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La Habana, viva después de 498 años

Fuentes: Granma

El Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad guía hace más de 25 años el proceso de desarrollo integral de esta parte de la ciudad

La Habana Vieja, a diferencia de muchos centros históricos de América Latina, no es solo una atracción turística. En este espacio de la ciudad conviven junto a esa historia, obras sociales, centros médicos, escuelas y espacios culturales. Lograr esa convergencia y preservar un lugar histórico que a su vez es habitable y que tiene una vida cultural activa, ha sido gracias al empeño de muchas instituciones y de una población que se involucra todo el tiempo con la intención de preservar su historia.

En este camino recorrido, la Oficina del Historiador de la Ciudad, ha estado presente desde 1938, primero liderada por el historiador Emilio Roig de Leuchsenring y más tarde, el Doctor Eusebio Leal Spengler.

Desde entonces, La Habana Vieja ha pasado por momentos de restauración para preservar esos valores que la han convertido también en monumento nacional y patrimonio mundial.

En el año 1993, mediante el decreto Ley 143, se enfatizó la recuperación del Centro Histórico como una de las acciones fundamentales de la Oficina del Historiador. Como parte de esa declaración se creó un año después el Plan Maestro, una herramienta que guía hace más de 25 años el proceso de desarrollo integral en esta zona de la ciudad.

El Plan Maestro comenzó a redactarse en el año 1994 y fue en 1998 que se publicó como plan de desarrollo integral. Hace ya más de dos décadas, la Oficina del Historiador se encarga de restaurar y preservar esta parte de la ciudad. Un proyecto que, desde entonces, defiende la idea de tener como principal protagonista y beneficiaria a la población. El concepto de ciudadanía integral fue completamente vanguardista en la época, y es hasta hoy, una intención que ha logrado mantenerse con esos principios.

«En aquella época, se diseñó una estructura que incluía la Oficina, los gabinetes de arqueología y arquitectura, y los museos, pero con el tiempo todo fue creciendo. Se creó un sistema empresarial que explotó el turismo en el territorio y de dónde comenzaron a venir los recursos económicos.

«No solo veíamos el proyecto encaminado a la restauración de un edificio, un vitral o una plaza. Queríamos que también incluyera el rescate de espacios culturales, viviendas, escuelas, centros de salud, de ocio y de recreación. Buscamos que se multiplicara y que a su vez, atendiera aspectos relacionados con el medio ambiente y los grupos vulnerables de la zona, dentro de los que se encuentran los ancianos», asegura la doctora Patricia Rodríguez Alomá, directora del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Cuidad de la Habana (OHCH).

Para hacer todo eso, se creó desde un principio un equipo de trabajo multidisciplinario. La primera intención era redactar un documento que fuera la guía para planificar ese desarrollo integral. Con el tiempo, la necesidad hizo que el grupo se encargara de su implementación, monitoreo y actualización.

«Primero fue el aprendizaje y la construcción de ese proyecto, algo que fuimos, poco a poco, aprendiendo y convirtiendo en Plan de Desarrollo Integral. Tuvimos que estudiar y aprender mucho, hicimos reuniones, participamos en congresos y a partir de ahí comenzamos a crearlo todo.

«Lo hicimos en la cotidianidad. Fue una participación constante que iba a la par de un proceso inversionista. Nos fuimos alimentando del proceso de aprendizaje y la praxis cotidiana. Fue una época de pruebas y errores, acertamos en muchas cosas, pero en otras no y así, aprendimos a organizar el trabajo», explica Rodríguez Alomá.

PLAN ESPECIAL DE DESARROLLO INTEGRAL PARA 2030

Este Plan Maestro que comenzó a implementarse en 1998 llega a la actualidad con nuevas maneras. Hoy, la Oficina del Historiador de la ciudad se une también al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 y asume en su proyecto variaciones a partir del contexto.

«La cultura sigue siendo el eje vertebral de este proyecto. Hay que proteger la vivienda como interés social y La Habana Vieja tiene que continuar siendo un lugar habitado», explica la directora del Plan Maestro de la OHCH.

«Desde el punto de vista económico y social, este tiene que ser un proyecto sostenible, con un instrumento participativo que tenga carácter de Ley y que guíe este proceso. Además, tiene entre sus objetivos, dotar al territorio de una infraestructura contemporánea que permita una vida moderna», asegura.

Lo que ha cambiado, agrega Rodríguez Alomá, es la manera en que se han propuesto algunos objetivos y el establecimiento de determinados indicadores para poder mediar lo que se está haciendo y cuánto se está avanzando.

En este sentido, nuevos actores se suman a esta dinámica de la contemporaneidad. Los pequeños negocios, llegan como un aliado después de 20 años de una labor restauradora para dar otro sentido al trabajo de la Oficina. A ellos, se unen también las grandes empresas hoteleras, una unión que asegura la directiva ha permitido vincular la restauración al desarrollo humano, elevar la calidad de vida de los pobladores y a su vez ha sido una fuente generadora de puestos de trabajo.

«Trabajar con bienes de tan grandes valores culturales requiere de una especialización muy elevada y de involucrar a todos los que sean capaces de aportar a esa recuperación. Por eso, la interdisciplinariedad ha sido tan positiva, porque hemos logrado involucrar actores de pequeña escala como pueden ser los trabajadores por cuenta propia, hasta el gobierno municipal, el provincial e incluso el gobierno del país», comenta la directora del Plan Maestro OHCH.

El éxito de la Oficina del Historiador de la Ciudad y su Plan Maestro radica en el trabajo integral que durante años han desarrollado con todos los sectores. Un logro sumamente complejo que además tiene cada día, el reto de mantener al centro histórico de la capital cubana, como un territorio culturalmente vivo, habitado, y donde esa mezcla de pasado y presente, sigan salvaguardando 498 años de historia.

Fuente: http://www.granma.cu/cuba/2017-12-20/la-habana-viva-despues-de-498-anos-20-12-2017-14-12-46