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Israel, el Mundo Árabe y la Comunidad Internacional (Primera Aproximación, años cincuenta)

El Triangulo inacoplable

Fuentes: Rebelión

A modo de introducción ¿Qué orienta la política exterior israelí de corte sionista, desde sus inicios hasta nuestros días? Esta es la pregunta que trataremos de responder en este texto. Partiremos de analizar la política latinoamericana del estado judío en relación a la descolonización de países del Magreb; continuaremos analizando el papel de las relaciones […]

A modo de introducción

¿Qué orienta la política exterior israelí de corte sionista, desde sus inicios hasta nuestros días? Esta es la pregunta que trataremos de responder en este texto. Partiremos de analizar la política latinoamericana del estado judío en relación a la descolonización de países del Magreb; continuaremos analizando el papel de las relaciones que Israel construyó en el período de discusión de la partición de Palestina en 1947, que se extendieron para ser instrumentalizadas para la oposición a la independencia de los pueblos colonizados de África y Asia; y finalmente, veremos como se conceptualiza desde el punto de vista teórico, basándonos en un texto de Uri Avnery, la política exterior israelí. Sin dejar de lado la ideología de la Guerra Fría: el anticomunismo.

Objetivo: cómo cooptar a América Latina para evitar la independencia argelina

Aunque América Latina mantuvo cierta equidistancia en sus relaciones con Israel y el Mundo Árabe Islámico, años antes de la Resolución de Partición de Palestina, países como Venezuela ya habían reconocido la independencia del Líbano y Siria en 19461. Igualmente sucedería con Argentina, que con el triunfo electoral de Juan Domingo Perón, en febrero de 1946, cuando movilizó a sus partidarios de ancestros sirios libaneses, para comunicarles a varios estados árabes su disposición de entablar fructíferas relaciones diplomáticas. Posteriormente a junio de 1946 –la investidura del caudillo argentino– se establecieron relaciones con Egipto (junio de 1947), Israel (mayo de 1949) y ya se mantenían con el Líbano (noviembre de 1945), Arabia Saudita (febrero de 1946), e Iraq (abril de 1946)2.

Con la resolución de partición de Palestina, y la proclamación unilateral del estado judío, algunos diplomáticos árabes, supuestamente muy preclaros, percibían esta situación como un hecho consumado, sin vuelta atrás en los que no valía la pena discutir sobre su sentido en sí mismos, sino en la modalidad que tendría la susodicha división del área palestina, según la resolución 181 de la Asamblea General del la ONU, del 29 de noviembre de 19473.

Esto fue constatado en la documentación oficial que algunos diplomáticos argentinos enviaban a sus cancillerías desde sus embajadas en el Mundo Árabe: tal fue el caso del ministro argentino en Beirut, Francisco Arias Cuenca, quien informaba que los libaneses se sentían molestos por el reconocimiento argentino al nuevo estado de Israel, pero que lo veían como un hecho sin retorno, y no lo consideraban inamistoso, o anti árabe. Situación similar plantearían los diplomáticos del Plata en Egipto y Siria4. Pero esto tampoco fue obstáculo para que la Liga Árabe, que en su zona estaba muy debilitada, «rivalizara» con el llamado bloque latinoamericano en la Asamblea General en la concesión de su voto5.

Sin embargo esta equidistancia no se mantuvo por mucho tiempo, la década del cincuenta significó una agudización de la guerra fría, la cual terminó afectando a muchos países que aspiraban a su independencia.

En el caso de países árabes como Argelia se dirigieron a los latinoamericanos, en febrero de 1957, solicitando apoyo para liberarse de Francia. La razón de su búsqueda de los latinos era ‘su resolución de ponerse de parte de los oprimidos’6. Sin embargo este argumento, algo cándido, probablemente fue esgrimido con intención de hacer relaciones públicas, ya que para ese momento el continente tenía un abultado número de dictaduras militares coordinadas por Washington durante la confrontación de ese instante con la URSS.

Los franceses, por su parte, argüían para su negativa que el territorio argelino constituía parte de la metrópoli francesa, o sea era «territorio nacional francés», lo cual dificultaba la ruptura con París, mucho más que en otros lugares (un argumento muy similar al de los sionistas para justificar su antipalestinismo)7.

La posición latinoamericana sobre la cuestión argelina era que la discusión debía posponerse en aras de que Francia buscara una solución en términos «pacíficos y democráticos», a pesar de que en 1956 países como Argentina, México, Guatemala, Costa Rica, Bolivia y Uruguay eran partidarios de anotar el tema del país del Magreb entre los temas a discutir en la Comisión Política Principal de la Asamblea General, una instancia similar a la comisión Ad Hoc durante la discusión del informe de UNSCOP8.

Para el 8 de febrero de 1957 sólo Bolivia defendía la idea de que el tema argelino era competencia de la ONU. El delegado cubano –Emilio Nuñez Portuondo– conjuntamente con el peruano consideraban que cuando se fundó la ONU, y se incorporó Francia, Argelia era un territorio de ultramar, del país europeo, de acuerdo a su constitución y nadie en el foro internacional le negó al país galo el derecho a esa posesión en África. Y en tanto que el principio de no intervención en asuntos internos de otros países es una de las bases de la OEA proponían: «no acordar proyecto de resolución»9.

La situación argelina provocó en algunos latinoamericanos actitudes de protesta ante la reacción de sus gobiernos por lo acontecido en el foro internacional por el pedido del país del Magreb. Incluso se manifestaron similitudes entre la lucha argelina y la independencia latinoamericana durante el siglo XIX10.

El 13 de febrero de 1957 se aprobó una resolución italo latinoamericana –en la Comisión Política Principal de la Asamblea General de la ONU– que no proponía ningún medio de resolución del conflicto entre Argelia y Francia. La votación fue un reflejo fiel de la polarización por la Guerra Fría; de un lado «el bloque soviético afroasiático» y del otro Europa Occidental y América (norte y sur) con excepción de Bolivia11.

La resolución obtuvo una votación de 41 votos a favor, 33 en contra y tres abstenciones. La autoría de la resolución era de los delegados de Brasil, Cuba y Perú más el apoyo de Italia. Con esta acción los latinoamericanos, a pesar de abundante número de regímenes de fuerza que tenía, demostraron una gran habilidad parlamentaría logrando que su propuesta descollara.

Coadyuvó a esto el que los representantes de los estados afroasiáticos, ante la posibilidad de que la Asamblea General no emitiera una resolución acerca del problema argelino, prefirieron la opción latinoamericana que implicaba que Naciones Unidas asumía una posición ante el problema, en forma indefinida12.

