Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis
Un técnico Iraní llamado Jalal-a-Din Taheri que trabajó en el reactor nuclear de Bushehr, fue dirigido para desertar en Europa, donde desveló los planes de los Ayatolás para producir bombas atómicas.
Taheri fue aclamado como un héroe por todo del mundo. Varias organizaciones lo nominaron para el Premio Nóbel de la Paz. El presidente Bush alabó su valor. Ariel Sharon lo invitó a venir y vivir en Israel, incluso nombrarlo uno de los Justos de las Naciones. Los Ayatolás lo denunciaron como un traidor, infiel, cruzado y sionista.
Esto es, por supuesto, una historia completamente ficticia. Pero corresponde exactamente a la historia de Mordechai Vanunu que es considerado por casi todos los israelíes como un traidor despreciable; demostrar esa traición una vez más, como la pornografía, es una cuestión de geografía.
Esta semana he usado mi privilegio como antiguo miembro de la Knesset para asistir a una sesión del Comité de la Knesset para «la Constitución, la Ley y la Justicia» en la que el asunto de Vanunu fue discutido. En el curso de la sesión, los miembros de la Knesset nos maldijeron en el idioma de los pescateros (con lo cual no significa que quiera ofender a los pescateros). Dos miembros de Likud, Ronie Bar-On (quién una vez ejerció durante unas horas como Fiscal General antes de ser ignominiosamente cesado) y Yehiel Hazan gritaron que Vanunu no tenía ningún derecho humano, puesto que no era un ser humano. Debe mencionarse con toda claridad que el presidente del comité, Michael Eytan, también miembro de Likud, condenó estas expresiones enérgicamente.
Vanunu que en 1986 desveló a un periódico británico algunos de los secretos nucleares de Israel, fue secuestrado poco después por el Mossad, traído clandestinamente de nuevo a Israel y sometido a un proceso. Ha cumplido su condena: 18 años en prisión. La mayoría del tiempo fue mantenido en aislamiento total. (Me dijo que, para mantener su salud, leía el Nuevo Testamento en inglés en voz alta, una y otra vez, y de esta manera mejoró el dominio de este idioma que insiste en usar ahora en lugar del hebreo.)
Al ser liberado, fue puesto bajo restricciones severas: le prohíben salir al extranjero, moverse dentro del país sin la preceptiva notificación de las autoridades, tiene prohibido hablar con extranjeros y conceder entrevistas. El Tribunal Supremo ha defendido estas restricciones. Vanunu ha violado la mayoría de ellas, y hace algunas semanas fue acusado por ello.
Las restricciones fueron inicialmente impuestas durante un año que finalizó esta semana. El comité de la Knesset estaba discutiendo sobre la posibilidad de su ampliación, pero unas horas antes de la sesión, el Ministro del Interior, Ophir Pines (Partido Laborista) firmó un orden que extiende durante otro año la prohibición de abandonar el país, y el Comandante Militar del Frente Civil otra orden para ampliar las restantes restricciones (bajo Normativas de Emergencia.)
En la reunión del comité, el representante del Fiscal General expuso los argumentos gubernamentales para esta ampliación: (a) Vanunu todavía «guarda en su cabeza» secretos peligrosos, (b) Tiene una «fenomenal» memoria, (c) Si se le da la oportunidad, desvelará estos secretos en el extranjero.
¿Cuál es la prueba para apoyar esto?
(a) En uno de las cartas que escribió en prisión, Vanunu le dijo a su destinatario en el extranjero que estaba en posesión de muchos más secretos que no había desvelado todavía. Anunció su intención de revelar estos secretos a la primera oportunidad.
(b) Dos años antes de su liberación – es decir, 16 años después de su trabajo en la instalación nuclear – dibujó en su celda, puramente de memoria, proyectos detallada e increíblemente exactos del proceso de producción. Estos dibujos se encontraron entre los más de mil documentos confiscados en su celda.
Estos hechos son más que extraños. Un preso que envía cartas desde la prisión sabe, por supuesto, que serán censurados, Vanunu estaba obligado a saber que no sólo las autoridades de la prisión, sino los servicios de inteligencia, también, los leerían. Cuando él hizo los dibujos, sabía con seguridad que serían requisados.
Todos esto indica que pensó provocar a sus torturadores y mostrarles que no estaba roto. Es difícil tomar los documentos en serio, como hizo el Tribunal Supremo, hace ocho meses, cuando confirmó las restricciones. Una persona que piensa descubrir secretos terribles no lo anuncia de antemano a las autoridades, y no prepara planos para sus perseguidores.
Por lo que respecta al propio asunto:
(a) ¿»Guarda en su cabeza» secretos que él no ha descubierto en el pasado?
