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Simplemente no pueden dejar de mentir, ¿verdad?

¿Hay una palabra más fuerte que «hipocresía»?

Fuentes: Counter Punch

A veces pienso que este viejo mundo fatigado ha existido algunos años de más. Es tan deprimente lo que presenciamos en Oriente Próximo. Casi todas las discusiones sobre el eterno conflicto Israel-Palestina no son otra cosa que variaciones de la eterna defensa de un niño por su mala conducta – ¡El comenzó!» – Dentro de […]

A veces pienso que este viejo mundo fatigado ha existido algunos años de más. Es tan deprimente lo que presenciamos en Oriente Próximo. Casi todas las discusiones sobre el eterno conflicto Israel-Palestina no son otra cosa que variaciones de la eterna defensa de un niño por su mala conducta – ¡El comenzó!» – Dentro de unos pocos minutos de discusión/argumentación, sobre la última expresión del conflicto los participantes llegan a 1967, luego 1948, luego los tiempos bíblicos. No quiero enredarme en el tema de quién comenzó el lío actual. En su lugar quisiera expresar primero lo que veo como dos factores esenciales subyacentes que pasan de un conflicto a otro.

1. La existencia de Israel no está en juego y no lo ha estado desde hace decenios, si alguna vez estuvo en peligro. Si Israel aprendiera a tratar con sus vecinos de manera no-expansionista, no-militar, humana, y respetuosa, si participara en intercambios totales de prisioneros, y si se esforzara sinceramente por una solución viable de dos Estados, incluso aquellos que se oponen a la idea de un Estado basado en una religión en particular aceptarían al Estado de Israel, y la cuestión de su derecho a existir apenas se plantearía en las mentes de la gente. Pero siendo como es, Israel sigue utilizando el mismo tema como justificación para su conducta, tal como judíos en todo el mundo utilizan el Holocausto y refunden el antisionismo con el antisemitismo.

2. En un conflicto entre un gorila de media tonelada y un ratón, el que tiene que hacer concesiones para que los dos lados puedan pasar al nivel siguiente es el gorila. ¿Qué pueden ofrecer los palestinos como concesión? Israel respondería a la pregunta diciendo: «Ningún ataque violento de ningún tipo.» Pero eso mantendría el status quo ante bellum – una vida de miseria absoluta para el pueblo palestino que le ha sido impuesta por Israel. Paz sin justicia.

Las declaraciones de Israel sobre la inaceptabilidad absoluta de que uno de sus soldados sea mantenido cautivo por los palestinos, o que dos soldados estén en manos de Hezbolá en Líbano, no pueden ser tomadas demasiado en serio en circunstancias en las que Israel mantiene en prisiones a miles de palestinos capturados, muchos de ellos desde hace años, típicamente sin ningún tipo de proceso debido, muchos torturados; así como a una serie de destacados miembros de Hezbolá. Hace unos pocos años, si no sigue siendo así, Israel inscribió números sobre los brazos y las frentes de algunos de los prisioneros palestinos, utilizando rotuladores azules, una práctica que evidentemente recuerda el trato dado por los nazis a los judíos en la Segunda Guerra Mundial.

El verdadero objetivo de Israel, y el de Washington, es derrocar al gobierno de Hamas en Palestina, el gobierno que llegó al poder en enero como resultado de un proceso claramente democrático, la democracia que las «democracias» occidentales no se cansan de celebrar, excepto cuando el resultado no les complace. ¿Existe una palabra más fuerte que «hipocresía»? Ahora no existe «ningún gobierno de Hamas,» declaró un alto funcionario de EE.UU. hace una semana, «ocho ministros del gabinete o sea un 30% del gobierno están en una cárcel [secuestrados por Israel], otro 30% está oculto, y otro 30% hace muy poco.» Para que la desaparición del gobierno se haga aún más orwelliana, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice dijo, hablando de Iraq en junio pasado: «Éste es el único gobierno legítimamente elegido en Oriente Próximo, con la posible excepción de Líbano. · ¿Qué será lo próximo a venir, una reunión ante la Gran Pantalla para Dos Minutos de Odio?

Aparte de acabar con el gobierno de Hamas, la actual guerra relámpago de Israel, con pleno apoyo de EE.UU., podría perfectamente tener la intención de crear «incidentes» para justificar ataques contra Irán y Siria, los próximos pasos del trabajo en curso de Washington: un dominio total sobre Oriente Próximo y su petróleo.

Lo que priva a los palestinos de alimento, electricidad, agua, dinero, acceso al mundo exterior… y sueño es un acto sin sentido de castigo colectivo. Israel ha estado enviando aviones jet a volar sobre Gaza durante la noche provocando estruendos al romper la barrera del sonido, traumatizando a niños. «Quiero que nadie duerma de noche en Gaza,» declaró el primer ministro israelí Ehud Olmert; palabras adecuadas para la lápida sobre Israel.