Esta situación llevó a los estados afroasiáticos a buscar el apoyo latinoamericano para una próxima resolución13 de avenencia en la que se expresa la necesidad de buscar un solución sin violencia ‘por medios adecuados’ de la «disputa sobre Argelia».

Pero la resolución en cuestión no pasó de un saludo a la bandera ya que la misma a diferencia de la primera, de diez días atrás, que no urgía a negociaciones, imponía una fórmula no expresa, y según los estados afroasiáticos, sobre entendida de «exhortación a las negociaciones».

Pero los representantes franceses consideraban, no sin razón, de que la resolución no contenía una «acción especifica» a ser desarrollada, por lo que el estado galo podía seguir con su política sobre la zona14.

Sin embargo, esta resolución de avenencia se consiguió por perseverancia de Guatemala y México aunado a la colaboración de Irán que produjeron una resolución conciliadora que en el fondo no cambiaba nada15.

Ante la situación anterior, el Estado Judío mantuvo una posición negativa hacia Argelia, de hecho lo contrario hubiera sido lo extraño16.

Todo lo anterior sucedió después de la Guerra del Sinai de 1956, en la que Francia, Inglaterra, e Israel se coaligaron para revertir la nacionalización del Canal de Suez. Pero en ese mismo año en agosto de 1957, y en la misma Asamblea General de la ONU, sucedería algo poco usual: un diplomático del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino se dirigió a la delegación Israelí solicitando su colaboración para la independencia de su país. El resultado fue infructuoso. Y cuando Argelia se independizó y se incorporo a la ONU, el 8 de agosto de 1962, Israel se constituyó en el único voto negativo a su ingreso17.

En el período de 1954 a 1962, durante la guerra de Argelia, Israel fue socio de los franceses en sus proyectos de contrainsurgencia para evitar la independencia del país magrebi. Francia e Israel actuaron en conjunto para frustrar el proceso de independencia de África del norte y el Medio Oriente. De esta forma, el país galo se convirtió apertrechador y protector de Israel hasta finales de la década del sesenta. Los franceses sentían un auténtico furor por Israel al punto que el general Maurice Challe aspiraba usar los Kibutzim «como modelo para sus programas de pacificación» en Argelia18. Y los israelíes no eran menos, estaban consubstanciados con la doctrina de contrainsurgencia francesa, guerre revolutionnaire , que se usó en el país africano, y que apareció como resultado de la debacle de los galos en Dien Bien Phu. Los israelíes se interesaron también en el uso de helicópteros en el enfrentamiento del FLN, al igual que la colaboración entre servicios de inteligencia, que podría datar de antes de 1953.

Generales del estado judío como Yitzhak Rabin (posteriormente primer ministro) y Haim Herzog (futuro embajador en la ONU y presidente), visitaron el estado magrebi en 1960, para observar a los paracaidistas galos combatiendo en las montañas de Kabil.

Argelia fue uno de los últimos escenarios de cooperación franco israelí de la cuarta república francesa, especialmente apoyando a la OAS 19 , una estructura clandestina, de ultraderechistas, formada por lo colonos franceses y militares en 1951, y responsable de muchos ataques contra civiles para perpetuar el dominio galo en el país del Magreb.

Argelia es uno de los muchos equívocos del Mossad, al errar en sus predicciones de cómo acabaría la Guerra de independencia en el país africano 20 .

El alabardero sionista de Amsterdam, París y otras metrópolis

Sin embargo el papel de Israel en relación a la independencia de varios pueblos colonizados no fue precisamente de poca importancia.

El apoyo que Israel consiguió en América Latina en favor de la partición no sólo lo uso en su beneficio como estado, posteriormente, sino que también en relación a otras situaciones, dependiendo de la coyuntura política.

Según Moshe Tov, un antiguo responsable de la Agencia Judía para América Latina, «en su afán» por colaborar con Israel, la mayoría de los estados latinoamericanos votaron con Francia en cuestiones como la independencia de Marruecos21, Argelia y Túnez. La razón radicaba en lo que Tov llamaba su «tesis»: la independencia de estos estados traería consigo su incorporación a la Liga Árabe «fortaleciendo su agresividad y su hostilidad contra Israel». Según Tov esta situación duró hasta la Asamblea General de la ONU de 195622.

Sin embargo, la posición francesa no sólo era el reflejo del conflicto árabe israelí, ya que fue percibida desde la metrópoli colonial gala como la necesidad de producir un cambio en la dependencia del petróleo del Medio Oriente.

Jean Caudier, un experto petrolero de la Cámara de Comercio France Amerique Latin en ese momento, sugirió diversificar los proveedores de crudo del estado francés a través de países como Venezuela. Según Caudier, desde 1948 París aumentó sus importaciones de petróleo del Medio Oriente de 64 a 94 por ciento; y las importaciones de oro negro de América Latina bajaron del 24 al 5 por ciento en 1956. Esta situación se debía a la necesidad de economizar moneda fuerte y a que el crudo de los países árabes era entonces (1957) pagable entre el 10 y el 30 por ciento en moneda francesa. Pero un «importador independiente francés» contrató, para este período, con proveedores colombianos de crudo a buen precio y pagado ‘parcialmente en francos franceses’ 23 .

Es evidente que la posición latinoamericana no respondía sólo a su identificación, táctica o estratégica, con Francia, sino a la probabilidad de beneficiarse de una nueva política petrolera, y económica del estado galo.

Otro caso en el que Israel usó su aval entre los latinoamericanos fue el de Nueva Guinea, cuando buscaba la independencia de Holanda, los pueblos aborígenes de esa zona.

Los holandeses requirieron la ayuda de Israel para ese fin ya que habían llevado el problema de Nueva Guinea, por la descolonización de esas tierras, a las Naciones Unidas. Israel logró reclutar, en auxilio de Holanda, a Cuba (pre revolucionaria), a Colombia, y Ecuador. Pero al mismo tiempo se enfrentaron con un conocido partidario de Israel: el profesor Enrique Rodríguez Fabregat de Uruguay y con un antiguo ministro de relaciones exteriores de Ecuador, el «Doctor Trujillo» que patrocinaba, en particular, una resolución anti holandesa.

Esta situación coincidió con la discusión de una resolución en el Comité Político Ad Hoc sobre la cuestión palestina que contenía la recomendación de ‘sanciones’ contra el Estado Judío.

Patrocinaba la iniciativa Indonesia, quien también lideraba el proyecto de descolonización de Nueva Guinea.

