Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Nadia Hasan y revisado por Caty R.
La Universidad Nacional An-Najah, la mayor universidad de Cisjordania y una de las instituciones académicas más importantes de Palestina, sufre desde hace varios años constantes agresiones y violaciones por parte de Israel al derecho a la educación de los palestinos. Para los alumnos y el personal de An Najah no sólo es difícil moverse desde y hacia los diferentes campus universitarios, sino también en el interior de los mismos.
La universidad cuenta actualmente con más de trece mil estudiantes divididos principalmente en dos campus. El nuevo campus, que se encuentra en la entrada occidental de la ciudad e incluye las facultades científicas, y el viejo campus, que es considerado el principal centro de la universidad e incluye la mayoría de las facultades de Humanidades, los diferentes departamentos administrativos y otras importantes facultades; durante los últimos años, ambos campus se han convertido en destino tanto para tanques como para vehículos militares israelíes.
Durante los años 2002 y 2003 a los estudiantes se les impidió acceder a su universidad debido a las incursiones israelíes y a los toques de queda impuestos en la ciudad de Nablus, que normalmente duran varias semanas. Sin embargo, ellos lograron romper aquellos intentos de destrucción de la vida normal palestina y desafiaron las medidas israelíes en un intento de continuar con su proceso educativo, lo que no resultaba fácil, ya que los vehículos israelíes y los tanques continuaban pasando deliberadamente frente a ambos campus, haciendo que tanto los estudiantes como el personal universitario se sintieran amenazados e inseguros.
Mira Nabulsi, graduada de An-Najah señala: «Recuerdo cuando en 2002 y 2003 teníamos que rendir varios exámenes finales mientras los vehículos israelíes permanecían frente a las puertas de la universidad. Un día detuvieron a un colega mientras rendía su examen; nos sentimos violados, es cómo si fuéramos observados todo el tiempo… ¡quién les dio el derecho a aparecer, a interferir en nuestras vidas y arruinar nuestros días!».
En árabe llamamos al campus universitario «Hhara». Esta palabra se utiliza normalmente para describir lugares que tienen un cierto sentido de privacidad y santidad. ¡Pero eso es precisamente de lo que carecen los campus de An Najah!; lo que se supone que debe ser un santuario se ha transformado en otro blanco de ataques de las fuerzas de ocupación israelíes; anteriormente, en diversas ocasiones, se obligó a los estudiantes a interrumpir sus clases y a evacuar la universidad debido a la presencia israelí en la ciudad o frente a los campus de An-Najah. Durante las últimas semanas, las continuas incursiones israelíes en la ciudad de Nablus se han agudizado y los campus universitarios vuelven a ser un destino donde a los soldados les gusta patrullar para provocar a los jóvenes estudiantes, chicos y chicas, cuando se dirigen a sus clases. Los soldados han estado disparando al azar y hostigando a los estudiantes, por lo que estos algunas veces responden lanzándoles piedras. Como resultado, la administración de la universidad decidió clausurar los patios desde los que se ven las calles principales por donde los vehículos israelíes atacaban el área universitaria, residencial o incluso de tránsito.
Nahib Muhamad, estudiante del departamento de francés dice: «hay pocos lugares donde las personas pueden ir para distraerse, el campus se convirtió en el único refugio donde podíamos estar, estudiar o disfrutar nuestro tiempo, pero, debido a las incursiones israelíes no podemos hacerlo; incluso el campus se ha convertido en una especie de prisión».
Este sentimiento de malestar ha afectado enormemente al actual proceso académico; los estudiantes no sólo pierden la concentración cuando los soldados efectúan las incursiones, sino que además los fuerzan a permanecer en un lugar reducido en los patios de la universidad, lo que causa muchas veces caos y molesta a los estudiantes, que sólo desean estudiar en un clima tranquilo, como sus pares de todo el mundo.
Majdi Anwar, estudiante de la Facultad de Economía agrega: «Los israelíes no sólo están cerca de mi departamento, sino que además están en el camino a mi pueblo Yabad, cerca de Jenin, pero no contaba con que también los soldados israelíes atacaran una institución académica, eso me hace sentir frustrado, eso afecta a nuestro proceso educativo».
El problema está en que es muy difícil poder lograr un proceso académico normal en esas condiciones y para los estudiantes, que generalmente dejan sus dormitorios una vez por semana para visitar a sus familias, es muy complicado hacerlo debido a los puestos de control y otras medidas impuestas por la ocupación para asistir a clases de recuperación durante los fines de semana o usar la biblioteca para investigar o estudiar. Sin mencionar la imposibilidad, desde hace más de 5 años, de participar en actividades extracurriculares.
Worood Ahmad, estudiante del Departamento de Francés, señala: «la naturaleza y la tranquilidad siempre indican libertad y apertura, pero nosotros no encontramos esto en este espacio reducido que tenemos en el campus, ¡estudiamos en el campus, tenemos derecho a respirar!»
El Sr. Saed Abu Hijleh, Director del Departamento de Relaciones Públicas e instructor en An-Najah afirma: «El continuo hostigamiento por parte de los israelíes hacia nuestros estudiantes por medio de continuos patrullajes en las calles del perímetro de la universidad añade otro elemento de violación del derecho palestino a la educación. Algunas áreas del campus desde las que se tiene una panorámica de las calles adyacentes, se han transformado en áreas con restricción de movimientos, lo que provoca una sensación de claustrofobia entre nuestros estudiantes y facultativos. Los campus universitarios en el mundo son considerados lugares seguros y santuarios para los estudiantes universitarios, pero en el caso de Palestina, nuestros campus, debido a las medidas opresivas por parte de Israel, se han convertido en pequeñas prisiones. Es una especie de apartheid que debe terminar; nuestros campus deben volver a sus estados normales de seguridad y libertad de acceso. Nosotros esperamos que el mundo vea lo que está pasando en Palestina y haga sentir su voz contra las violaciones israelíes».
Debido a los problemas de movilidad, los estudiantes palestinos se enfrentan a muchas dificultades para acceder a otras universidades palestinas, difícilmente tienen la posibilidad de poder integrarse a programas de intercambio, cursos de entrenamiento y estudios académicos en el extranjero. Si esto es difícil, ¿Cuán ridículo suena que incluso dentro de sus propios campus, los estudiantes no tienen libertad? Estas agresiones deben ser condenadas con firmeza. Pedimos a todas las instituciones académicas y de derechos humanos de todo el mundo que se involucren y presionen al gobierno israelí para que termine con sus agresiones al derecho a la educación del pueblo palestino.
Fuente: http://www.zajel.org/article_view.asp?newsID=5735&cat=4
Nadia Hasan es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Caty R. es miembro del colectivo de Rebelión. Esta traducción es copyleft.