Jean-Guy Allard
La habilidad de las organizaciones terroristas para mover personas, armas y dinero a través de las numerosas fronteras de América Central y del Sur solo puede ser controlada por una amplia cooperación entre los gobiernos de la región, ha señalado este martes el Secretario de Defensa estadounidense Donald H. Rumsfeld.
Sin embargo, no especificó si sus orientaciones incluían el reciente indulto y los siguientes movimientos de cuatro terroristas internacionales anticubanos, desde Panamá hacia Honduras y Miami, que se hicieron con el pleno conocimiento, e incluso con la cooperación, del gobierno al cual pertenece.
«La única manera de derrotar a los terroristas es presionarlos en todo el mundo», dijo el importante miembro de la Administración de George W. Bush quien se encontraba en Quito, Ecuador.
«Tenemos que negarles refugio, tenemos que buscarlos donde estén, tenemos que cooperar internacionalmente para reducir su habilidad para recolectar dinero» y vigilar mejor a los territorios, cielos y mares, añadió Rumsfeld durante una rueda de prensa, en el Palacio Presidencial de Carondelet, en la antesala del inicio de la Sexta Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas.
Rumsfeld afirmó que «hay cosas que pueden pasar en el aire (…); hay cosas que pueden pasar en el agua (…); y hay cosas que pueden pasar en tierra».
Pero el gran estratega de la guerra en Iraq se olvidó por completo de recordar cómo los terroristas internacionales – por cierto enemigos de la Revolución Cubana – Guillermo Novo Sampol, Luis Gaspar Jiménez Escobedo y Pedro Crispín Remón Rodríguez, entraron en territorio norteamericano por el aeropuerto miamense de Opa-Locka, en un Learjet alquilado, procedentes de Honduras, el jueves 27 de agosto, sin encontrar el menor obstáculo, tanto de parte de las autoridades migratorias como del FBI o de la CIA.
Los tres hombres, con largas trayectorias terroristas que se extienden sobre más de cuarenta años, son ampliamente fichados por el FBI.
Pedro Remón Rodríguez, asesinó el diplomático cubano Félix García Rodríguez, el 11 de septiembre de 1980, en Nueva York, así como el emigrado cubano José Eulalio Negrín que ametralló bajo los ojos de su hijo. Remón también colocó bombas en la sede de la Misión Permanente de Cuba ante la ONU a fines de 1979, y atentó contra la vida del Embajador cubano ante las Naciones Unidas pocos meses después.
Guillermo Novo Sampoll colocó artefactos explosivos en embajadas de Cuba, en aeronaves y embarcaciones de países que realizaban intercambios económicos con Cuba, y fue uno de los asesinos de Orlando Letelier, canciller del Gobierno chileno de la Unidad Popular, en un atentado realizado en Washington. Fue involucrado además directamente en la preparación de terroristas procedentes de Miami que fueron capturados en Cuba en el año 2001.
El miamense Gaspar Jiménez Escobedo, por su parte, fue condenado en México por el asesinato en Mérida de un funcionario cubano. Luego encarcelado en la prisión de Chetumal, en el estado de Quintana Roo, logró evadirse después de sólo 27 meses de detención, en mayo de 1983. Lo reclama el Gobierno mexicano.
En el 2000, Jiménez salió de los Estados Unidos con un pasaporte norteamericano falso. A pesar de sus numerosísimos antecedentes criminales tanto Jiménez como Remón y Novo han regresado a Miami usando documentos irregulares.
Tampoco Rumsfeld comentó cómo el terrorista internacional Luis Posada Carriles pudo quedarse impunemente, en Honduras en la casa del terrorista cubano-hondureño Rafael «Ralph» Hernández Nodarse, millonario y dueño del canal de televisión de San Pedro Sula, ex mercenario de Playa Girón, traficante de armas y de whisky, también conocido tanto por el FBI como por la CIA.
No hizo referencia a posibles contactos entre las autoridades norteamericanas o su representación diplomática y el Gobierno panameño de Mireya Moscoso en los días y horas anteriores al criminal indulto que permitió a los cuatro terroristas recuperar ilegalmente su libertad.
Mientras cinco luchadores antiterroristas cubanos están presos en cárceles de EE.UU. por las maniobras mafiosas del FBI de Miami cómplice de los elementos más extremistas de la mafia cubanoamericana, los asesinos Guillermo Novo, Luis Gaspar Jiménez y Pedro Remón se pasean ahora libremente por las calles de Miami.
Por otro lado, de todas las hipótesis que rodean la huída de Luis Posada Carriles desde su «desaparición», el jueves 27 de agosto último, en los salones de inmigración del aeropuerto hondureño de San Pedro Sula, no se puede descartar su entrada en territorio norteamericano.
Todos han jurado en varias oportunidades, ante cámaras de televisión de Panamá y de Miami, que tan pronto recuperaran su libertad, seguirían en sus actividades terroristas.
Rumsfeld no puede ignorar que terroristas como Orlando Bosch, el pediatra miamense quien creó la Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU) que, asociada a la policía secreta chilena, desarrollará una campaña terrorista marcada por cientos de atentados y la destrucción en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación, en 1976, y la muerte de sus 73 ocupantes, también se encuentra libre en la metrópoli mafiosa de South Florida.
Los terroristas «pueden colarse utilizando espacios huecos» que resultan «de la descoordinación de las fuerzas de seguridad, o entre países, o en áreas sin gobernar, o por las fronteras de los países», advirtió el colaborador de George W. Bush en materia de defensa.
En estos casos, los «espacios huecos» están en su propio patio. ¡Y bien grandes!.