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Entrevista con Joseba Permach (Batasuna)

«Pedimos voluntad política para usar el momento para resolver el conflicto»

Fuentes: Gara

No es ningún secreto a estas alturas que entre las formaciones abertzales hay un diálogo abierto que abre ciertas expectativas. En este contexto, Batasuna insiste en que arriesgará… si efectivamente la partida es la definitiva. Y es que, para Joseba Permach, «tras 25 años de lucha y sufrimiento, las bases de la izquierda abertzale no […]

No es ningún secreto a estas alturas que entre las formaciones abertzales hay un diálogo abierto que abre ciertas expectativas. En este contexto, Batasuna insiste en que arriesgará… si efectivamente la partida es la definitiva. Y es que, para Joseba Permach, «tras 25 años de lucha y sufrimiento, las bases de la izquierda abertzale no entenderían que no aprovechásemos la ocasión para garantizar un marco democrático».

La izquierda abertzale se presenta ante el curso político convencida de que la opción de resolución del conflicto puede estar en el horizonte, pero subrayando la premisa de que para ello hace falta voluntad política. De momento, ya hay algunos puntos de no-retorno:se dialoga entre los partidos vascos, y se acepta que la solución pasa por una consulta.

­Batasuna empezó la semana prometiendo «pragmatismo», y la ha acabado hablando de «flexibilidad» y asegurando que juega a una sola carta. ¿Tan claro ven que éste es el momento de hacer una apuesta fuerte?

Nosotros hemos hecho una reflexión que parte de un balance de la estrategia de la izquierda abertzale en estos últimos diez años. Todo el mundo es consciente de que entonces se tomaron decisiones fundamentales, como era pasar de la Alternativa KAS a la Alternativa Democrática y apostar por la construcción nacional y por una estrategia nacional. Ynosotros vemos que, independientemente de situaciones difíciles y de crisis como la ilegalización actual, el fuerte golpe electoral de 2001 o el final del proceso Batasuna, hay dos cosas fundamentales que se han conseguido:existe un gran debate abierto sobre el marco jurídico, en el que incluso los que en su día apostaron por el marco autonómico se ven obligados a proponer un cambio político, y la izquierda abertzale ha demostra- do que ha superado incluso la ilegalización con los tres retos electorales últimos. La fortaleza con que nos sentimos en estos momentos, por un lado, y sobre todo el gran debate abierto en Euskal Herria son los factores que nos llevan a concluir que es un momento importante para apostar. ¿Ypara qué hay que aprovechar ese momento? Para la resolución del conflicto.

­En este camino, inciden en reclamar a otros agentes políticos que muestren «voluntad política». Cabe entender, por lo tanto, que hoy día no la perciben. ¿Hasta qué punto hay diálogo con otros partidos?

Hace ya casi un año desde que en el Pabellón Anaitasuna de Iruñea hicimos un llamamiento a recuperar el diálogo político perdido desde la ruptura del proceso de 1998. En estos últimos meses han existido relaciones y reuniones con muy diversas formaciones políticas, so- ciales y sindicales, y a todos nos consta que en el propio Foro de Debate Nacional y en la comisión creada para impulsar una mesa para la resolución del conflicto está habiendo reuniones bilaterales en esta línea. Vemos que ese ámbito se está moviendo, pero tememos también que pueda haber por parte de algunas formaciones un intento de utilizar este momento no para resolver el conflicto, sino para volver a repetir los errores de hace 25 años, para mantener cada uno sus intereses partidistas y económicos. Yahí es donde les pedimos voluntad política.

­¿No se observa en algunas formaciones un intento de inhibir las responsabilidades propias? Parece sintomático, por ejemplo, que varios partidos insistan precisamente ahora en que todo pasa por que el Gobierno español hable con ETA.

Para poner en marcha un proceso de solución evidentemente lo primero es tener voluntad política, que todas las formaciones se comprometan a ello. Nos parece positivo que cualquier formación haga un llamamiento al diálogo entre ETA y el Gobierno español, pero nos gustaría que absolutamente todos hicieran una apuesta por un diá- logo sincero no para mantener el actual estatus, sino para garantizar un escenario democrático en el que todos los proyectos sean defendibles. Hoy por hoy, seguimos observando que hay demasiados intereses partidistas. Las declaraciones de Xabier Arzalluz, por ejemplo, demuestran eso.

­¿Cómo valoran el paso por La Moncloa de PNV y EA, su actitud ante esas reuniones con Rodríguez Zapatero?

Desde la declaración de Bergara, nosotros dejamos claro que el planteamiento con el que este país debe acudir ante cualquier jefe de Estado o de Gobierno español o francés es el de reivindicar los derechos nacionales. Tanto PNVcomo EAhan dicho que han trasladado esa petición a Zapatero, pero pensamos también que se ha ido a Madrid más a subrayar que hay un nuevo talante y pasar página respecto a la actitud anterior del PP, sobre todo en el caso del PNV.

­¿En las previsiones de la izquierda abertzale está la posibilidad de que el PSOEhaga algún movimiento nuevo?

La izquierda abertzale, desgraciadamente, conoce perfectamente los años en que el PSOE estuvo en el Gobierno español, y también su colaboración permanente con el PP. Lo que sí subrayamos ahora es que ha caído el PP, que era la fuerza polí- tica que había puesto en marcha un estado de excepción contra decenas de miles de personas, y que se ha abierto una nueva situación política en el Estado español que obviamente afecta a Euskal Herria. Somos conscientes también de que eso ha abierto unas expectativas, y que la izquierda abertzale también tiene que moverse e intentar poner todo lo posible para que esas expectativas no se defrauden, igual que lo tiene que hacer el resto. A partir de ahí, lo que haga o no haga el PSOE es cuestión suya, esa pelota está en su tejado, y no tenemos más datos al respecto que los que tenga cualquier ciudadano.

