mujeres, el sencillo documental constituye un documento sociológico de primer orden, emitido en el Canal Public Sénat, el Fòrum de Debats de la Universitat de València y el Centro de Creación Contemporánea Matadero de Madrid.

«Ellas eran empleadas en las familias de los barrios ricos de la ciudad (París VIII, París XVI, el entorno de los Campos Elíseos…); laboraban todo el día y dormían en la buhardilla de los mismos edificios donde trabajaban», explica Bruno Tur, asesor del documental e investigador de la Universidad de Nanterre, quien ha presentado el filme en el Fòrum de Debats de la Universitat de València. Viajaban a París solas (sin marido e hijos), incluso siendo menores de edad. En Polinyà del Xúquer, o en otros muchos pueblos de la época, estas mujeres tenían estudios muy escasos y se vieron en la necesidad de trabajar desde una edad temprana (faenando en casas, cuidando a otras personas, cosiendo, en la recolecta o en los almacenes de naranjas).

El motivo de la emigración a París era contribuir al sostenimiento de sus familias. «Nos fuimos con el billete, las maletas y poco más; allí había muchas chicas de Polinyà del Xúquer; decían que en París, sin trabajar se te llenaban los bolsillos; conocíamos París del cine», relata una de las mujeres. En términos generales eran hijas de «rojos» o de vencidos. «Mi padre había sido un rojo que fue condenado a muerte; mis amigas no querían jugar conmigo porque él estaba encerrado», recuerda Rede March en el documental. Otro de los testimonios, el de Carmen March, pone el énfasis en que tuvo que aprender en Francia «lo que durante la guerra se hizo en el lado fascista». El padre de Inés y Paquita Navarro, dirigente de la UGT, permaneció dos años en prisión en la cárcel Modelo de Valencia.

Las condiciones de vida en el pueblo durante la posguerra fueron muy duras. A ello se añade que eran mujeres «señaladas» por la ideología de sus familiares. «Como emigraron a París solas, al llegar pudieron acceder a cierta independencia económica, aunque todo el dinero que ganaban los mandaban al pueblo», explica Bruno Tur. También se guardaban el capital para en el futuro comprar una casa o montar un negocio. Muchas se marcharon teóricamente por unos meses, pero luego se quedaron en la capital gala durante muchos años. Volvían a Polinyà del Xúquer durante las vacaciones. Uno de los aspectos más llamativos del documental es el violento contraste entre la modernidad parisina y el conservadurismo de un pueblo de provincias durante la España franquista. Estas mujeres emigrantes accedieron a una libertad inimaginable en Francia. El audiovisual cuenta el escándalo generado cuando alguna entraba en la iglesia con minifalda.

También se les ponía problemas a la hora de cumplimentar los pasaportes. Al volver durante las vacaciones en el pueblo se les consideraba más o menos «putas» (por su condición de mujeres emigrantes solas). «La idea de que la emigración es peligrosa para las mujeres se encuentra en los discursos de Franco», apunta Bruno Tur, quien ha realizado una tesis doctoral sobre la inmigración española durante los 60 en París. «En el pueblo, explica el investigador, hubo durante un tiempo rumores de que estaban embarazadas, si no es que -se decía- habían abortado». La película «Españolas en París» (1971), dirigida por Roberto Bodegas y protagonizada por Ana Belén y Laura Valenzuela, da cuenta del fenómeno.

«Si tú vas a París» no es un documental sobre la militancia política, pero sí sobre la clase trabajadora, el mundo de trabajo y la vida cotidiana. Es un ejemplo de Historia Oral. Afirma una de las mujeres emigrantes: «Me fui el 21 de octubre de 1960 con Mari Carmen en el tren, cuando tenía 18 años; éramos muy jóvenes y nunca habíamos salido de casa; me pasé el viaje llorando». Medio siglo después (Polinyà del Xúquer, 2012), recuerda otra de las mujeres: «Encontrábamos trabajo en seguida, ya que sólo querían españolas; trabajábamos hasta el almuerzo, fregábamos y planchábamos casi sin reposo (sólo una hora); después hacías la cena, fregabas y sobre las 10 (si no había invitados) te subías a la habitación».

Además los sueldos eran mucho más elevados que en España (podían ganar 3.000 pesetas al mes en la capital francesa, por 100-150 pesetas al mes en el estado español). Francia era un país que requería mano de obra. Se les daba de alta en la seguridad social, una condición necesaria para acceder al permiso de trabajo. Según Bruno Tur, «eran mujeres que sabían defenderse del patrón, a pesar de que muchas no habían salido antes de sus pueblos; en una casa u otra siempre encontraban trabajo».

Explica el investigador que las redes solidarias se activaban antes de emigrar. Mucha gente se trasladaba a Francia con un visado de turista, y encontraban después trabajo con el apoyo de los emigrantes españoles ya instalados. El hecho de que el documento que portaban los españoles fuera la visa turística no es baladí (ocurría así en el 70% de los casos, sobre todo en la emigración a París). Se desmiente así el tópico de que los emigrantes salían del estado español durante el franquismo con un contrato de trabajo. Cuando las mujeres de Polinyà del Xúquer llegaron a París, había gente del pueblo esperándolas. Trababan relación entre ellas y después de la jornada laboral salían a bailar o a fiestas. En otros casos se organizaban en asociaciones. Uno de los puntos que unía a las mujeres de Polinyà era la posibilidad de hablar en la lengua autóctona.

La experiencia marcó una ruptura muy clara respecto a los patrones de la época. Unas mujeres que emigraron a París para ganarse la vida ponían distancia con el modelo predicado por el franquismo: amas de casa dependientes del marido. El documental es, además, un reguero de testimonios de vida, la materia prima (vital) con la que los científicos sociales elaboran sus constructor. Con el primer sueldo parisino, Reme se compró la muñeca que toda la vida quiso tener y sus padres nunca le pudieron comprar. Así Reme cumplió su sueño.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.