El hecho de que el representante ecuatoriano fuera partidario efusivo del Estado Judío le permitió a M. Tov restarle el apoyo de este país a los independentistas de Nueva Guinea y que afirmara públicamente la razón de ello, en tanto que los indonesios patrocinaban ambas iniciativas.

En esta situación tanto el ecuatoriano como el uruguayo convencieron a muchos de su área geográfica de que no apoyaran las sanciones contra Israel. Simultáneamente, Tov asesoraba a la delegación holandesa para relacionarse con los latinoamericanos.

En la comisión que conocía el caso, la votación fue a favor del estado holandés y continuaron trabajando — M. Tov y el ministro holandés de relaciones exteriores Joseph Marie Antoine Hubert    Luns– para obtener los dos tercios necesarios en la Asamblea General.

Lo más notable de todo lo anterior es que Brasil, uno de los partidarios de la descolonización de Nueva Guinea en la comisión Ad Hoc, voltearía su voto a favor de Holanda en la Asamblea General. El voto pro Holandés tuvo una consecuencia de retruque en la que se rechazaron las sanciones contra Israel 24 .

Otro caso similar a los anteriores en que Israel motorizó el apoyo latinoamericano se dió con Puerto Rico y Turquía.

En el caso de la isla caribeña, había llegado a la agenda de la Asamblea General la ‘independencia de Puerto Rico’; Israel, en conjunto con algunos delegados latinoamericanos, defendieron «como leones» el criterio de Estado Libre Asociado, basándose en la argumentación de los boricuas defensores de su asociación a los EE. UU.

En el caso del país euro islámico, en un determinado momento aspiró a una posición en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero tenía como oponente a Iraq.

Tov y su asistente latinoamericano, Ovidio Gondi, se movilizaron para cuadrar el voto hispano parlante del Nuevo Mundo, logrando éxito en su proyecto pro turco 25 .

Aunque parezca contradictorio, y para muchos una provocación, el propio Moshe Tov en su apreciación del Tercer Mundo, y la relación de este con Israel, asume una posición de víctima y afirma en sus memorias: «… buena parte de tales países [del Tercer Mundo] rompieron relaciones diplomáticas con Israel y traducen su hostilidad, aparente o real, votando en contra o auspiciando resoluciones no pocas veces descabelladas…»

Evidentemente, la cancillería, o los diplomáticos israelíes, no tienen una noción muy clara de lo que son las reacciones y la reciprocidad en política internacional y de lo que implican muchas de sus acciones y ni por equivocación advierten que pueblos de Nueva Guinea, o los puertorriqueños, o los pueblos del Magreb podrían responder en defensa de sus legítimos intereses a la independencia nacional, cuando el Estado Judío en forma gratuita y sin que quede en claro qué obtiene, y en qué se beneficia, se opone a la independencia de Nueva Guinea, o Puerto Rico, o cualquier otro pueblo.

El razonamiento de Tov deja en evidencia que en Israel hay cierta mentalidad de gran potencia militar entre su élite gobernante, sin caer en cuenta de sus enormes limitaciones políticas. Cosa que aunque parezca absurdo es admirado, en secreto, por muchos grupos nacionalistas.

Si bien es verdad que Israel prestó ayuda a muchos pueblos en desarrollo, sin que quede en claro en que medida, les ha permitido superar su situación; no menos verdad es que detrás de ella estaba una red de inteligencia 26 con objetivos de dominación, y en beneficio directo de sus opresores.

Si bien resultaría «entendible» que Israel mantuviera una oposición a causas árabes, que pretendían sancionarlo en la ONU a causa del conflicto árabe israelí, no sucede lo mismo con otras situaciones, al extremo de que sería interesante plantearse la pregunta; y saber en qué se beneficia Israel absteniéndose, u oponiéndose, en casos como la independencia de Timor Oriental (Resolución 37/30, abstención), o la Carta de derechos y Deberes Económicos de los Estados (Resolución 32/81, abstención), o la condena del Apartheid en los deportes (Resolución 37/69 G, ausente). Esto, especialmente, si votó a favor de la Resolución para el Desarme para el desarrollo (37/84), contra la intervención en Campuchea (Resolución 37/6), contra la intervención en Afganistán (Resolución 37/37), y por la negociación sobre las Malvinas (Resolución 37/9) 27 .

Desde este punto de vista no es de extrañar que recurrentemente el Tercer mundo traiga a colación el conflicto árabe israelí. Entre otras razones, más, para evitar que el olvido impidiera la autodeterminación palestina, viejo objetivo israelí manifestado en consignas, torpes, como la inexistencia del pueblo palestino, o que la solución del problema le corresponde a Jordania 28 .

La candidez de algunas afirmaciones de Tov bañadas de nostalgia, con alcanfor, sobre una supuesta Naciones Unidas idílicas, no pasan de ser un ejemplo de lo anterior y la incapacidad que demuestra este autor de hacerse cargo de las consecuencias de la política de su país.

Para gente como este diplomático, los oprimidos de la tierra deben guardar silencio para no importunarlo, en tanto que las Naciones Unidas se han convertido «en un foro originador de disensiones y conflictos internacionales… en una maquina de hostilidad… La ONU vive una hora de continuo descrédito…» 29 .

El ente internacional sólo sirvió, para diplomáticos como Tov, en la medida que se adaptan a sus intereses y necesidades; fue válida la Resolución 181 que divide Palestina, pero no aquellas que reconocen derechos nacionales a los árabes palestinos.

Una disonancia aún mayor que en la que pueden caer los árabes tomando en cuenta que la resolución de partición de Palestina de noviembre de 1947, no sólo creaba un estado judío, sino que también debía crear uno árabe, que Israel se negó a aceptar, política y militarmente.

La geopolítica de la arabofobia: el interrogante de Uri

A raíz de affair Irán – Contra surgió la pregunta, que se planteó el periodista Uri Avneri, y seguramente también en muchas cancillerías, cómo era posible que Israel armara al hostil régimen teocrático del Ayatola Sayyid Ruholla Musavi Jomeini que dirigía Irán desde la revolución islámica de 1979.

En principio es necesario aclarar que este apertrechamiento a los iraníes no se produjo como una venta puntual de armas a mediados de los ochenta, sino que comenzó al principio de la década, y continuó hasta el principio de los noventa, casi un decenio. Pero, qué motivaba al Estado Judío a armar a un país que predicaba, abiertamente, la liquidación de Israel: en principio, se basaba en una «infraestructura político ideológica» fundamentada en criterios de determinismo geográfico; se partía de que la geografía orientaba las relaciones entre estados mucho más que el pensamiento oficial que predicaran sus élites gobernantes. Y se implementaba en base a fórmulas de realismo político y pragmatismo. A título de ejemplo, no era la religión judía la gestora de la historia de Israel, sino la geografía de la tierra de Canaán. Pero además de esto, Israel era el enemigo infinito de los árabes, como consecuencia de una «hostilidad esencial, inmutable» por lo que «los árabes no aceptarán jamás» la existencia de Israel, y el conflicto será eterno.

