«Son los hijos: los nuestros, los míos, los de todos / los que tienen la vida surcada por barrotes, / por patios de esperanza, por muros de condena. / Son los hijos que, a fuerza de esperarles, conocen / a través de sus padres dónde nace la hombría. / Somos ellos nosotros: otra vez. Como […]
Fragmento del poema «Nuestros hijos», del libro «Versos de un tiempo sombrío», del poeta: Carlos Álvarez.
Ahmad Manasrah tenia, el 12 de Octubre de 2015, 13 años de edad.
El ejército de ocupación lo tiroteó en Jerusalén y lo dejó mortálmente herido. Desde entonces lo han tenido encarcelado para que cumpliese los 14 años y, así, entregarlo a un tribunal militar sionista, representante judicial de esa forma de fascismo. En el ente israelí si eres palestino eres culpable. El colonialismo, para establecerse, tiene que desposeer de cualquier valor patriota, de resistente al invasor, valor político, social, valor humano, al pueblo nativo que quiere someter; y para no encontrar la resistencia popular en lo inmediato persigue a los niños y las niñas palestinas con saña.
Ahmad Manasrah con sus 13 años de edad ha permanecido herido en la cárcel sionista, sometido a contínuas amenazas de violación, de muerte, de negación de su persona, por parte de los siervos del poder extranjero. El video que se puede ver de su captura hace que nos estremezcamos. Sobrevivió, pero quien perdió la vida fue su primo de 15 años Hassan, al que además de asesinarle a tiros le pasaron con un coche por encima.
Desde Octubre de 2015 los sionistas han asesinado a 57 niños y niñas palestinas. Los asesinatos de niños uy niñas se suceden porque desde el gobierno fascista de Israel se insta a sus colonos y a sus elementos uniformados a hacerlo con todo empeño: una ministra animaba a asesinar a las ujeres palestinas embarazadfas para quitar del medio el futuro palestino o palestina. En Noviembre del 2015 los colonialistas han aprobado una «Ley de la juventud» por la que puede matarse a un niñó o una niña palestinos, o hacérlos prisioneros, para luego condenarlos a sus cárceles hasta por 20 años si les acusan de haberles tirado una piedra, una forma de resistir a las tropas de ocupación.
La crueldad de quienes patrullan el territorio palestino, quienes forman los tribunales militares, que se encargan de enjuiciar a los prisioneros y prisioneras, la crueldad de los gobernantes sionistas como la de sus carceleros, alcanza cimas propias del fascismo: si los niños y niñas prisioneros o prisioneras son de Cisjordania o Gaza los meten a la cárcel con 12 años de edad, y si son de Jerusalén los capturan y los tienen encarcelados hasta que cumplen los 14 años, entonces pasan a manos de un tribunal. La Convención de los Derechos del Niño, aprobada en la ONU en 1959, dice lo siguiente: » El niño es reconocido universalmente como un ser humano que debe ser capaz de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con libertad y dignidad». El camino que sigue el delincuente colonial israelí es ese del que hace gala ante el mundo: no responde ante ninguna Resolución Internacional, ante ningún Mandato Internacional, ante ningún Derecho reconocido como Humano.
Anualmente hay una media de más de 700 ninños y niñas palestinos que son detenidos; en estos momentos se sabe que hay 400 en las cárceles coloniales. Sólo en el mes de Octubre fueron hechos prisioneros otros 60 niños y niñas en Jerusalén Este.
Hassan, el primo de Ahmad, fue asesinado teniendo 15 años. Ahmad Manasrah, llevaba 1 años en la cárcel, hasta que ha cumplido los 14, y le han condenado a sufrir otros 12, y desde luego es una burla condenarle también a que les pague 47.200 dólares.
Su nombre, Ahmad Manasrah, es el de los hijos, los nuestros, los míos, los de todos: «Son los nuestros que vienen a liberar la tierra. / Son el canto futuro, la promesa y el arma», como escribe el gran poeta Carlos Álvarez.
No podemos hacer que devuelvan la vida a Hassan y a tantos niños y niñas asesinados, pero sí podemos y debemos exigir la libertad de Ahmad y de todos los niños y niñas prisioneras del sionismo. Si tenemos claro qué es el sionismo, qué es el ente prefabricado para continuar con la colonización de Oriente Medio, si sabemos qué clase de delincuente es el aparato que se hace llamar Israel, debemos pronunciar el nombre de Ahmad Manasrah, escribirlo en paredes, en pantallas de ordenador, en papeles, y hacerlo llegar a todas las personas, para exigir su libertad. Llévelo a cabo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Gaza 51 días», «Dietario de crisis», «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», es presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE.
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