­Respecto al proceso de diálogo entre partidos, Otegi dijo en Altsasu que la izquierda abertzale no hará acuerdos con nadie contra nadie. ¿Es un mensaje a quienes piden un polo aber- tzale a la izquierda del PNV?

Lo que queremos subrayar con eso es que estamos en una situación en la que hay que ver si es posible hacer un gran acuerdo en el conjunto de Euskal Herria que garantice un escenario en que todos los proyectos políticos sean respetados y los vascos decidan. No estamos en una coyuntura en la que se puedan hacer acuerdos de confrontación frente al PNV, o al PSOE… Nos queremos centrar en ese acuerdo porque es lo fundamental y porque se dan condiciones para ello.

­Yen esa búsqueda de acuerdo nacional, ¿el plan de Ibarretxe es una distorsión o puede ponerse en paralelo?

Ese plan tiene que ver con las crisis del marco autonómico, porque el PNVse ve obligado a hacer una nueva oferta teniendo en cuenta que el «más Estatuto» es invendible para la masa social abertzale. En ese sentido, sirve para multiplicar el debate sobre el marco. Apartir de ahí, consideramos que ese plan es inadecuado porque no afronta los parámetros del conflicto, aunque en el preámbulo se tienen en cuenta aspectos fundamentales para ello, como Euskal Herria, siete herrial- des y consulta. Les emplazamos a diseccionarlo.

­Pero dicen que no lo harán…

Todavía quedan meses. Lo que nos gustaría es que, en vez de dedicarse a decir qué debemos hacer nosotros, sean capaces de sentarse en una mesa para buscar un acuerdo. Les guste o no, la pelota está en su tejado. Y si nos achacan una incongruencia por apoyar el preámbulo y no el resto, lo que decimos es que la auténtica incongruencia es hablar de Euskal Herria, siete provincias y derecho a consulta y luego, por arte de birlibirloque, pasar a un nuevo Es- tatuto para tres provincias, siendo conscientes de que eso no va a solucionar el conflicto. Diez años después nos encontraríamos igual que ahora. Lo estamos viendo con La Naval:entonces las empresas se cerraban en Madrid y cargaba la Policía Nacional española; ahora se siguen cerrando en Madrid y carga la Ertzaintza, y con un nuevo Estatuto seguramente estas decisiones seguirían tomándose allí.

­Hay un cambio evidente de discurso en el tripartito. Hasta ahora daban por seguro que la reforma estatuaria se aprobaría, pero ahora insisten en que no. ¿Por qué este giro repentino?

Hay una operación en marcha que tiene como objetivo poner la pelota en el tejado de la izquierda abertzale. El ejemplo más evidente es que un señor que nos quiere tanto como Atutxa empezó a decir que nuestro voto vale tanto como cualquier otro. Nosotros subrayamos, y así lo haremos en el pleno del próximo viernes en Gasteiz, que apostamos por que se diseccione ese plan.

­Desde Lakua se afirma que las bases de la izquierda abertzale no entenderían un rechazo a ese proyecto. ¿Qué responden?

Que las bases de la izquierda abertzale no entenderían que después de luchar 25 años para que el marco autonómico se pusiera en crisis no aprovechásemos esta ocasión para garantizar definitivamente un marco democrático que posibilite todos los proyectos. Detrás hay mucho dejarse la piel, mucho sufrimiento, y esa base social no se va a conformar con un Estatuto para tres provincias y que sólo suponga una reedición de la autonomía.

«Ibarretxe secuestra el planteamiento de consulta»

­La consulta ha sido el tema estrella de este verano recién terminado; muchas voces se han adherido a esta opción, pero el tripartito la vincula estrictamente al plan de reforma estatutaria…

Antes que nada, lo que hay que resaltar es que ya en la Alternativa Democrática la izquierda abertzale remarcaba que hay que dar la palabra al pueblo. Esa es una reivindicación que hemos hecho durante años y que se acrecentó después de 1998, con la Declaración de Lizarra-Garazi. Lo que han hecho el PNVe Ibarretxe ha sido secuestrar el plan- teamiento de la consulta para toda Euskal Herria y llevarlo a un marco de tres provincias y sobre un proyecto estatutario.

­¿Cuál es entonces la propuesta de la izquierda abertzale? ¿Qué habría que preguntar en una consulta?

Nuestro objetivo es subrayar que la consulta, el hecho de que los vascos y las vascas tengan la última palabra, es la llave para la resolución del conflicto, y que tenemos que conseguir que el conjunto del pueblo vasco sea consultado. Por eso vamos a trabajar. En estos momentos hay una dinámica abierta por el Foro de Debate Nacional en la que se nos ha preguntado a un buen número de agentes políticos, sociales y sindica- les qué opinión tenemos sobre la solución al conflicto y la posibilidad de que la consulta pueda servir para ello. Nosotros presentaremos ahí una aportación concreta.

­Se puede vislumbrar que consensuar una consulta concreta requeriría un acuerdo muy amplio para tener éxito. ¿Es factible?

Es necesario que cada fuerza política aclare primero si entiende que la resolución del conflicto pasa por que sea respetada la voluntad de los ciudadanos vascos. Es necesario que cada uno ponga las cartas encima de la mesa y lo explique. A partir de ahí, el Foro de Debate Nacional plantea llegar a un acuerdo de aquí al Aberri Eguna. No sabemos si seremos capaces de hacerlo para esa fecha, pero sí que nos gustaría, sobre todo, ser capaces de buscar un acuerdo sobre lo que nos pueda unir, un acuerdo simple en el que estemos, por ejemplo, todos los que defendemos que en última instancia los vascos y las vascas sean los que deciden.