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55 años de la Segunda Declaración de La Habana

Fuentes: Rebelión

Los que tuvimos el privilegio de presenciar en vivo y en directo tan importante, histórico y multitudinario acontecimiento [más de un millón de cubanos] en la Plaza de la Revolución, se hace difícil, muy difícil, transmitir en unas pocas líneas cual era el sentir, la emoción y fervor patriótico, de los cientos y cientos de […]

Los que tuvimos el privilegio de presenciar en vivo y en directo tan importante, histórico y multitudinario acontecimiento [más de un millón de cubanos] en la Plaza de la Revolución, se hace difícil, muy difícil, transmitir en unas pocas líneas cual era el sentir, la emoción y fervor patriótico, de los cientos y cientos de miles especialmente de trabajadores y campesinos allí presentes. Nunca ¡es imposible! se me podrá olvidar, la conmovedora, histórica, valiente y sobre todo llena de esperanza, con cuanta atención [la cara era el espejo del alma] incluido lágrimas de emoción, escuchaban la intervención de Fidel Castro.

Recordemos que el 4 de Febrero de 1962 el pueblo cubano, reunido en [Asamblea General Naciona] la Plaza de la Revolución, daba cabal y revolucionaria respuesta a la maniobra, conjura y cobarde complot de la OEA, que reunida pocos días antes en Punta del Este [Uruguay] el 31 de Enero del mismo año, a través de gobiernos sumisos y cobardes de derecha o extrema derecha, al servicio del Imperialismo Yanqui, utilizando métodos repugnantes antidemocráticos, incluido compra descarada de votos y chantajes-amenazas de toda índole, [cuyo resultado fue de 14 votos a favor, 6 abstenciones y uno Cuba, en contra] había decidido expulsar a la isla de la dignidad de la organización.

Por otro lado, es bueno recordar que en la Segunda Declaración de La Habana, estuvo presente el pensamiento y espíritu del Apóstol de la libertad de Cuba José Martí, rememorando fragmentos de la carta inconclusa que en vísperas de su muerte, escribiera José Martí a su amigo Manuel Mercado; «Ya puedo escribir…, ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber… de impedir a tiempo con la independencia de Cuba, que se extienda por las Antillas los Estados Unidos y caiga con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso… Viví en el monstruo y le conozco sus entrañas y mi honda [fin de la cita] es la de David».

Cuarenta y siete años después, como muestra palpable de que la decisión había sido antidemocrática y arbitraria. En Junio del 2009 la 39 Reunión de la OEA celebrada en Honduras aprobaba la derogación de aquella cobarde e inmoral resolución que excluía a Cuba del sistema Latinoamericano. Pero, que Cuba no acepto regresar a esa desprestigiada organización que Raúl Roa [Canciller de la dignidad], con no poca razón bautizara como «ministerio de colonias yanqui»; Sin embargo no podemos dejar de reconocer que la derogación de aquel acuerdo fue un importante triunfo de la unidad latinoamericana, liderado por los países del ALBA.

Nada mejor a los 55 años de la histórica aprobación. Hoy, ¡mas vigente y justa que nunca! de la Segunda Declaración de La Habana, que en estos momentos históricos, difíciles y de «confusión» en que está viviendo Cuba y la humanidad, haciendo honor del reciente y voluntario compromiso [YO SOY FIDEL] de millones de cubanos. Ahora más que nunca hay que llevar a la práctica las valientes y sobre todo sabias reflexiones de Raúl Castro, tales como que recobrando la cultura «a veces secuestrada» de la crítica y autocrítica del debate permanente en todas las instituciones [partido, sindicato, universidad, etc. etc.] tiene que ser «huyendo de falsas unanimidades» hasta la saciedad, esto es democracia, revolución y socialismo, para de esta y única forma con conocimiento de causa poder elegir a los mejores cuadros y no menos importante detectar-descubrir y eliminar a tiempo, antes que sea demasiado tarde como sucede a menudo la burocracia y la corrupción política y económica, existente en todos los niveles de las instituciones. Sin olvidar a la más activa que nunca quinta columna interna y externa.

En definitiva «Cogiendo el toro por los cuernos». Como a menudo recuerda Raúl. «Los revolucionarios no tienen que tener miedo a buscarse problemas» etc., etc., etc.

De lo contrario, para terminar nada mejor haciendo memoria histórica que recordar las valientes y sabias reflexiones de Fidel, que a través de una histórica magistral, valiente y objetiva conferencia [5 de Noviembre de 2005 y de obligada lectura y reflexión] en el Aula Magna de La Universidad de La Habana, alertó a los estudiantes con lujo de detalles del peligro real que corría la Revolución. Afirmando; que de no corregir a tiempo las gravísimas anomalías antes mencionadas, la revolución corría el gravísimo riesgo de ser devorada por sus propios hijos. Más claro y real imposible.

Los «Extranjeros» que desde los primeros históricos e inolvidables años 1957 a 2007 tuvimos el privilegio «con nuestro granito de arena», de participar activamente en la construcción y defensa de la Revolución Cubana, y que de igual forma lo tenemos en este momento histórico y no menos difícil de seguir participando, podemos afirmar ¡dar fe! con lujo de detalles de que la Revolución, con todos sus errores que los tiene y sus virtudes que no le faltan y a pesar de un bloqueo genocida [que ya dura más de 55 años] del Imperio más poderoso, cobarde y asesino jamás existido pasara a la historia «al margen de lo que nos depare la misma» por haber sido la sociedad ¡Más justa, solidaria y humana, jamas conocida!

De nosotros y solamente de nosotros en la medida que seamos capaces de llevar ¡Yo soy Fidel! a la práctica tan sabios y justos consejos, «No seamos ingenuos» dependerá que tan bella, humana y justa obra como es ¡La Revolución Cubana! no sea derrotada.

¡De lo contrario Dios nos coja confesados!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.