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La coalición liderada por EEUU rechaza el llamamiento de la ONU a hacer una pausa, por motivos humanitarios, en los combates de Raqqa

Fuentes: Middle East Eye

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

 Edificios dañados durante los enfrentamientos con los combatientes del Dáesh en la ciudad vieja de Raqqa, Siria, 19 de agosto de 2017 (Reuters)

Ain Al-Isa (Siria)

La coalición dirigida por EEUU que combate al grupo del Dáesh en Raqqa ha rechazado el llamamiento de las Naciones Unidas para hacer una pausa humanitaria en la lucha porque sólo serviría para provocar más víctimas civiles, según los comandantes declararon a MEE.

La ONU estima que entre 10.000 y 20.000 civiles permanecen atrapados en la ciudad, soportando condiciones terribles y sobreviviendo a duras penas con los menguados suministros de que disponen, mientras las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de kurdos y árabes apoyada por EEUU intenta arrebatar al Dáesh el control de la ciudad.

Desde que empezó la campaña en Raqqa, los grupos por los derechos humanos y los observadores han denunciado altas cifras de víctimas civiles como consecuencia de los ataques aéreos de la coalición, habiéndose informado de 100 muertes en un período de 48 horas durante la pasada semana.

«El número de víctimas es muy alto porque los ataques aéreos están alcanzando las barriadas situadas en el centro de la ciudad que están densamente pobladas de civiles», declaró a la agencia de noticias AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio por los Derechos Humanos con sede en el Reino Unido.

 

Shawaj Al-Omar, un hombre internamente desplazado que resultó herido mientras huía de Raqqa, se encuentra ahora en el campo de refugiados de Tawayneh, al oeste de Raqqa, 18 de agosto de 2017 (Reuters)

La semana pasada, el asesor especial de la ONU, Jan Egelend, dijo: «No puedo pensar ahora en un lugar peor sobre la tierra que esas cinco barriadas en las que hay atrapadas 20.000 personas», e instó a la coalición a hacer una pausa en los combates para que la gente pudiera escapar.

«Es hora ya de pensar en posibilidades, pausas o cualquier cosa que pueda facilitar la huida de los civiles, sabiendo que los combatientes del Dáesh van a hacer cuanto puedan para utilizarlos como escudos humanos», añadió el alto funcionario de la ONU, instando a la coalición a facilitar que la gente pueda escapar.

Sin embargo, al haber recuperado alrededor del 60% de la ciudad -que fue la joya de la corona en el autoproclamado califato del Dáesh-, la coalición y los oficiales de las FDS declaran que retrasar los combates sólo servirá para ayudar al Dáesh a recuperarse y reorganizarse, y que eso implicaría la pérdida de más vidas civiles.

En estos momentos, el Dáesh está completamente asediado por las FDS y no tiene salida alguna.

«Si vamos más despacio, retrasaremos la liberación y, por consiguiente, más civiles perderán la vida», dijo a MEE en una entrevista el coronel estadounidense Joe Scrocca, director de asuntos públicos de la Fuerza de Trabajo Conjunta y Operación Resolución Inherente (CJTF-OIR, por sus siglas en inglés).

«La coalición está de acuerdo en que hay que proteger a los civiles y por ese motivo Vd. podrá ver cómo cada día las fuerzas de la coalición y nuestros aliados arriesgan su vida para salvar a los civiles. Es un equilibrio delicado», dijo, añadiendo: «No hay una fórmula perfecta».

«Los comandantes deben medir el ritmo de las operaciones para equilibrar la necesidad entre cumplir la misión y el riesgo de nuestras propias fuerzas y la protección de infraestructuras y no combatientes.»

La coalición dice que los francotiradores del Dáesh están disparando deliberadamente contra mujeres y niños y que los civiles se están muriendo de inanición mientras esperan que les rescaten.

«En muchos casos, la única esperanza de los civiles es que las fuerzas de liberación lleguen rápidamente hasta ellos antes de que se mueran de hambre o el Dáesh les dispare por la espalda cuando tratan de huir», dijo Scrocca.

«La única forma de salvar a la gente es liberarles del Dáesh. Cuanto más tiempo tardemos, más sufrirá la gente que se halla atrapada», añadió.

El Dáesh no permite que los civiles se marchen

Omar Aloush, un alto funcionario del Consejo Civil de Raqqa, afiliado a las FDS, subrayó a MEE que se advirtió a los civiles antes del inicio de la operación de Raqqa.

«A través de la radio les aconsejamos que se marcharan y distribuimos octavillas advirtiéndoles de que los combates iban a ser duros», dijo.

«Los que no se fueron, se quedaron a robar o a ayudar al Dáesh o no pudieron marcharse», añadió, hablando con MEE en su oficina de Ain al-Isa, situada a pocas horas de Raqqa.

 

Aoun, de Raqqa, con su familia frente a la tienda en la que viven en un campo para personas desplazadas por la guerra contra el Dáesh (Foto: Save the Children)

Según el funcionario, el Dáesh va a impedir que los civiles abandonen la ciudad, aunque se haga una pausa en los combates.

«El motivo de la tardanza en liberar Raqqa es la presencia de civiles dentro de la ciudad. Si supiéramos que los civiles podrían marcharse, pararíamos la lucha, pero el Dáesh no se lo va a permitir porque los utiliza como escudos humanos», dijo.

Según el funcionario, sólo quedan en la ciudad entre 7.000 y 8.000 civiles, una estimación mucho más baja que la de la ONU, que no ha podido verificarse.

