El 26 de octubre se celebrará en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, una nueva votación contra el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba. ¿Cuáles son las perspectivas del Gobierno cubano ante esta votación? El Gobierno cubano espera recibir nuevamente el abrumador respaldo […]
El 26 de octubre se celebrará en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, una nueva votación contra el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba. ¿Cuáles son las perspectivas del Gobierno cubano ante esta votación?
El Gobierno cubano espera recibir nuevamente el abrumador respaldo de la comunidad internacional a su reclamo por el levantamiento del bloqueo, el cual persiste a pesar de que están por cumplirse dos años de la decisión de los Gobiernos de Cuba y Estados Unidos de restablecer relaciones diplomáticas y emprender un proceso hacia su normalización. La administración del presidente Barack Obama ha dado pasos en la dirección correcta, pero estos han sido muy limitados y el bloqueo continúa prácticamente intacto y ocasionando innumerables daños y privaciones al pueblo cubano. Por este motivo, aun cuando reconocemos los avances alcanzados con las medidas tomadas por el actual Gobierno de Estados Unidos, continuaremos denunciando el carácter injusto, criminal, genocida y extraterritorial del bloqueo y exigiremos el levantamiento definitivo de esta política, que viola los derechos humanos de los cubanos, el derecho internacional y que constituye el principal obstáculo al desarrollo de nuestro país.
Internacionalmente existe una enorme sensibilidad con la causa del pueblo cubano contra el bloqueo. En 2015, la resolución titulada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba», que presentó la Isla por vigésima quinta vez consecutiva obtuvo 191 votos a favor, solo dos en contra: Estados Unidos e Israel y ninguna abstención. Resulta incluso contradictorio que Estados Unidos vote contra la resolución, cuando el Gobierno estadounidense se ha posicionado a favor del levantamiento del bloqueo. No obstante este año esperamos resultados similares y ojalá el Congreso estadounidense deje de hacer oídos sordos al reclamo prácticamente unánime de la comunidad internacional y termine de una vez con esa política prepotente e imperialista, que el propio Obama ha reconocido como obsoleta, y que afecta también a los ciudadanos estadounidenses y al resto del mundo dadas las limitaciones que impone al comercio y los negocios con Cuba.
– En las redes sociales se está visibilizando las últimas semanas la campaña Cuba vs. bloqueo, ¿qué nos puede contar de ella?
Sí, este año la campaña del pueblo cubano contra el bloqueo ha sido intensa y dinámica. Se han desarrollado un gran número de actividades para denunciar ante el mundo la persistencia de esta política hostil y estas han recibido gran apoyo internacional, que se ha visibilizado en las redes sociales. Además, en esta ocasión se ha habilitado la opción de votar contra el bloqueo en el sitio web Cuba vs. bloqueo [http://www.cubavsbloqueo.cu/es] para que todas las personas solidarias con esta causa tengan la posibilidad de manifestarse de cara a la votación en las Naciones Unidas, donde el voto corresponderá a los gobiernos. Exhortamos a todos a sumar su voto a través del sitio y a promocionar la campaña en las redes mediante las etiquetas #YoVotoVsBloqueo y #CubaVsBloqueo.
Entre las actividades que mayor impacto han tenido en el marco de la campaña están la audiencia parlamentaria contra el bloqueo, ocasión en la cual los diputados de la Asamblea Nacional de Cuba denunciaron las afectaciones que sufre el pueblo cubano producto de este y el «Avispero contra el bloqueo» del pasado 17 de octubre, que fue protagonizado fundamentalmente por los jóvenes universitarios cubanos. En Bolivia, organizaciones solidarias con Cuba organizaron también un avispero y enviaron numerosos mensajes de apoyo a nuestro pueblo a través de las redes sociales. Agradecemos esta iniciativa, así como el histórico respaldo del hermano pueblo boliviano a nuestra causa.
– En los últimos años parece que la Revolución Cubana está rompiendo otro bloqueo, el bloqueo diplomático al que ha estado sometida desde sus inicios. Prueba de ello es la Cumbre de la CELAC celebrada en La Habana y la participación en la Cumbre de las Américas de la OEA, el ministerio de Colonias en palabras del Che. ¿Cómo se valora esto desde la Cancillería cubana?
Ciertamente Cuba ha logrado romper el aislamiento diplomático promovido por los Estados Unidos desde el mismo triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y que tuvo entre sus momentos más ilustrativos la expulsión de Cuba de la OEA. Nuestra política exterior basada en la solidaridad, el internacionalismo, el antimperialismo y el respeto a la soberanía de los Estados, ha ganado el reconocimiento y la admiración de muchos pueblos y gobiernos, especialmente del Tercer Mundo. Cuba es fundadora del Movimiento de Países No Alineados y como presidente de esta organización fue anfitriona de la exitosa Conferencia Cumbre de La Habana, celebrada en 1979.
Es indiscutible que la llegada al poder de gobiernos progresistas y antimperialistas en América Latina y el Caribe, desafió la hegemonía de Estados Unidos en la región, contribuyó a una mayor inserción de Cuba en el contexto regional y posibilitó el nacimiento de mecanismos de integración y concertación basados en los principios que históricamente ha defendido Cuba. Nuestro país es uno de los principales actores dentro del proceso de integración de América Latina y el Caribe, lo cual se evidenció en la celebración de la Cumbre de la CELAC en La Habana en enero de 2014, cuyo resultado más trascendental fue la firma de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, la cual establece los principios y reglas de convivencia, cooperación y respeto entre nuestros Estados, que son aplicables también a las relaciones de Nuestra América con el hemisferio y el mundo.
La presencia de Cuba en la Cumbre de las Américas de Panamá en 2015, respondió al reclamo casi unánime de los países de la región al derecho de nuestro país a participar en este foro y constituyó un reconocimiento al Gobierno revolucionario cubano.
