Previsto el inicio de su construcción para el venidero mes de septiembre, el hotel 5 estrellas, de 42 plantas y 154 metros de altura que se levantaría en la avenida 23 entre las calles J y K, es en la actualidad objeto de varios cuestionamientos por sectores ajenos a quienes patrocinan el proyecto inmobiliario de […]
Previsto el inicio de su construcción para el venidero mes de septiembre, el hotel 5 estrellas, de 42 plantas y 154 metros de altura que se levantaría en la avenida 23 entre las calles J y K, es en la actualidad objeto de varios cuestionamientos por sectores ajenos a quienes patrocinan el proyecto inmobiliario de Almest.
La empresa, según informó Cubadebate hace dos años, es una de las entidades más experimentadas de su tipo en Cuba y en los últimos 22 años como inversionista ha participado en la ejecución de más de 25 mil habitaciones en todos los polos turísticos de la Isla. Fue Almest quien firmó con la empresa constructora francesa Bouygues para darle participación en varios proyectos cubanos, entre ellos el ya concluido Hotel Manzana Kempinski. Tiene a su cargo también la construcción del Hotel Paseo, 250 habitaciones cinco estrellas ubicadas en la céntrica esquina de Prado y Malecón, con su inauguración programada para el año próximo.
Los detractores del nuevo proyecto, del hotel más alto de Cuba, apuntan entre otros motivos a que el edificio violaría las normas establecidas por el Instituto de Planificación Física, que establece para el municipio Vedado la prohibición de levantar edificios más allá de las 25 plantas y hasta una altura de 77 metros.
En el propio sitio del Instituto de Planificación Física se puede encontrar una información que refleja los pocos avances que en cuanto a la erradicación de las ilegalidades urbanísticas ha ocurrido en el país, tema discutido en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional el pasado diciembre de 2017.
Según destacó el General de División y presidente del Instituto de Planificación Física, Samuel Rodiles Planas, solo cinco provincias cubanas cumplieron el 50% de los planes para la erradicación de las ilegalidades. «La provincia de La Habana encabeza la lista con mayor cantidad de casos con más de 40 mil, mientras que Santiago de Cuba, Granma, Artemisa y Matanzas, superan las 10 mil violaciones», dijo.
Sin embargo, ahora es una entidad estatal quien planea irrespetar las normas establecidas en el Vedado, confeccionadas por especialistas que intentan preservar, dentro de la precariedad que ha sufrido Cuba en el tema constructivo, un orden urbanístico.
Entre los comentarios realizados en la publicación de la noticia algunos usuarios se preguntaron por los arquitectos de este proyecto, información que no se ha publicado aún, y otros que se identificaron como ingenieros y arquitectos, valoraron como lamentable la estructura del futuro hotel. Arquitecto habanero, uno de ellos, dijo que «una fachada de vidrio en la Habana, es un gasto de energía extra por dar una imagen de modernidad» y además, «afecta al entorno y a las edificaciones cercanas, sino que se vea como en la calle Obispo y el edificio de San Gerónimo, con solo 4 niveles en las zonas de sombra refleja la luz del sol y molesta a los vecinos circundantes».
Otro de los usuarios, identificado, como Intrépido, opinó que se debería dar a conocer además «los resultados del estudio de factibilidad de estos proyectos, para informar mejor y evitar bla bla bla en la calle, pues pienso que actualmente el turismo visita los hoteles urbanos solo de paso, o el día en que llegan, luego se van al interior, por eso me gustaría saber un poco más de las proyecciones con estas construcciones millonarias».
«A juzgar por informaciones recientes relacionadas con el boom constructivo del sector turístico, ni el Gran Hotel Manzana Kempinski; ni el Packard, segunda instalación cubana de lujo con categoría cinco estrellas plus; ni el hotel Paseo del Prado, que abrirá sus puertas en 2019, fueron ideados por arquitectos, diseñadores o ingenieros civiles. Solo se menciona, y profusamente, a la Empresa Inmobiliaria Almest, que pareciera tener el don de la ubicuidad y una capacidad inversionista inagotable», escribió la periodista Gisselle Morales en su blog.
Según información pública de quienes son los responsables de su ejecución, el financiamiento de la obra será enteramente cubano y se calcula en unos 200 millones de dólares, cifra que los oponentes estiman debería ser destinada a la reconstrucción de viviendas en la capital.
Hasta hoy, la construcción más elevada de Cuba es el monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución con una altura de 141,95 metros. Le sigue el hotel Habana libre, con 127.
Fuente: http://progresosemanal.us/20180517/polemico-el-futuro-edificio-mas-alto-de-cuba/