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El vicesecretario para Asuntos de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de los Estados Unidos lanza las reiterativas diatribas de la Administración Bush contra Cuba

La cosa no está fácil para Kozak

Fuentes: Rebelión

Michael Kozak, vicesecretario principal adjunto de Estado para Asuntos de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de los Estados Unidos, salió a la palestra pública para lanzar las reiterativas diatribas de la Administración Bush contra Cuba. En recientes declaraciones ofrecidas el 16 de junio pasado ante la Subcomisión de Derechos Humanos y Bienestar, de la Comisión […]

Michael Kozak, vicesecretario principal adjunto de Estado para Asuntos de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de los Estados Unidos, salió a la palestra pública para lanzar las reiterativas diatribas de la Administración Bush contra Cuba. En recientes declaraciones ofrecidas el 16 de junio pasado ante la Subcomisión de Derechos Humanos y Bienestar, de la Comisión de Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, Kozak destacó que la Casa Blanca sigue ofreciendo su apoyo incondicional a la contrarrevolución interna a los que tilda de «luchadores por la democracia». De la misma manera, su intervención ante los miembros de la Cámara sirvió para repetir las manidas acusaciones contra el gobierno cubano de «cometer constantes abusos contra los derechos humanos» en la Isla.

Usando el mismo lenguaje agresivo, falsario e ingerencista de su presidente, George W. Bush, y de sus tracatanes más descollantes como Colin Powell, Roger Noriega y Otto Reich, Kozak alabó los esfuerzos y compromisos de Estados Unidos «para apoyar a los ciudadanos cubanos en su lucha por lograr la democracia». El cinismo empleado por el funcionario norteamericano le permitió esconder una flagrante verdad ante los miembros de la Cámara de Representantes, y es que esos «esfuerzos por lograr la democracia en Cuba» han consistido, primero que todo, en una guerra sucia y criminal contra el pueblo cubano, mantenida durante más de cuatro décadas. Por supuesto, Kozak escamoteó ante el auditorio los cientos de hechos terroristas perpetrados contra humildes trabajadores, estudiantes y niños cubanos, así como los intentos de destruir objetivos económicos y sociales por medio de bombas y medios incendiarios.

¿Habrá olvidado Kozak el criminal bloqueo mantenido contra los cubanos y el intento actual de su administración por matar de hambre a este pueblo? ¿Habrá olvidado que esos «nobles esfuerzos» se han basado en el terror, en la implementación de ataques biológicos, uno de los cuales provocó la muerte de 101 niños cubanos?

Al referirse a la justa medida adoptada por el gobierno cubano de juzgar, con todas las prerrogativas y garantías legales, a 75 contrarrevolucionarios y servidores del imperialismo yanqui, encargados de promover campañas difamatorias contra la realidad cubana, Kozak utilizó las mismas infames acusaciones esgrimidas contra Cuba de violar los derechos humanos de estas personas. Desconocedor de las convicciones mayoritarias de los cubanos a favor de la Revolución, se atrevió a declarar: «Sin embargo, a pesar del peligro verdadero de encarcelamiento, está claro que los cubanos le están perdiendo el miedo al régimen moribundo y exigen un papel en la elaboración de su propio futuro democrático». Parece que Kozak, así como los miembros de la administración norteamericana, no vieron al pueblo cubano marchar el pasado 14 de mayo en apoyo a la que consideran su verdadera democracia, en la que viven y se desarrollan, y rechazando la falsa democracia que quieren imponerle desde el Norte.

Haciendo alusión a la actual campaña de mentiras promovida contra Cuba, apoyándose en sus acólitos de la Unión Europea y de algunos países latinoamericanos, dijo: «Para apoyar los sueños de los cubanos de democracia, Estados Unidos ofrece apoyo moral así como apoyo político mediante las iniciativas sostenidas en foros internacionales como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU)». Le faltó aclarar, por supuesto, que dicho «apoyo moral y político» consistió en las más sórdidas presiones y chantajes contra los países miembros de la CDH, obligándolos tácitamente a someterse a su voluntad de aislar a Cuba y desvirtuar la realidad que se vive en este país. Si no se plegaban a sus designios, sin lugar a dudas, hubieran recibido castigos de diferente índole.

.Haciendo un esbozo de los siniestros planes ingerencistas de su administración, que no excluyen la vía de la agresión al estilo de lo ocurrido en Afganistán e Irak, Kozak declaró que «la política de Estados Unidos propone también alentar una transición rápida y pacífica a la democracia en Cuba. Señaló, haciendo referencia al neo engendro intervencionista conocido como la Comisión de Ayuda para una Cuba Libre (CAFC), creado bajo los auspicios de Bush en octubre de 2003, que la labor de la misma es «desarrollar un enfoque de actuación con iniciativa, integrado y disciplinado sobre cómo Estados Unidos puede trabajar para acelerar una transición pacífica a la democracia y, en particular, mediante la rotura del bloqueo de información del régimen»

Preparando el terreno para meter sus manos en una supuesta Cuba pos Castro, explicó a los miembros de la Cámara que «la comisión también tiene el mandato de desarrollar planes de contingencia para asistir a una Cuba libre durante semejante transición, si es que sus ciudadanos piden tal ayuda».

La mayor mentira de Kozak, al igual que la de su errado presidente, consiste en aseverar que Estados Unidos es respetuoso de los deseos del pueblo cubano con respecto a su futuro. ¿Por qué, entonces, si arguye falsamente que Estados Unidos no procura imponer las condiciones de la transición cubana, ya que «el pueblo cubano tiene que decidir el futuro de Cuba», se encargan de decidir las condiciones de ese supuesto tránsito social y político? ¿No es, acaso, abierta injerencia el destinar 41 millón de dólares por un plazo de dos años para promover un cambio político no deseado por la mayoría de los cubanos?

Como puede apreciarse con respecto a las declaraciones del señor Michael Kozak, Estados Unidos no descansará hasta destruir a la Revolución Cubana. La cuestión principal, desde luego, es si los que dice pretender ayudar, lo aceptarán. Como ven, la cosa no está fácil para Kozak.

* Escritor guatemalteco
19 de junio de 2004