En tanto el estado hebreo está «sitiado» por los árabes, es necesario –según la lógica sionista– buscar «aliados no árabes» que estén enfrentados con ellos históricamente. Y siendo que Israel se creó en el centro del Mundo Árabe, ¿de dónde saldrían estos dichosos aliados? La respuesta estaba en el planisferio y en la consigna de los busca pleitos: «el enemigo de mi enemigo es mi amigo».

Siendo que la presencia árabe se encuentran desde el norte de Iraq hasta las costas de Marruecos, y del Norte de Siria hasta el Yemen, lo que quedaba por fuera eran Irán al este, Turquía en el norte y Etiopía al sur. Países con conflictos con los pueblos árabes, por lo menos en algunos períodos de su historia, que constituirían la periferia de aliados de Israel. Lo de aliados es un decir, ya que la alianza la constituían pragmáticos, oportunistas, arribistas y timadores, todos de la misma catadura.

Pero los tres países reunían ciertas características que los volvían elegibles para ser aliados de Israel:

1] Irán era un país islámico Shiita, pero no árabe, no eran semitas, su lengua es indo europea y mantenía un conflicto con su vecino árabe Iraq que parecía, en la década de los ochenta, eterno. Además, en la época del Sha Mohammad Reza Pahlaví, el país persa estuvo estrechamente vinculado al estado hebreo, los israelíes crearon zonas de desarrollo, la policía secreta del Sha la diseñó el emisario israelí Iaacov Nimrodi y el petróleo iraní fluía por el oleoducto Eiliat Ashquelon. El propio venal Sha era accionista de la compañía petrolera que vendía el petróleo iraní a Israel. Pero esto, en apariencia, cambió con el fin del régimen monárquico, e Israel pasó a ser una abominación para los iraníes. Pero la venta de armas a los persas se producían en un contexto especial, el conflicto entre Iraq e Irán, una guerra de desgaste que requería gran cantidad de armamento. Además, esa encarnación del mal en la tierra que sionistas y estadounidenses pintaban, Sadam Husein, a finales de los setenta del siglo XX (1978), se adheriría al plan de paz esbozado por la Conferencia de la Liga Árabe de Bagdad en ese año, y en 1983 hizo lo mismo con el proyecto «determinando por la Conferencia Cumbre de Fez» (Marruecos) que constituía una propuesta árabe de paz en toda regla, que incluía el reconocimiento de Israel como estado 30 . Todo esto inaceptable para el estado hebreo.

2] Turquía, por su parte, es un país islámico sunita, que tampoco es árabe, y que durante varios siglos subyugó el área del actual Medio Oriente, en forma bastante despótica, bajo el Imperio Otomano.

Durante el periodo de sionismo primitivo, a principios del siglo XX, en 1905, el heredero de Herzl, Max Nordu, tomaría partido por el Imperio Otomano ante los levantamientos árabes de esa época, y considerará como natural apoyar a los turcos en tanto propietarios de las llaves de Palestina. Además mantienen un viejo conflicto con el gobierno árabe de Siria. Durante la década de los ochenta, Turquía no mantenía relaciones diplomáticas con Israel, por lo menos no en forma pública, aunque en la clandestinidad la relación era bastante fluida.

3] Etiopía, por su parte, es un estado cristiano copto, que la fábula bíblica considera su origen en la Reina de Saba, y el escudo de su monarquía, mientras existió, fue el león de la tribu de Yehuda. El estado africano estaba rodeado de países árabes hostiles: Sudán al oeste, y Somalía al este, a eso debía agregarse que mantuvo una encarnizada guerra por la región de Eritrea, poblada mayoritariamente por musulmanes y absorbida por los etíopes, durante un buen período de tiempo. En los cincuenta Israel mantuvo estrechas relaciones con los etíopes, tanto comerciales como militares y educativas. En tanto que Adis Abeba era la sede de la Organización para la Unidad Africana, esto colaboró en la infiltración de Israel en muchos países del continente negro. El esfuerzo de los sionistas en África se fundamentó en el hecho de que los árabes fueron durante siglos traficantes de esclavos y la hostilidad que esto continuaba despertando. Aunque el monarca etíope cayó y fue sustituido por un régimen militar de izquierda, la relación no sufrió grandes cambios, aunque asumió una faceta más reservada. Fue Moshe Dayan quien hizo público la venta de armas al estado africano, «sin pensarlo».

Una variante de la periferia la constituían las minorías, todos los grupos que no fueran árabe sunitas (los palestinos) eran candidatos a aliados de Israel, y había una «cooperación natural entre todos los elementos de la región que no sean árabes». La lista se podría comenzar con los Kurdos, los maromitas (en El Líbano), los coptos (Egipto), los shiitas y alawitas (Irak y Siria). Esta era una idea sacada del mandato francés en el país de los cedros, y en Siria, fundamentada en criterio imperialista de ‘divida para reinar’.

Un dirigente laborista, Igal Alon, maquinó un estado druso al lado de Israel, ¿tal vez cómo colchón de seguridad?

También pensaron en un estado kurdo estimulando una rebelión en Iraq. O un estado maronita en el Líbano apoyando a las Falanges Libanesas. Esto último era el gran proyecto de David Ben Gurion 31 .

Un antiguo ministro de relaciones exteriores de Israel, Aba Eban, llega a postular el criterio de que los «árabes musulmanes sunitas» no son mayoría en el Levante, y que el estado judío y sus «aliados naturales» si 32 .

Pero habría otra idea que no plantea Avneri y que complementaría todo lo anterior, todo factor en la periferia pro árabe, o simpatizante de causas árabes, es inmediatamente enemigo jurado de Israel. Así movimientos de liberación nacional en América Latina como el Frente Sandinista, el Farabundo Marti, las guerrillas en Guatemala y Colombia, o las de otros países, llenaron las listas de antisemitas y aborrecedores del Estado Hebreo. Con razonamientos verdaderamente incomprensibles, y obviando el papel que Israel ha jugado como sustento y apoyo de diversidad de regímenes despóticos en el nuevo mundo. En la medida que muchos de estos movimientos llegaron al poder por vía electoral las relaciones con Israel se minimizaron y pasaron a apoyar a los palestinos, en territorio que Israel consideraba su trastienda.

