El centro de estudios Grupo Internacional de Crisis (ICG, por sus siglas en inglés) aseguró ayer que la influencia política del movimiento chií Hizbula en Líbano «no se ha debilitado ni se ha erosionado» a pesar de la agresión israelí, y advirtió de que los actuales ataques israelíes contra objetivos civiles podrían desestabilizar al conjunto […]
El centro de estudios Grupo Internacional de Crisis (ICG, por sus siglas en inglés) aseguró ayer que la influencia política del movimiento chií Hizbula en Líbano «no se ha debilitado ni se ha erosionado» a pesar de la agresión israelí, y advirtió de que los actuales ataques israelíes contra objetivos civiles podrían desestabilizar al conjunto de Líbano y romper su frágil equilibrio religioso.
El ICG emitió ayer un informe titulado ‘Israel, Palestina, Líbano: Saliendo del Abismo’, sugiere que se aborden los conflictos de forma independiente y mediante una solución negociada con condiciones específicas que permitan llegar a un alto el fuego permanente y a la cancelación de las operaciones israelíes en la franja de Gaza y en Líbano.
En relación a Líbano, el informe descarta que se vaya a conseguir una solución inmediata por la vía militar, a la que califica de «poco realista y contraproducente». Según el informe, se requiere que la tensión se reduzca para facilitar el fin de las hostilidades basado en dos pasos: el intercambio de prisioneros y el fortalecimiento de la presencia de la ONU. Además, ICG advierte de que la importante posición de Hizbula en el país «no se ha debilitado ni se ha erosionado a pesar de las críticas a sus ataques con cohetes sobre suelo israelí». Según el centro de estudios, en el pasado los ataques de Israel contra Hizbula se habían centrado en objetivos militares y habían unido a la opinión pública libanesa alrededor de este movimiento.
La franja de Gaza
En el caso de la franja de Gaza, la solución residiría en la fórmula «gobernanza a cambio del cese de las hostilidades». El informe señala que Hamas ha lanzado a la comunidad internacional un mensaje claro: «dejadnos gobernar, o mirad cómo luchamos». Así, ICG recomienda iniciar un proceso de paz en la zona a través del intercambio de prisioneros, la restauración del alto el fuego y principalmente, «el fin del boicot internacional al Gobierno de la ANP».