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Crece la ola de éxitos y campañas de BDS en América Latina

El Sur también existe

Fuentes: Rebelión

El tiempo en que teníamos que mirar hacia el hemisferio norte en busca de buenas noticias sobre el avance de la campaña mundial de BDS (de origen y liderazgo palestino) parece estar llegando a su fin. En el último año, y en particular en lo que va de 2018, América Latina -y sobre todo su […]

El tiempo en que teníamos que mirar hacia el hemisferio norte en busca de buenas noticias sobre el avance de la campaña mundial de BDS (de origen y liderazgo palestino) parece estar llegando a su fin. En el último año, y en particular en lo que va de 2018, América Latina -y sobre todo su Cono Sur- se ha vuelto una región donde el movimiento avanza a paso firme, impulsando distintos tipos de boicot a Israel.

Cultural

En enero, en pleno verano del Cono Sur, y cuando todavía celebraban la reciente decisión de la cantante neozelandesa Lorde de no actuar en Israel -atendiendo al pedido de sus compatriotas del BDS, y fundamentando políticamente dicha decisión-, grupos de solidaridad con Palestina empezaron a movilizarse en Uruguay y Argentina para pedirle a la popular actriz y cantante rioplatense Natalia Oreiro que cancelara su show previsto para el 20 de marzo en Tel Aviv. Con una esperanza moderada, las activistas apelaron a su trayectoria y sensibilidad social, ya que Oreiro es embajadora de UNICEF y ha apoyado otras causas por los derechos de la niñez. A ese pedido se agregó poco después una carta de Bassem Tamimi, el padre de Ahed, la adolescente palestina encarcelada por abofetear a un soldado israelí. Y a la carta de Bassem siguió la de dos mujeres (una israelí de origen argentino y otra palestina), representantes de sus respectivas organizaciones, pidiéndole también que no fuera cómplice del apartheid israelí ni se dejara utilizar para lavar sus crímenes.
Natalia Oreiro nunca respondió a las cartas ni a la solicitud de entrevista; pero poco antes de la fecha prevista se anunció la cancelación del show, alegando motivos de salud. Las activistas del BDS ya son expertas en leer entre líneas, y comprendieron que habían triunfado; de hecho hasta hoy el show no ha sido reprogramado.