La tercera variante que orientaría la política internacional sionista sería el anticomunismo. Si bien el Estado de Israel tuvo el apoyo, y las armas, de los viejos estados comunistas surgidos de la Segunda Guerra Mundial y la Unión Soviética 33 ; en una fecha tan temprana como la guerra de Corea, en junio de 1950, el Estado Judío se alió a los norteamericanos en la ONU, lo que dió lugar a intervención estadounidense a través de fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Aunque la confrontación se haría más aguda durante la intervención de Francia, Inglaterra e Israel en Egipto a raíz de la nacionalización del Canal de Suez por el gobierno nacionalista de Gamal Abdel Nasser, en plena guerra fría de la década del cincuenta.

Una faceta representativa de esta variante la constituyó la oposición a la incorporación de la República Democrática Alemana (RDA), hoy inexistente, a la Organización Naciones Unidas en enero de 1973. La justificación israelí era que en tanto la RDA se negaba a aceptarse responsable del genocidio acaecido durante la Segunda Conflagración Mundial, realizado por los Nazis sobre los judíos, y consecuentemente pagar indemnizaciones por los hechos, los comunistas alemanes debían ser responsables de los hechos de la Segunda Guerra Mundial también, ya que Alemania era una sola entidad 34 . El único problema era, nada menos, que cuando los hechos sucedieron la República Democrática no existía. Intentar responsabilizar a una institución inexistente, cuando los hechos sucedieron, es por lo menos, irracional, e ilógico. Además sus gobernantes –los de la RDA, con todos su errores– habían sido igualmente víctimas de los nazis. Pero Abba Eban, canciller, en ese momento, consideraba responsable a todos los alemanes: ‘No solamente la República Federal Alemana sino Alemania en su conjunto, y en consecuencia la República Democrática Alemana, debe cargar con la responsabilidad de los crímenes nazi’ 35 . No debe olvidarse que la ilegalización del Partido Comunista Alemán precedió a las leyes de Núremberg, y seguramente no podía ser de otra forma ya que los comunistas alemanes eran los únicos que podían organizar la resistencia (ni liberales, ni conservadores, y mucho menos los reformistas, podían hacer gran cosa, como efectivamente pasó). Pero, además, esto era el escamoteo de la condición de víctimas y perseguidos del nazismo a buena parte de los comunistas alemanes, algunos con terribles pasantías en campos de concentración y exterminio. Todo esto se hacía en nombre de conflicto árabe israelí y del antipalestinismo que predica toda la dirigencia sionista. Y lo solucionaban endilgándole a la RDA los adjetivos de «anti israelí» y «reminiscencias antisemitas». En los últimos días de la República Democrática, los criterios de Abba Eban y sus apadrinadores se impusieron, sin ninguna visión crítica, finalizando el asunto 36 .

Conclusiones preliminares

La misma violencia que Israel expresaba durante el politicidio Palestino de 1948, y en la ocupación de la Cisjordania y Gaza, se proyecta en la política de relaciones internacionales del estado sionista. No solamente con la justificación de la desposesión de los palestinos, sino con la cultura política generada por la anexión de facto de las tierras conquistadas en la Guerra de los Seis Días, que se expresaba en términos de la unilateralidad con la que se trataron todos los problemas. Desentendiéndose de la existencia de la contra parte, y que se constata en la reiterada predica de que los palestinos no existen.

El ethos militar de Israel se fundamenta en desconocer que puede haber reciprocidad en las acciones, y por consiguiente se rechaza la legitima reacción que pueden tener los adversarios del sionismo. En este contexto surgió la visión etnocéntrica que al decir de las masas se es un pueblo excepcional a quien por derecho divino le esta permitido traspasar los limites morales y éticos convencionales, pero a los ocupados –los palestinos– no. A título de ejemplo, en la década de los ochenta los partidarios del nacionalismo étnico tribal israelí se manifestaba contra una Universidad Cristiana Mormona de Jerusalén, pero manifestaciones similares en otro países contra instituciones judías serían consideradas antisemitismo y deberían ser proscritas 37 . Traducido a términos militares, los palestinos no tienen el derecho a resistir la ocupación militar sionista. Y lo que hagan se engloba en el término terrorismo: desde la protesta de un centro de estudiantes por la arbitrariedad de los ocupantes, hasta la emboscada a una unidad de blindados.

En este sentido, mantener el status quo, y eternizarlo lo más posibles, se vuelve una obsesión total, absoluta y recalcitrante, de ahí la oposición al cambio tanto a lo interno de la sociedad israelí, como en el escenario internacional. Y el considerar a los movimientos revolucionarios sus principales enemigos, a ser abatidos y derrotados. Puede ser que la masa se maneje en términos de sentimentalismo estético místico, pero en el liderazgo se actúa en términos racionales, científicos y de análisis de costo/beneficio para evitar cualquier modificación de la realidad imperante. El mejor ejemplo es el asesinato de Isaak Rabin (ya que había una remota posibilidad de desocupación). Y el período ideal es el de la fábula de la historia bíblica, escenificados en el modo de producción antiguo, y esclavista: ¿serán esos los tiempos mesiánicos?

Notas

*El autor desea expresar su sincero agradecimiento a todas las personas que leyeron y corrigieron este trabajo.

1 S/D, Libro Amarillo de los Estados Unidos de Venezuela que presenta a la Asamblea Nacional Constituyente el titular de relaciones exteriores, 1947. Caracas, Tipografía Americana, 1947, pp. XVI-XVII. El 18 de abril de 1946 El Líbano y Siria fueron admitidos en la ONU como estados independientes ante el fin del mandato francés sobre esos territorios; SCHWARZENBERGER, Georg, La política del poder: estudio de la sociedad internacional . México, D.F./Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1960, pp. 570-571. Habiendo obtenido su independencia de Italia en diciembre de 1951, Libia fue reconocida por Venezuela a comienzos de mayo de 1952, ver: S/D, Libro Amarillo de los Estados Unidos de Venezuela presentado a la Asamblea Nacional Constituyente en sus cesiones de 1953 por el Ministro de Relaciones Exteriores. Caracas, Tipografía Americana, 1953, p. 76 [Este volumen incluye información de 1948 a 1952].

2 KLICH, Ignacio, «Arms for the Middle East and Argentina’s effort at a balanced to the Arab World and Israel». Diplomacy & Statecraft. Londres, Vol. 7, No 3, noviembre de 1996, p. 705.

