El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atribuyó, en parte, el ataque aéreo directo contra el gobierno de Siria a la profundización de la crisis de refugiados, a pesar de que Washington sigue prohibiendo a ciudadanos de varios países, incluido ese, el ingreso a su territorio. Varias organizaciones de derechos humanos respondieron el viernes 7 […]
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atribuyó, en parte, el ataque aéreo directo contra el gobierno de Siria a la profundización de la crisis de refugiados, a pesar de que Washington sigue prohibiendo a ciudadanos de varios países, incluido ese, el ingreso a su territorio.
Varias organizaciones de derechos humanos respondieron el viernes 7 al argumento presentado por Trump el día anterior, pidiéndole que levantara la prohibición que se aplica contra ciudadanos de Siria y de otros cinco estados de África y Medio Oriente.
«Trump empleó términos muy duros anoche para describir la crueldad y los horrores que niños y civiles, en general, soportaban en Siria», recordó Maria McFarland Sánchez-Moreno, una de las directoras del programa Estados Unidos de Human Rights Watch (HRW), al ser consultada por IPS.
«Tratar de dejar fuera de Estados Unidos a los refugiados es cruel», observó. «Es contrario a los valores que tradicionalmente Estados Unidos ha defendido e inconsistente con algunas de las declaraciones del propio presidente Trump usadas anoche», precisó McFarland Sánchez-Moreno.
Desde la localidad de Palm Beach, en el estado de Florida, Trump mencionó el jueves 6 cómo «incluso hermosos bebés habían sido cruelmente asesinados» en el ataque realizado con lo que parecen ser armas químicas a principios de la primera semana de este mes.
«Años de intentos por cambiar el comportamiento de (Bashar al) Assad fracasaron y de forma drástica. Eso hace que la crisis de refugiados se siga profundizando y la región siga desestabilizada», prosiguió el presidente estadounidense.
El ataque aéreo de Estados Unidos en territorio sirio marca un cambio de rumbo en la política del gobierno Trump hacia Siria, pero no hay ningún indicio de que vaya a ocurrir lo mismo con los refugiados de ese país.
Las reacciones en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el viernes 7 fueron variadas, algunos de los 15 miembros estuvieron a favor, a pesar de que Estados Unidos realizó el ataque de forma unilateral y sin contar con el respaldo de este órgano. Y otros, como Bolivia, que convocó la reunión, expresaron su fuerte oposición a la medida.
El presidente de la Asociación de la ONU en Gran Bretaña, Steward Wood, cuestionó la decisión de Estados Unidos de «tomar medidas sin un amplio respaldo internacional a través de la ONU».
El ataque contra Siria «sin una estrategia clara para salvaguardar a la población civil y a través de una escalada militar, corre el riesgo de profundizar y exacerbar un conflicto ya prolongado y horroroso, dejando a los civiles frente a un mayor riesgo, no menor, de sufrir mayores atrocidades», explicó.
«Mientras, si el presidente Trump desea ayudar a las víctimas de las atrocidades de Assad, puede encabezar el reasentamiento de los sobrevivientes», añadió Wood.
Por su parte, Noah Gottschalk, asesor en materia de política humanitaria de Oxfam Estados Unidos, pidió a este país que «cambie el curso» de su política hacia los refugiados tras el ataque aéreo.
Las «familias inocentes» a las que se refirió Trump que «fueron asesinadas en Idlib no son distintas a las personas que tratan de buscar refugio en Estados Unidos», remarcó Gottschalk.
«Oxfam urge al presidente a cambiar el rumbo de su prohibición discriminatoria que impide a civiles sirios refugiarse en Estados Unidos», subrayó.
«Si realmente queremos ayudar a proteger a la población de Siria, también tenemos que estar dispuestos a ofrecer asistencia a los sirios que huyen de ataques en busca de seguridad», añadió.
Esta es la primera vez que Estados Unidos ataca directamente al gobierno de Assad, pero según informes de Airwars, que monitorea ataques aéreos, la coalición encabezada por ese país realizó 7.912 incursiones aéreas contra el Estados Islámico desde 2014.
Airwars también denunció un aumento de las víctimas civiles en relación con los ataques de la coalición en marzo de este año, las que ascendieron a 477.
Aunque también informó que el ataque estadounidense contra el aeródromo de Shayrat, en Homs, en las primeras horas del viernes 7, destruyó «12 aeronaves», lo que describió como «significativo» considerando que la «principal causa de la muerte de civiles a manos del régimen sirio siguen siendo los ataques aéreos».
A principios de este mes, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, declaró que António Guterres estaba «profundamente perturbado por las denuncias de uso de armas químicas en un ataque aéreo en Jan Shayjun, en el sur de Idlib, en Siria».
«El secretario general expresa sus más sentidas condolencias a las víctimas del incidente y a sus familiares», agregó.
Casi cinco millones de personas huyeron de Siria desde el inicio del conflicto hace seis años. Muchas zonas están sitiadas y aisladas de la asistencia humanitaria, así como de monitores de la ONU.
Eso dificulta la tarea de la ONU de monitorear los presuntos ataques con armas químicas como el ocurrido en la primera semana de este mes.
Por eso, el foro mundial ya no lleva un control oficial del número de personas muertas en la guerra de Siria, aunque en abril de 2016, el enviado especial para Siria, Staffan de Mistura, estimó que probablemente han muerto más de 400.000 personas.
Traducido por Verónica Firme.
Fuente original: http://www.ipsnoticias.net/2017/04/ataque-de-eeuu-contra-siria-no-abre-las-puertas-a-refugiados/