«Las iniciativas israelíes, el Muro, la colonización vacían de contenido la perspectiva de Estado que defiende Abbas. Los palestinos acabarán concluyendo que Israel no toma en serio a Mahmud Abbas. Hamas podrá decirles: Fatah os trajo los acuerdos de Oslo que fueron un fiasco, mientras que el fruto de nuestra lucha es la retirada de […]
«Las iniciativas israelíes, el Muro, la colonización vacían de contenido la perspectiva de Estado que defiende Abbas. Los palestinos acabarán concluyendo que Israel no toma en serio a Mahmud Abbas. Hamas podrá decirles: Fatah os trajo los acuerdos de Oslo que fueron un fiasco, mientras que el fruto de nuestra lucha es la retirada de Gaza. Los palestinos están convencidos que esa retirada es la consecuencia de la Intifada»…
La rivalidad entre la «vieja guardia» y una «guardia joven» que desea acceder a los puestos estratégicos es tradicional, pero tras el fracaso sufrido en las elecciones municipales frente a Hamas, la supervivencia del movimiento está en juego. En las elecciones presidenciales, los palestinos votaron a Mahmud Abbas porque consideraban que él era la persona más apropiada para mejorar sus condiciones de vida y relanzar el proceso de paz.
Durante las elecciones municipales de diciembre 2004 y las de enero 2005, Fatah fue castigado por su cercanía a la Autoridad Palestina y, por lo tanto, a la corrupción. Si en los dos próximos meses Mahmud Abbas es incapaz de obtener resultados o de modificar la percepción de los votantes en esas tres esferas, empezando por la corrupción, las próximas elecciones municipales parciales, previstas para el mes de mayo, podrían ser aplazadas por Hamas, lo cual podría provocar un efecto de «bola de nieve» para las elecciones legislativas que tienen que celebrarse en julio.
¿No había sido debilitado Hamas tras ser eliminada su cúpula directiva por el ejército israelí?
Los asesinatos del jeque Yassin y de Abdel Aziz Rantisi fueron un golpe terrible para el movimiento, pero se supo reaccionar de manera realista, aprovechando la oportunidad para convertir su popularidad en éxito electoral. Hamas comprendió igualmente, que el pueblo palestino estaba agotado y que aspiraba a una tregua.
Además, el contexto regional, y concretamente lo que está pasando con Siria, tampoco incita su ala pública a plantearse demasiadas expectativas. En el interior, los que defienden el principio de la transformación en un movimiento exclusivamente político, se vieron reforzados por los resultados de las elecciones municipales. Hoy apuestan por incidir en la incapacidad de Mahmud Abbas para atacar la corrupción, puesto que eso significaría entrar en conflicto con sus allegados y la destitución de decenas de responsables de seguridad. Sin duda, Hamas no pretende hallarse en la situación de llegar al poder tras las elecciones legislativas de mayo, pero sin embargo, desea tener una representación lo bastante significativa para que el gobierno esté de facto bajo su control.
¿Puede la comunidad internacional ayudar a Mahmud Abbas?
La comunidad internacional puede ayudar a obtener resultados en dos temas que están entre las esperanzas principales de los electores : la economía y el proceso de paz. Si Mahmud Abbas puede obtener soluciones sobre el levantamiento de los bloqueos, los campos de refugiados o el Muro, lo que se exige a Israel en la «hoja de ruta», los resultados de las elecciones legislativas cambiarán a favor de Fatah.
Lamentablemente, parece que para el lado americano el plan de retirada de Gaza que defiende Sharon se ha convertido en una «vaca sagrada» y es probable que a Israel se le exija otra cosa. Si esperamos a que se complete la retirada de Gaza, sin duda será demasiado tarde.
Sin embargo, Abbas y Fatah ofrecen un horizonte político claro a los palestinos: un estado en Gaza y en Cisjordania y Jerusalén-Este como capital y una solución justa y negociada para los refugiados. Este no es el caso de Hamas
Exacto, pero sin embargo Hamas puede ganar. ¿Por qué?
Porque las iniciativas israelíes, el Muro, la colonización vacían de contenido esta perspectiva de Estado. Los palestinos acabarán concluyendo que Israel no toma en serio a Mahmud Abbas. Hamas podrá decirles: Fatah os trajo los acuerdos de Oslo que fueron un fiasco, mientras que el fruto de nuestra lucha es la retirada de Gaza. Los palestinos están convencidos que esa retirada es la consecuencia de la Intifada.