3 AZCÁRATE, Pablo de, Misión en Palestina: nacimiento del estado de Israel . [Semilla y Surco; Colección de Ciencias Sociales; Serie de Relaciones Internacionales] Madrid, Editorial Tecnos, S.A., 1968, p. 12.

4 KLICH, Ignacio, «El primer acuerdo comercial argentino – israelí: consideraciones políticas y económicas». Desarrollo Económico. Buenos Aires, Vol. 37, No 145, abril – junio de 1997, pp. 128-131.

5 SCHWARZENBERGER, G., La política… 1960, p. 670.

6 S/D, «Nacionalismo de Argelia pide apoyo a Latino – América». United/El Universal. Caracas, 6 de febrero de 1957, p. 1.

7 RAMOS, Julio, «Argelia ante las Naciones Unidas». El Universal. Caracas, 7 de febrero de 1957, p. 4. Ver también: HOURANI, Albert, La historia de los árabes. Buenos Aires, Javier Vergara Editor, S.A., 1991, p. 382.

8 United Nation Special Committee on Palestine, o en español, Comité Especial de Naciones Unidad para Palestina.

9 S/D, «Latinoamérica esta del lado de Francia en el caso de Argelia». UP/El Universal. Caracas, 11 de febrero del 1957, p. 8.

10 GONZÁLEZ GONZÁLEZ, José, «Cristal de los días: Argelia y América Ibérica». El Universal. Carcas, 11 de febrero de 1957, p. 4.

11 S/D, «Aprobado en la ONU el criterio latinoamericano sobre asunto argelino» UP/El Universal. Caracas, 14 de febrero de 1957, p. 6.

12 S/D, «Factor de votación poderoso en la ONU es aún Latinoamérica». United/El Universal. Caracas, 14 de febrero de 1957, p. 6.

13 S/D, «Afroasiáticos buscan apoyo de América Latina en una transacción del debate sobre Argelia». United/El Universal. Caracas, 16 de febrero de 1957, p. 6.

14 S/D, «Quieren las N. U. un ‘Arreglo Adecuado’ del asunto argelino». United/El Universal. Caracas, 16 de febrero de 1957, p. 6.

15 S/D, «Latinoamárica todavía es un gran poder para [la] conciliación en la ONU». United/El Universal. Caracas, 12 de febrero de 1957, p. 6.

16 S/D, «Argelia busca ser libre, tal como Latino América». UP/El Universal. Caracas, 12 de febrero de 1957, p. 6.

17 BEIT-HALLAHMI, Benjamin. Israel Connection . [Serie Reporter N o 18]. Barcelona, Ediciones B, S.A., 1988, p. 49. [Este libro fue serializado por el diario 2001 (Caracas) entre el 18 de agosto, y el 13 de septiembre, de 1988] Según el periodista Uri Avnery, él conformo un «Comité Israelí por la Liberación de Argelia» que apoyaba el FLN en su confrontación con los colonialistas franceses, aunque con muy poca influencia en la opinión pública israelí. Ver a este respecto: AVNERY, Uri, Israel sin sionistas: un alegato por la paz en Medio Oriente . Buenos Aires, Ediciones de la Flor, S.R.L., 1970, pp. 19 y 144.

18 Los Kibutzim eran unas granjas comunistas, subsidiadas por el estado sionista, con objetivos de expansión territorial, y de seguridad, creadas por los viejos sionistas socialistas, estos últimos terminaron auto disolviéndose en el marasmo neoliberal, sin pena ni gloria.

19 Organisation de l’Amée Secrète , o en español, Organización Armada Secreta.

20 Todos los datos fueron extraídos de: BEIT-HALLAHMI, B., Israel Connection . 1988, pp. 16-17 y 48-49.

21 Marruecos es considerado uno de los países árabes más benévolo con judíos de la zona.

22 TOV, Moshe, El murmullo de Israel: historial diplomático. Jerusalén, La Semana Publishing Co., 1983, p. 284. Si bien este testimonio es importante no debe dejarse de lado la importancia que tuvo la guerra fría en ese período.

23 GANDT, Jean de, «Hilo de París: Francia debería comprar petróleo a Venezuela y liberarse así de la dependencia del Medio Oriente». UP/El Universal. Caracas, 12 de febrero de 1957, p. 7.

24 TOV, M., El murmullo… 1983, pp. 74, 178-179.

25 TOV, M., El Murmullo… 1983, pp. 74, 342.

26 Ver a este respecto: JAMAIL, Milton, y Margo Gutiérrez, It’s no secret: Israel’s military involvement in Central America. Belmont [EE. UU.], Association of Arab – American University Graduates, Inc., 1986, p. 23, cita No 23.

27 S/D, Guía del Tercer Mundo 1984 – 1985. México, D.F., Editora Terceiro Mundo, Ltda., 1984, pp. 491-494. Aunque Israel mantuvo fraternales relaciones con el régimen del Apartheid de Sur África, mientras existió, en marzo de 1987 se vio obligado a implantar un «boicot parcial» como consecuencia de las presiones norteamericanas; esto se debió a que los estadounidenses preparaban un informe en el que Israel se encontraba entre los cinco países más importantes que comerciaban con armas con el régimen racista de África del sur, lo que podía afectar la ayuda militar que Norteamérica le brindaba al Estado Judío. Especialmente podía perder tres mil millones de dólares de asistencia económica que recibía anualmente de los EE. UU., para ese momento. S/D, «Israel implanta boicot parcial a Suráfrica». AP/El Nacional. Caracas, 20 de marzo de 1987, p. A-13. Para detalles de las restricciones asumidas ver: S/D, «El gabinete israelí decidió limitar las relaciones con Sud África». Tribuna. Tel Aviv, No 5, septiembre – octubre de 1987, p. 14. A raíz del comienzo del desmantelamiento del Apartheid en julio de 1991 el boicot fue discontinuado. S/D, «Israel levanta sanciones a Sudáfrica». Reuters/El Nacional . Caracas, 15 de julio de 1991, p. A-25. Para más detalles de la política israelí hacia Sur África ver: BEIT-HALLAHMI, B., Israel Connection . 1988, capítulo N o 5. El 9 de octubre de 1961, en la décimosexta Asamblea General de la ONU, el Estado Judío voto en favor de sanciones contra el régimen discriminador africano, lo que se podría señalar como los tiempos dorados de la diplomacia israelí, pero entre sus consideraciones estaba como podría afectar esta decisión a la Comunidad Judía de Sur África, aunque la razón real era la de ganarse la buena voluntad del África negra. AYNOR, H. S., «Israel versus apartheid at the United Nation». The Jerusalem Journal of International Relation . Vol. 8, N o 1, 1986, pp. 34-41; sin embargo esta no sería la última vez en que se esgrimiera razones humanitarias para propósitos crematísticos. Y tal vez deberíamos preguntarnos si a Ruth First, la activista contra el Apatheid asesinada por Pretoria, logro obtener la protexia de Israel, mientras los agentes sionistas hacían negocios con el régimen del Apartheid, ver sus memorias: FIRST, Ruth, 117 DÍAS. ¿Buenos Aires? [Ediciones] Dyskolo, 2015, pp. S/No ; versión digital: www.dyskolo.cc/app/download/11972549223/11.117dias.zip?t=1431797081

