Rusia «siempre ha mantenido que cualquier solución a la guerra tenía que pasar por Asad, que tiene toda su legitimidad, como se demostró en las elecciones de hace dos años, cuando salió reelegido presidente con una amplia mayoría», señala el miembro del Colectivo Anemoi y del Foro ‘Estamos en guerra, contra la guerra imperialista y […]
Rusia «siempre ha mantenido que cualquier solución a la guerra tenía que pasar por Asad, que tiene toda su legitimidad, como se demostró en las elecciones de hace dos años, cuando salió reelegido presidente con una amplia mayoría», señala el miembro del Colectivo Anemoi y del Foro ‘Estamos en guerra, contra la guerra imperialista y la OTAN’.
«El pueblo sirio sabe que su futuro está con Asad y el apoyo de Rusia es esencial», afirma.
Moscú ha manifestado desde el primer momento «su apoyo a Asad», diciendo que era «la única forma de enfrentarse al terrorismo del Estado Islámico».
Para el militar, este grupo terrorista «ha sido una construcción de los servicios secretos norteamericanos como ellos mismos han reconocido, con la colaboración de Arabia Saudí, Turquía e Israel».
Todos ellos «empeñados en acabar con el régimen de Asad para dibujar una nueva organización del territorio o fragmentar el país».
Washington se ha convencido de que «su proyecto es inviable, se le ha ido de la manos» y tiene que llegar a un algún tipo de acuerdo con Rusia, opina Pardo a esta agencia.
Moscú lo «ha ha asumido» e Irán, «que es el otro factor de primer orden en este escenario», también.
«Las conversaciones de EEUU con Irán» han sido la baza del presidente estadounidense para empezar a dibujar otro escenario en la región.
Para ello ha sido fundamental que Obama se haya «desembarazado de la secretaria de Estado Hillary Clinton, de su embajador en Naciones Unidas y del general John Allen, enviado especial en Turquía ante la coalición global contra el Emirato Islámico».
«Los tres le estaban haciendo el juego a sus espaldas», opina el experto.
La nueva estrategia «choca con el planteamiento que defendía esta terna» y con la «propia agenda de Francia», que en un momento en que se intuía que «había negociaciones más o menos encubiertas entre EEUU y Rusia», acercamiento entre Arabia Saudí con Rusia, con entrevistas de alto nivel, y con Irán, «Francia se empeñaba en que su opción era acabar con Asad».
Como demuestra el haber bombardeado «la zona sin la autorización de Asad, una violación fragante de la soberanía y de todas las leyes intencionales», denuncia el experto.
Aunque hay que ver todavía como se desarrolla este último plan, «parece que Rusia va a liderar la estrategia en la región».
Estados Unidos «ha llegado a la convicción de que el tema del Califato Islámico que han estado alimentando en una estrategia que viene desde que apoyaron a los talibanes en Afganistán en contra de la Unión Soviética» le puede explotar en la manos.
«Esta estrategia tan sucia le ha creado muchísimos problemas», afirma el militar, a quien le parece «inconcebible que Europa siga los pasos de EEUU en este terreno», porque las consecuencias las sufre el viejo continente, como se ha demostrado «con las sanciones de Europa a Rusia por Ucrania».