Hoteles ecoturísticos en la selva Lacandona -uno en funciones, otro en construcción y un tercero en proyecto- están siendo utilizados como centros de turismo científico para la bioprospección, donde sin ningún control de parte del gobierno se realiza saqueo de material genético contenido en la biodiversidad, denunció el organismo no gubernamental ecologista Maderas del Pueblo […]
Hoteles ecoturísticos en la selva Lacandona -uno en funciones, otro en construcción y un tercero en proyecto- están siendo utilizados como centros de turismo científico para la bioprospección, donde sin ningún control de parte del gobierno se realiza saqueo de material genético contenido en la biodiversidad, denunció el organismo no gubernamental ecologista Maderas del Pueblo del Sureste.
Miguel Angel García, representante del organismo que tiene presencia en varios estados del sureste del país, explicó que estas acciones las realizan por conducto de organizaciones no gubernamentales como Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable, AC, y CEIBA, AC.
Explicó que mediante estos grupos, y con la bandera de «la conservación de la biodiversidad para beneficio de la humanidad», acuerpan a un grupo de científicos que sostienen hoteles de ecoturismo.
Estos son Chajul, que se encuentra en operación; río Tzendales, en construcción, y Laguna Lacanjá, en proyecto. Según denunció Maderas del Pueblo, estos centros son patrocinados por multinacionales como la Ford.
Según la denuncia, independientemente del origen y recursos con que se manejan, estos hoteles sirven como «centros de turismo científico para la bioprospección, es decir, lugares donde sin ningún control de parte del gobierno y de los propios habitantes de la zona, se realiza el saqueo de material genético contenido en la biodiversidad».
Una prueba de que las actividades que se realizan en esos lugares no son turísticas es que en las 300 hectáreas que tienen en posesión dichas organizaciones existe una fuerte vigilancia por parte de la Secretaría de Marina, instancia que no permite el acceso a la zona, acusa Maderas del Pueblo.
Y como parte de la estrategia, señala el grupo ambientalista, los dirigentes se encuentran dialogando con las autoridades federales y estatales, poniendo como punta de lanza a la comunidad lacandona, para sacar de la zona a los núcleos agrarios que se encuentran en los lugares donde desean ampliar sus proyectos, en particular de los que no tienen regularizada la posesión.
Miguel Angel García sostiene que este grupo de científicos mexicanos trabaja desde hace varios años en la bioprospección con fines de lucro privado a favor de empresas trasnacionales.
Indígenas llaman a unirse contra transgénicos
San Cristobal De Las Casas, Chis., 21 de mayo. Indígenas de 18 municipios que participan en el quinto encuentro del maíz maya-zoque, hicieron un llamado a todas las comunidades a unirse para hacer frente común y no permitir la entrada de semillas transgénicas, que «sólo destruyen nuestro organismo y la cultura».
El coordinador de las Regiones Autónomas Pluriétnicas (RAP), Agustín Gómez, dijo, al participar en la inauguración de la reunión que finalizará este sábado, que las trasnacionales de Estados Unidos «a fuerza quieren meter en nuestras comunidades las semillas transgénicas para acabar con nuestra cultura, y no debemos permitirlo».
Agregó que ante el peligro de una «invasión» de transgénicos, todas las comunidades indígenas deben unirse para conservar sus semillas criollas de maíz, frijol, papa, calabazas y otras.
Además, señaló, «no debemos utilizar herbicidas ni fertilizantes, sino abono orgánico».
Comentó que el objetivo del encuentro organizado por las RAP, el Centro de Capacitación para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, es «consolidar la lucha en todos los municipios y unir el pensamiento de las organizaciones para formar un proyecto común que nos permita conservar las semillas criollas».
A la reunión que se realiza en las instalaciones del desaparecido Instituto Nacional Indigenista (INI) y cuyo lema es «reunir los granos dispersos en la oscuridad para las semillas del nuevo amanecer», asisten más de 100 indígenas de 18 municipios de varias regiones del estado.