Para trabajos, de índole oficialistas, sobre la diplomacia africana de Israel ver: CHAZAN, Naomi, «Israel in Africa». The Jerusalem Quarterly . N o 18, Winter 1981, pp. 29-44; ODED, Arye, Africa and Israel: African attitudes toward resumtion of diplomatic relation . [Policy Studies N o 16 ] Universidad Hebrea de Jerusalén/The Leonard Davis Institute for International Relation, diciembre de 1886, pp. 31.

28 Los datos sobre la política israelí y el Tercer Mundo en Tov, M., El murmullo… 1983, pp. 220-221, y 319. Bajo la única condición en que le hubiera correspondido al Reino Hashemita la solución del problema palestino era que Israel no hubiera declarado la Guerra de los Seis Días, y no hubiera ocupado, y colonizado indefinidamente, la Cisjordania; en la medida que sucedió todo lo contrario, no sólo anexo de facto el territorio, sino que es su responsabilidad la población de ellos. Pero la historia no se escribe con suposiciones.

29 TOV, M., El Murmullo… 1983, pp. 73-75, y 96-97.

30 Es sintomático, del cambio de la política iraquí de los ochenta del siglo XX, el que la Consultora Kissinger y Asociados asesoraba al gobierno mesopotámico por medio del lobby pro iraquí que actuaba desde Washington, el Us – Iraqui Business Forum, al cual se unieron «importantes personalidades del mundo de la industria, y las finanzas, de EE UU» que intervino en ventas de arroz, computadoras, y helicópteros, entre otros bienes, al gobierno de Sadam Hussein. Y uno de los asociados de Kissinguer, Alan Stoga, viajo a Iraq en junio de 1989. S/D, «Lobby». Al Día: carta reservada de actualización. Londres, No 48, noviembre de 1990, p. 5. Con referencia a la política iraquí sobre Israel y sus relaciones con las potencias occidentales, ver lo siguiente: S/D, «Irán encuentra poco apoyo en el Mundo Árabe». AP/El Nacional. Caracas, 7 de mayo de 1980, p. A-21; S/D, «Israelí revela plan de Irak». EFE/El Universal. Caracas, 31 de julio de 1980, p. 1-9; S/D, «La invasión afgana mueve a Irak hacia el mundo occidental». El Diario de Caracas. 9 de agosto de 1980, p. 14; S/D, «Irak rompió relaciones diplomáticas con Libia, Siria y Corea del Norte». AP/El Universal. Caracas 12 de octubre de 1980, p. 1-6; S/D, «EE UU e Irak de acuerdo en censurar a Israel». AP-EFE/El Nacional. Caracas, 19 junio de 1981, p. A-26; S/D, «Siria cierra oleoductos a Irak». EFE/EL Universal. Caracas, 11 de abril de 1982, p. 1-8; S/D, «Siria corto flujo petrolero a Irak». AP/El Universal. Caracas, 20 de abril de 1982, p. 1-9; MIDDLETON, Drew, «Consecuencias de la guerra: Irak en posición moderada». The New York Times/El Nacional. Caracas, 26 de noviembre de 1982, p. A-9; GWERTZMAN, Bernard, «Preocupación en EE UU por derrota iraquí en la guerra con Irán». The New York Times/El Nacional. Caracas, 27 de mayo de 1982, p. A-18; MIDDLETON, Drew, «EEUU gana influencia en Irak». The New York Times/El Nacional. Caracas, 26 de noviembre de 1982, p. A-13; S/D, «En Washington: Polémica por venta de helicóptero al gobierno de Irak». EFE/El Universal. Caracas, 12 de diciembre de 1982, p. 1-6; S/D, «Irak dispuesto a reanudar relaciones con Egipto». DPA/El Universal. Caracas, 29 de diciembre de 1982, p. 1-8; S/D «¿Las mil y una noche?». Encuentro. Tel Aviv, No 20, febrero de 1983, p. 4 (Este texto hace referencia a las declaraciones que el gobernante iraquí le dio a Stephan Solar, el 25 de agosto de 1982, en ese entonces miembro de la cámara de representantes del congreso de los EE.UU., en el sentido de que estaba dispuesto a entablar relaciones diplomáticas con Israel, y que ningún estado árabe se planteaba, en ese momento, la destrucción del Estado Judío, de esta información existe una versión oficial iraquí publicada en la colección Dar Al Ma’mún, N o 32, que recogía las entrevista, discursos, y conferencias de Saddam Hussein en español, pero localmente no se pudo ubicar el ejemplar en cuestión); S/D, «Irak apoya convenio entre Líbano e Israel». AP/El Universal . Caracas, 22 de mayo de 1983, p. 1-8; S/D, «Irak apela a occidente para detener la guerra «. UPI/El Nacional. Caracas, 7 de junio del 1984, A-20; SCHWEID, Barry, «Irak en la mira de Reagan». AP/El Nacional. Caracas, 30 de octubre de 1984, p. A-8; SANDLER, Norman, «Tras 17 años de ruptura: Washington y Bagadad reanudan relaciones». UPI/El Nacional. Caracas, 27 de noviembre de 1984, p. A-15; SCHWEID, Barry, «Acercamiento diplomático con Irak refuerza influencia de EE.UU. en Medio Oriente». AP/El Naciona. Caracas, 28 de noviembre de 1984, A-19; S/D, «Irak no descarta acuerdo de paz con Israel». EFE/El Nacional. Caracas, 29 de noviembre de 1984, p. A-10; S/D, «Por la alianza con Irán: Irak rompió con Libia». AP/El Nacional. Caracas, 27 de junio de 1985, p. A-19; S/D, «Kuwait critica a EE UU por enviar armas a Irán». UPI/El Nacional . Caracas, 24 de noviembre de 1986, p. A-15; ELDAR, Akiva, «Why not arm Iraq instead». Ha’aretz, 27 de noviembre de 1986, traducido al inglés y resumido por: Israel Press Briefs. Tel Aviv, No 50, enero 1987, pp. 6-7; SCHIFF, Ze’ev, «Israel’s gulf gamble». Ha’aretz , 28 de noviembre de 1986, traducido al inglés y resumido por: Israel Press Briefs . Tel Aviv, N o 50, enero 1987, p. 6; BARAM, Amatzia, «The Iraqui option». Davar , 13 de febrero de 1987, traducido al inglés y resumido por: Israel Press Briefs . Tel Aviv, N o 52, marzo – abril de 1987, pp. 2-3; SHEHORT, Dalia, «Israel’s pro Iraq Lobby». Al-Hamishmar , 9 de diciembre de 1987, traducido al inglés y reproducido en: Israel and Palestine Political Report . París, abril de 1988, p.16; S/D, «‘No más guerras entre árabes e israelíes’ declara diplomático iraquí». Histadrut frente a frente . México, D. F., Año IV, N o 42, octubre de 1987, p. 5; S/D, «Irak se orienta hacia el campo pacifista». Histadrut frente a frente . México, D.F., Año V, N o 53, enero 1989, p. 5; TZADKA, Shaul, «Iraq ready to talk with Israel?». Ha’aretz , 21 de febrero de 1988, traducido al inglés y resumido por: Israel Press Briefs . Tel Aviv, N o 58, abril de 1988, p. 16; IBRAHIM, Youssef M., «Iraq acusa a EE UU de dar información secreta a Irán». The New York Times/El Nacional . Caracas, 2 de julio de 1988, p. A-12; S/D, «Fundamentalista islámico pide ayuda a Israel». Nuevo Mundo Israelita , Caracas, Año XV, N o 736, 15 al 22 de agosto de 1988, p. 20; OTHMAN, Siyamend, «Trends in international iraqui politics». Israel and Palestine Political Report . Paris, abril de 1988, pp.5-7; LEVITICUS (seudónimo), «Iraq: soon a mayor player». Israel and Palestine Political Report . París, agosto de 1988, pp. 5-7; MYLROIE, Laurie, «After the guns fell silent: Iraq in the Middle East». The Middle East Journal . Washington, Vol. 43, N o 1, invierno de 1989, pp. 51-67; BARAM, Amatzia, «Baathi Iraq and Hashimite Jordan: from hostility to alignment». The Middle East Journal . Washington, Vol. 45, N o 1, invierno de 1991, pp. 51-70; KARABELL, Zchary, «Backfire: US policy toward Iraq 1988 – 2 August 1990». The Middle East Journal . Washington, Vol. 49, N o 1, invierno de 1995, pp. 28-47; S/D, «Irak propone destruir armas nucleares si Israel hace lo mismo». AP/El Nacional . Caracas, 5 de abril de 1990, p. A-14; S/D, «Reagan ayudo a Irak en 1982». AP/El Nacional . Caracas, 27 de enero de 1992, p. A-7; S/D, «La CIA tuvo vínculos con Irak hasta la invasión de Kuwait». AP/El Nacional . Caracas, 29 de abril de 1992, p. A-11; S/D, «Irak propone a Israel mantener contactos» EFE/Últimas Noticias . Caracas, 23 de octubre de 1993, p. 69; S/D, «Hussein ofrece la paz al Estado Judío». Reuter/El Nacional . Caracas, 13 de agosto de 1994, p. A-7; S/D, «Israel niega contactos con Irak». Reuter/El Nacional . Caracas, 15 de agosto de 1994, p. A-10; S/D, «Israel e Irak conversan en secreto». AP-AFP/El Nacional . Caracas, 19 de septiembre de 1994, p. A-9; S/D, «Husein desea mejorar relaciones con Israel». AFP/El Universal . Caracas, 9 de marzo de 1995, p. 1-11; S/D, «La actitud de Irak hacia el conflicto árabe – israelí». Informaciones de la Universidad de Tel Aviv . N o suplemento especial, octubre de 1995, pp. 26-27; S/D, «Próspero comercio entre Israel e Iraq». EFE/El Mundo . Caracas, 10 de febrero de 1998, pp. 11.