– El otro gran acontecimiento que ha movido la geopolítica continental es el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y la visita de Obama a Cuba. ¿Cuál es la posición de Cuba frente a esto?
Bueno con los anuncios de los presidentes de ambos países el 17 de diciembre de 2014 de su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas, se inició un largo proceso que ha estado marcado por la voluntad política de ambos gobiernos, pero también por profundas diferencias y un gran número de asuntos pendientes, acumulados durante más de cinco décadas. El restablecimiento de las relaciones el 20 de julio de 2015, así como la visita del presidente Barack Obama a La Habana en marzo de 2016 fueron pasos trascendentales en el proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales. Además se han registrado avances, principalmente en los asuntos diplomáticos, el diálogo y la cooperación y firma de acuerdos sobre cuestiones de interés común.
No obstante no podrán existir relaciones normales con Estados Unidos mientras persista el bloqueo y este continúe causando graves daños al pueblo cubano y obstaculizando el funcionamiento de nuestra economía y nuestras relaciones con otros países. No pueden ser normales las relaciones mientras no se devuelva a Cuba el territorio ilegalmente ocupado por la base naval de los Estados Unidos en Guantánamo, en contra de la voluntad de nuestro pueblo, así como tampoco podrán ser normales mientras el Gobierno de ese país continúe destinando millones de dólares a la subversión del orden interno de Cuba.
El Gobierno cubano tiene la mayor disposición de continuar desarrollando un diálogo respetuoso con el Gobierno de Estados Unidos para seguir avanzando en lo que promete ser un largo camino hacia la normalización de nuestras relaciones, lo cual no podrá significar nunca que olvidemos la historia, sino que logremos construir un modelo de relación totalmente nuevo en nuestra historia común.
– Además de estos acontecimientos de cara al mundo, el otro elemento en clave interna es el proceso de actualización del modelo económico. ¿Cómo se vive esto en las calles de la Isla?
El proceso de actualización del modelo socioeconómico cubano busca el desarrollo próspero y sostenible de la nación en medio de un escenario internacional marcado por tensiones económicas y financieras. Es una oportunidad para expandir la inversión extranjera en el país y nuestras relaciones económicas-comerciales. Su aplicación se está realizando de manera gradual, sin terapias de choque ni retrocesos en las conquistas sociales de la Revolución y ratificando el principio de no dejar a nadie desamparado.
En toda Cuba se evidencia un incremento considerable de las cooperativas agropecuarias y no agropecuarias y de pequeñas empresas privadas. Los trabajadores de este sector de la economía están protegidos por el sistema de seguridad social, con garantías para la jubilación. En el sector estatal se han logrado incrementos salariales, aunque en esta etapa estos han estado encaminados a las actividades con resultados más eficientes y a la labor de aquellos trabajadores que aportan beneficios de impacto económico y social.
Además se perciben importantes avances en programas especiales de desarrollo, como los de la Zona Especial del Mariel, el ferrocarril, el trasvase acuífero en el oriente del país y la producción de materiales de la construcción y de la vivienda.
También se avanza en el ámbito legal, mediante la revisión integral del proceso de actualización y la aprobación de normas jurídicas para dar respaldo a lo que se implementa. Asimismo, en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba se presentaron los proyectos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 y de Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, los cuales han sido sometidos a una amplia consulta pública.
Se trabaja en las políticas macroeconómicas, entre las que sobresalen los estudios para la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria y se han ampliado los accesos a créditos. Se actualizó la Ley Tributaria y su Reglamento para una mejor distribución de las riquezas que genera el país.
Cuba también dedica esfuerzos a incrementar la eficiencia energética y el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, con vistas a introducir de forma progresiva un cambio en la estructura de la matriz energética, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, los costos energéticos y la contaminación del medio ambiente. En el logro de este y otros objetivos estratégicos de desarrollo juega un papel fundamental el incremento de la inversión extranjera, por lo que se puso en vigor una nueva ley que ofrece beneficios tributarios y garantías a los capitales invertidos, sin que el Estado pierda la soberanía de los recursos naturales y ambientales. Con la nueva Ley de Inversión Extranjera, se busca el acceso a tecnologías de avanzada que eleven la productividad del país, la diversificación y ampliación de los mercados, la sustitución de importaciones, el acceso a financiamiento externo, la creación de nuevas fuentes de empleo y la captación de mayores ingresos.
– ¿Cuba seguirá siendo socialista?
Por supuesto, Cuba seguirá siendo un país socialista. En primer lugar porque los cubanos nunca renunciaremos a los derechos que hemos conquistado gracias a la Revolución y también porque el carácter irreversible del socialismo en Cuba está contemplado en la Constitución. En 2002 más de ocho millones de cubanos aprobaron un artículo constitucional que establece justamente eso y por ley quedó prohibida su modificación. Por tanto, Cuba no tiene marcha atrás al capitalismo.
Por otro lado Cuba debe insertarse en un mundo crecientemente complejo que impone nuevos niveles de desarrollo económico y cambios estructurales, si bien estos tienen que ser acordes con los principios socialistas que defendemos. Los lineamientos de la política económica y social del partido son expresión de democracia socialista y de amplia participación popular y la actualización de nuestro modelo económico se basa en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción y en la preponderancia de la planificación y no del mercado.
El pueblo cubano ha resistido heroicamente agresiones de todo tipo y duras privaciones económicas en defensa de nuestro sistema socialista porque está consciente de que el regreso al capitalismo no sería nunca solución a nuestros problemas. De lo que se trata en estos momentos es de construir un socialismo más próspero y sustentable.
*Entrevista publicada originalmente en el semanario boliviano La Época.
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