¿Usted quiere que se le bajen los impuestos a los privados para que inviertan y la economía avance? ¿A usted no le molesta que cuando llegue la hora de que la población cambie todo su dinero en una sola moneda se avise el día antes? ¿Aprueba que todas esas cafeterías subsidiadas (que ayudan al consumo […]
¿Usted quiere que se le bajen los impuestos a los privados para que inviertan y la economía avance? ¿A usted no le molesta que cuando llegue la hora de que la población cambie todo su dinero en una sola moneda se avise el día antes? ¿Aprueba que todas esas cafeterías subsidiadas (que ayudan al consumo de sectores de bajos ingresos) pasen a ser gestionadas por cooperativas no agropecuarias para que sean más rentables? ¿Considera como algo normal y natural que haya cierto índice de pobreza en Cuba?
Si sus respuestas han sido afirmativas, párese frente a un espejo, y declárese oficialmente un neoliberal. ¿Tiene cura? No sé, reflexionemos sobre tal patología.
El neoliberalismo ha sido desde hace alrededor de 40 años unos de esos enemigos etéreos de las izquierdas. Comenzó a ser acusado de todos los males de los pueblos, y cumbres enteras se le han dedicado, incluso no ha faltado la consigna ¡abajo el neoliberalismo!Todavía recuerdo con claridad los recientes discursos en la concluida Cumbre de las Américas, donde se pudo ver claramente lo que menciono.
Se nos ha presentado como una especie de fuerza diabólica o, mejor dicho, la «personificación del mal». Ahora, suponiendo que sea tan malo (y no lo dudo), ¿qué es el neoliberalismo? Está claro que tiene que ser algo más que eso a lo que le gritan consignas los fraseólogos y los que se dejan arrastrar. Por eso hay que mostrar al menos sus rasgos principales.
El neoliberalismo es una corriente de pensamiento de dimensiones tales, que es comparable con el liberalismo y el marxismo, surgió alrededor de la década del 30 del siglo pasado. Sus dimensiones más conocidas son la política y la económica. A diferencia de lo que se nos hace creer, el neoliberalismo tiene una racionalidad -muy bien armada- que lo sustenta y apoyo su discurso a favor de políticas neoliberales.
A pesar de sus divisiones internas, hay rasgos esenciales que deben saberse:
1- Apuesta por la reducción de impuestos al sector privado para aumentar inversiones.
2- Privatiza las empresas estatales en nombre de la eficiencia, sin importar la función social de esa.
3- Aplica políticas de choque como cambios monetarios y ajustes de un golpe.
4- Apuesta porque debe existir un número natural de marginalidad social y pobreza (tasa natural de desempleo).
Después de conocer esto pueden pasar algunas cosas. Habrá quien se dé cuenta de que ha pensado como un neoliberal en algunos aspectos y sin saberlo. De esos, algunos se replantearán las cosas y regresarán al dogmatismo de estilo soviético. Otros, pensarán que tiene cosas positivas ese neoliberalismo.
Las preguntas de este test, se las he hecho a varias personas y el resultado ha sido encontrar neoliberales inconscientes, eso me preocupa. Nuestra izquierda maldice al neoliberalismo, a la par que -al igual que la ex presidenta Dilma- tenía en parte de su gabinete economistas neoliberales (entre ellos el ministro de hacienda). El discurso hacia la diestra, y la práctica y la mente hacia la siniestra.
Sin que lo sepan, también le he hecho el test a algunas de las políticas y prácticas actuales en la economía cubana, y el resultado es igual. Es necesario que los cubanos revolucionarios, que se afirman socialistas y comunistas, puedan identificarlo donde se manifieste. Hay una filosofía muy seria tras el neoliberalismo, no sé si sea tan malo padecerlo en el pensamiento, pero sí lo es no ser consciente de ello.
Fuente: http://jovencuba.com/2018/05/18/test-de-neoliberalismo/