Improbable.
En primer lugar, el conocimiento de Vanunu implica procesos de hace 18 años . ¿Puede tal conocimiento ser útil hoy? Difícil de creer. Como Miembro de la Knesset Zehava Galon (Yahad) comentó en la sesión: «¡Es aterrador imaginar que nada ha cambiado en las técnicas nucleares de Israel durante 19 años!»
En segundo, antes de que el periódico británico publicara sus descubrimientos, Vanunu fue interrogado durante dos días enteros por uno de los científicos nucleares líderes del mundo. Es difícil creer que después de eso tuviera todavía secreto alguno por descubrir.
En tercer lugar, linda en la paranoia pensar que fuera tan sofisticado como para decidir, hace 18 años, «guardar en su cabeza» secretos para publicarlos 20 años después.
En cuarto, Vanunu no es ningún científico. Trabajó como técnico en el reactor nuclear. Aun teniendo una memoria «fenomenal», y aun cuando sus dibujos son misteriosamente exactos, es difícil de creer que tengan alguna importancia hoy.
¿Si este es el caso, cómo explicar la renovación de las restricciones?
El representante del Fiscal General insistió en que su propósito no es castigarlo por las cosas que ha hecho en el pasado, que sería ilegal (puesto que ya ha sido procesado y ha cumplido la totalidad de su condena), sino para prevenir nuevos crímenes (el descubrimiento de más secretos).
Lo dudo. Uno no puede silenciar a Vanunu. El mundo entero se interesa por él, y cuanto más se le persigue, más crecerá este interés. Vanunu no puede detenerse – es sencillamente indetenible (por acuñar una palabra). Completamente al contrario. También, es imposible impedirle entrar en el contacto con extranjeros.
(Hace algunos meses, por la tarde yo estaba sentado en el jardín del fabuloso hotel American Colony en Jerusalén Este, charlando con la actriz británica Vanessa Redgrave, una veterana incansable por la paz Israelo-palestina. De repente me di cuenta de que Vanunu estaba paseando. Lo llamé. Vanessa Redgrave estaba muy interesada en sus experiencias en prisión. ¿Cómo se puede impedir que esta clase de cosas pasen?)
Solo queda una explicación: Venganza. Yehiel Horev, el jefe de la División de Seguridad Interior del Ministerio de Defensa, no puede perdonar a Vanunu por hacer una burla de sus dispositivos de seguridad vagabundeando por las partes de la instalación en la que él no tenía nada que hacer, tomando fotografías libremente de la mayor instalación secreta de Israel y pasándolas de contrabando al extranjero. Ciertamente es enfurecedor. Pero la venganza, también, debe tener sus límites.
Lo máximo fue el hombre del Fiscal General, contestando a una pregunta del miembro de la Knesset, Etti Livni admitió que los mismos argumentos expresados ahora también serán válidos durante otro año así como en otros cinco o diez. En otras palabras, las restricciones pueden durar toda la vida.
En cuanto a mi opinión personal sobre el fondo del asunto:
Las armas nucleares son una amenaza para todos nosotros. Es imposible impedir la adquisición de armas nucleares indefinidamente por más países de Oriente Medio – con Irán a la cabeza. Otras categorías de Armas de Destrucción Masiva (químicas y biológicas) ya existen en países vecinos.
Durante años, Israel ha disfrutado del monopolio nuclear de la región. Mis amigos y yo hemos advertido que este monopolio es temporal, y que nosotros debemos emplear el tiempo para lograr la paz. La arrogancia de nuestros líderes ha impedido esto.
Ahora, el objetivo debe ser librar la región entera de las armas de destrucción masiva, bajo la estricta inspección internacional y mutua, como parte de una amplio acuerdo de paz. Eso es posible y «práctico». Cuando Vanunu hace sonar las campanas, contribuye al despertar público.
Su acción también es importante por otra razón: por primera vez, ha atraído la atención del público israelí del peligro real inherente en el viejo reactor que tiene ahora más de 40 años. Varios antiguos empleados han demandado al gobierno ahora y afirman que han contraído cáncer (y algunos han muerto) debido a los fallos de seguridad. ¿Qué pasará en el caso de un desastre como el de Chernobyl? ¿O un terremoto, o el impacto de un misil? ¿Quién está pensando sobre esto? ¿De quien es la responsabilidad?. ¿Quién vigila a esos responsables?
Vanunu toca las campanas para llamar atención de un peligro real. La cuestión no es si él es una persona agradable, si sus vistas son populares o lo que él piensa sobre el Estado de Israel, después de 12 años de encierro solitario. La pregunta es si él está haciendo un buen trabajo.
Yo, por mi parte, creo que lo está haciendo.
23.4.05