«El Dáesh no quiere que los civiles salgan, en caso de que la coalición les abra camino», dijo Idris Mohammed, uno de los líderes de las Fuerzas de Seguridad Interna de Raqqa (RISF, por sus siglas en inglés), que se encargará de controlar la ciudad una vez liberada.

Hay 10.000 civiles dentro de la ciudad, si no les ayudamos nosotros, nadie lo hará», añadió.

«Vamos avanzando de forma muy lenta debido a la presencia de civiles, no por causa del Dáesh», dijo.

«Si no hubiera civiles, puedo decir que liberaríamos Raqqa en diez días», añadió, sugiriendo que esta es una de las razones por las que el Dáesh no va a permitir que los civiles se vayan.

Al final de la operación Manbij, en agosto del año pasado, las FDS permitieron que los combatientes del Dáesh que quedaban escaparan de la ciudad junto a cientos de civiles para poner fin a la lucha y evitar más destrucción en la ciudad.

Pero parece improbable que esto suceda en Raqqa, ya que la ciudad es para el Dáesh un lugar mucho más estratégico, según funcionarios como Aloush.

Los oficiales de la coalición han hecho hincapié en su punto de vista de que los miembros del Dáesh que permanecen en Raqqa tendrán que elegir entre rendirse o morir en la ciudad.

«Debido a los civiles que el Dáesh utiliza como escudos humanos y a un gran número de túneles y suicidas-bomba, los combates son muy complicados», dijo Mustafa Bali, un portavoz de las FDS.

«Raqqa es una de las últimas ciudades que el Dáesh controla, por eso están defendiéndola de esa manera», añadió.

Espantosa situación en Raqqa

Para los civiles que permanecen en la ciudad, la situación es sin duda terrible; además de la situación humanitaria, los vecinos tienen también que soportar las brutales tácticas del Dáesh, incluidos los francotiradores y las minas.

Según una valoración realizada por la ONG Reach el 17 de agosto, la situación en las barriadas pobladas de Raqqa continúa deteriorándose.

«Los vecinos arrostran constantes amenazas a su seguridad, incluidos ataques aéreos, fuego indirecto, explosivos improvisados, minas y disparos de francotiradores», decía el informe.

Además, dependen de productos almacenados en el pasado, por lo que prácticamente no disponen de alimentos frescos ni de agua.

Egeland, el asesor de la ONU, pidió también a la coalición que no atacara las barcas que se utilizan para escapar.

«No pueden atacar las barcas que van por el Éufrates, la gente que escapa no puede saber de antemano cuándo van a producirse ataques aéreos ni de dónde van a venir», afirmó Egeland.

Anteriormente, en la campaña para tomar la ciudad, el comandante general de EEUU en la operación, el teniente general Stephen Townsend afirmó que «iban a disparar contra cualquier barca que vieran. Si quieren salir justo ahora de Raqqa, deberán construir una balsa de ponchos». (Una balsa de ponchos es una balsa improvisada de la marina estadounidense hecha con dos ponchos atados.)

Amnistía Internacional ha pedido también a la coalición liderada por EEUU y a las FDS que «sólo disparen contra objetivos que sepan que son hostiles y que pongan fin a la práctica de atacar a toda clase de objetos civiles, como las barcas».

Hay que proteger a los civiles

En su reciente informe, Amnistía instaba a la coalición y a las FDS a «adoptar todas las precauciones posibles para minimizar el daño a los civiles, incluyendo advertencias efectivas anticipadas de ataques inminentes en las zonas en las que hay civiles».

Hana, una madre de cuatro hijos que huyó de Raqqa a principios de junio, contó a Amnistía que su primo Yaser, padres dos niños pequeños que trabajaba trasladando a la gente que huía de la ciudad a través del río, murió asesinado en un ataque aéreo del 10 de junio.

«Un avión atacó la barca y le mató a él y dos mujeres y un hombre a los que trasladaba. Pocos días antes, nos había llevado a mí y a mi familia al otro lado del río. Eso es todo lo que él hacía, ayudar a la gente a escapar», dijo.

 

Edificios destruidos en la zona rural al este de la ciudad de Raqqa (Foto: Wladimir van Wilgenburg/MEE)

«Corría muchos riesgos con ese trabajo porque el castigo que el Dáesh impone por hacer eso es la muerte, pero al final fue un avión lo que acabó con su vida», añadió.

Sin embargo, el coronel Scrocca negó que la coalición ataque a civiles.

«La coalición sólo dispara contra embarcaciones manejadas por los combatientes del Dáesh, utilizando distintos medios para distinguir entre civiles y combatientes, lo que incluye la identificación visual a través de la vigilancia aérea», dijo.

Según el coronel: «La coalición realiza esfuerzos extraordinarios para identificar y atacar objetivos militares de forma que se minimice el riesgo de víctimas civiles. Evitar víctimas civiles es una prioridad cuando llevas a cabo ataques contra objetivos militares legítimos con munición de precisión, a diferencia de la naturaleza indiscriminada de las tácticas del Dáesh que provocan una cifra enorme de muertes civiles evitables».

Wladimir van Wilgenburg es analista de la política kurda para la Fundación Jamestown y periodista freelance. Está informando actualmente desde Erbil, en el Kurdistán iraquí, al norte de Iraq.

Fuente: http://www.middleeasteye.net/news/us-led-coalition-rejects-un-call-raqqa-fighting-pause-says-battle-must-continue-1030692015

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.