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Israel da una lección que los niños nunca olvidarán

Fuentes: Electronic Intifada, 3 diciembre de 2004.

Traducido para Rebelión por Felisa Sastre   Las viviendas de la familia Hamash han sido destruidas en represalia por las acciones violentas supuestamente atribuidas a Mahmud y Mahammad Hamash que se encuentran en prisiones israelíes.   Aunque ni los hijos de los Hamás- que de nuevo se han convertido en refugiados por segunda vez-, ni […]

Traducido para Rebelión por Felisa Sastre

 

Las viviendas de la familia Hamash han sido destruidas en represalia por las acciones violentas supuestamente atribuidas a Mahmud y Mahammad Hamash que se encuentran en prisiones israelíes.

 

Aunque ni los hijos de los Hamás- que de nuevo se han convertido en refugiados por segunda vez-, ni el jardín de infancia Ibdaa son responsables de esos supuestos crímenes.

 

Las leyes internacionales, en efecto, consideran la demolición de casas como castigo colectivo y crimen de guerra al establecer que «Ninguna persona puede ser castigada por un delito que no haya cometido personalmente» (Art. 33 de la Convención de Ginebra). MADRE, Revista de prensa de 1 de diciembre de 2004). www.madre.org

 

A las cuatro menos cuarto de la madrugada, el edificio de viviendas de la familia Hamash era demolido con explosivos por el ejército israelí. Doce jeeps militares israelíes invadieron el campo de refugiados de Dheisheh y rodearon las viviendas de la familia, así como el jardín de infancia del Centro Cultural Ibdaa que comparte el mismo edificio. El ejército ordenó a Musa Hamash, Aziz Hamash, Ahmed Hamash y a sus familias que desalojaran el edificio y salieran a la calle en la fría y húmeda madrugada.

 

Se les dio 30 minutos para sacar lo que pudieran de sus enseres antes de la demolición, lo que no sólo no era tiempo suficiente para hacerlo, sino que la presencia de los jeeps del ejército que bloqueaban todas las estrechas calles adyacentes dificultó el que pudieran poner a salvo sus recuerdos familiares y parte de sus miserables enseres.

 

Los soldados les dijeron que estaban allí para demoler sólo los dos pisos de Ahmed y Musa. El hijo de Musa, Mahmud, había sido condenado a 50 años de cárcel y su otro hijo, Mahammad, está a la espera de juicio. Mahmud fue detenido hace más de dos años y Mahammad hace un año. Ambos tienen hijos pequeños y bebés que hasta esta madrugada vivían en esos apartamentos.

 

El ejército obligó a las familias a abandonar la casa y comenzó a colocar los explosivos en todas las viviendas. Cuando explotaron, los dos apartamentos quedaron destruidos y el edificio completo sufrió grandes daños, incluido el jardín de infancia de Ibdaa. Estructuralmente, el edificio no ofrece seguridad.

 

La imagen que se ofrecía era la de libros y dibujos de los niños mezclados con los escombros en las calles, y las familias Hamash convertidas otra vez en refugiados. Se han quedado sin hogar y se les ha distribuido por el campo buscando acomodo entre sus vecinos.

 

El edificio tenía 8 apartamentos, 3 de ellos pertenecientes a Musa y 5 a Aziz, quien alquilaba los dos pisos de la primera planta al jardín de infancia del Centro Cultural Ibdaa. Ciento veinte niños de 2 a 6 años han aprendido, cantado, jugado y bailado y se han sentido seguros entre esas paredes en los últimos cuatro años.

 

Hoy, esos niños de Dheisheh no irán al jardín de infancia para estudiar. En sólo cuatro horas han aprendido una nueva lección: las casas de los Hamash han saltado por los aires y con ellas su pequeño paraíso.

 

Hoy, no habrá clases de música, ni de matemáticas, ciencias o historia. Los profesores no darán clase a nadie. Ninguna escuela en Palestina podrá dar lecciones tan impactantes como la que hoy ha ofrecido el ejército a los niños de Dheisheh.

 

Ziad Abbas es co-director y co-fundador del Ibdaa Cultural Center, un iniciativa ciudadana del campo de refugiados de Dheisheh que facilita actividades sociales, educativas y culturales a los niños del campo situado en Cisjordania.

 

Enlaces:

Ibdaa Cultural Center

MADRE -Organización internacional de mujeres que lucha por los derechos humanos y trabaja en asociación con grupos de base feministas en las áreas en conflicto de todo el mundo,