31 SHARET, Yaacov, «Controversia histórica en el diario de Moshe Sharet: el estado judío y la integridad del Líbano». Le Monde Diplomatique en Español. México, D. F., Año IV, No 60, diciembre de 1983, pp. 26-27. Este texto de la autoría del hijo de Sharet reproduce parte del diario de su padre. Hasta donde sabemos no hay versión de este libro en español, o inglés. En hebreo fue publicado por Ediciones Maariv, Tel Aviv, 1978.

32 Todo este segmento se fundamento en el trabajo de: AVNERI, Uri, «La periferia». Encuentro. Tel Aviv, Año VI, No 55, marzo 1987, pp. 12-14; ver también VALENTI, Esteban, «Israel: Los tres círculos de la ‘seguridad global'» Cuadernos del Tercer Mundo . México, D. F., Año V, N o 57, diciembre 1982, pp. 59-61.

33 Ver a este respecto DELANOË, Igor, «Una extraña luna de miel entre Moscú y Tel Aviv: el gran juego de las alianzas»; y RÉAL, Michel, «Cuando la Unión Soviética apadrinaba a Israel»; ambos en: Le Monde Diplomatique en Español. Valencia [España], Año XVIII, No 227, septiembre del 2014. pp. 8-9.

34 S/D, «Israel opuesto a ingreso de Alemania del Este a la ONU». AFP/El Universal. Caracas, 4 de enero de 1973, p. 1-9.

35 AFP/El Universal. Caracas, 4 de enero de 1973, p. 1-9.

36 Para dos discursos de voceros de la República Democrática Alemana ver: BERGMANN-POHL, Sabine (Presidenta de la Cámara del Pueblo), «La Cámara del Pueblo de la RDA rindió homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial», pp. 90-91; y MAIZIÈRE, Lothar de (Ex Primer Ministro de la RDA), «El Premier de la RDA ofreció una recepción en honor de los participantes del Congreso Judía Mundial», pp. 92-93; ambos en: Correspondencia de Política Exterior. Berlín, Vol. 30, No 12, 25 de mayo de 1990.

37 TURNER, Bryan S., Capitalismo y clase en el Medio Oriente: teorías del cambio social y desarrollo económico [Sección de obras de sociología] . México, D.F., Fondo de Cultura Económica, S.A. de C.V., 1989, pp. 155-156; y HARKAVI, Iehoshafat, «Decisiones determinantes». Encuentro. Tel Aviv, Año VI, No 56, mayo 1987, suplemento especial, p. 12.

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