Estos crímenes contra la humanidad – y no he mencionado las terribles armas especiales que según los informes están siendo utilizadas por Israel – son el castigo para el pueblo de Palestina por haber votado por el partido «equivocado.» Es irónico, en vista de los ataques israelíes contra civiles tanto en Gaza como en Líbano, que Hamas y Hezbolá sean rechazados rutinariamente en Occidente como organizaciones terroristas. La definición de terrorismo generalmente aceptada e, utilizada por el FBI y Naciones Unidas, entre otros, es: El uso de violencia contra una población civil a fin de intimidarla o coercer a un gobierno en apoyo de un objetivo político.

Desde el 11-S describir el combate contra los enemigos de Israel como parte integral de la guerra contra el terror ha constituido una táctica calculada estadounidense-israelí. El 19 de julio se realizó en Washington una concentración, en la que se presentaron el gobernador de Maryland, varios miembros del Congreso ocupado por Israel, el embajador israelí, y la luminaria central evangélica John Hagee. El Washington Post informó que «un destacado orador tras otro caracterizaron la actual lucha israelí como un pequeño vástago de la mayor guerra global dirigida por EE.UU. contra el terrorismo islámico» y que ·»los ataques de Israel contra el grupo chií musulmán Hezbolá son golpes contra aquellos que han asesinado a civiles desde Bali a Bombay a Moscú.» Dijo el embajador israelí: «No tiene que ver sólo con [Israel]. Se trata de decidir hacia dónde irá nuestro mundo y la suerte y la seguridad de éste. Israel está en la primera línea. Amputaremos esos pequeños brazos de Irán,» refiriéndose a Hezbolá.

Y si la guerra contra el terror no basta para poner a Israel del lado de los ángeles, John Hagee ha argüido que «EE.UU. debe unirse a Israel en un ataque militar preventivo contra Irán para cumplir con el plan de Dios para Israel y Occidente.» Habla de «una confrontación del Tiempo Final profetizada en la Biblia, que llevará al Rapto, a la Gran Tribulación y a la Segunda Venida de Cristo.»

La beatificación de Israel está cerca de convertirse en un movimiento. Veamos a David Horowitz, el eminente ex-marxista semi-histérico: «Israel forma parte de una guerra global, la guerra del Islam radical contra la civilización. Ahora mismo Israel realiza el trabajo del mundo civilizado al enfrentar a los terroristas. Debemos sacar a la luz los hechos, no sólo por el bien de Israel – para nosotros mismos: EE.UU., cada país libre del mundo, y la civilización misma.»

En cuanto a los dos soldados capturados y retenidos en Líbano para intercambiarlas por prisioneros, debemos recordar algo de historia. A fines de los años noventa, antes de que Israel fuera expulsado del sur de Líbano por Hezbolá, el secuestro de libaneses totalmente inocentes era una práctica israelí común. Como declaró un documento de 1998 de Amnistía Internacional: «Por la propia admisión de Israel, está reteniendo a detenidos libaneses como ‘moneda de cambio’ para negociaciones; no están detenidos por sus propias acciones sino para intercambiarlos por soldados israelíes desaparecidos en acción o muertos en Líbano. La mayoría han pasado 10 años en detención secreta y aislada.»

Israel ha creado sus peores enemigos – ayudó a crear a Hamas como contrapeso para Fatah en Palestina, y su ocupación de Líbano creó a Hezbolá. Se espera que los terribles bombardeos actuales mantengan el avance de ese progreso. Desde sus propios inicios, Israel ha estado ocupado casi continuamente en guerras y en apoderarse de las tierras de otros pueblos. ¿No se les ocurrió nada mejor a los idealistas pioneros sionistas?

Pero, mientras ustedes y yo nos deprimimos por el horror y los sufrimientos, los neoconservadores se deleitan. Devoran la carne y beben la sangre de los pueblos de Afganistán, de Iraq, de Palestina, de Líbano, pero su voracidad no se calma, y ahora exigen que Irán y Siria sean puestos sobre la mesa del festín. Más de uno de ellos ha utilizado la expresión oderint dum metuant, una frase favorita del emperador romano Calígula, utilizada también por Cícero – «que odien, mientras teman». William Kristol, editor de Weekly Standard, la biblia de los neoconservadores, dijo en Fox News el domingo 16 de julio:

«Mire, nuestra complacencia hacia Irán… durante los últimos seis a nueves meses los ha envalentonado. Quiero decir, ¿se comporta Irán como un régimen tímido que está muy preocupado por EE.UU.? ¿O se comporta Irán temerariamente y de una manera imprudente?… Israel combate contra cuatro de nuestros cinco enemigos en Oriente Próximo, en cierto modo. Irán, Siria, patrocinadores del terror, Hezbolá y Hamas… Es una oportunidad para comenzar a invertir la dirección desafortunada de los últimos seis a nueve meses y de volver a poner a los terroristas y a los yihadíes a la defensiva.»

El presentador, Juan Williams, replicó: «Bueno, simplemente me parece que usted quiere … que usted simplemente quiere guerra, guerra, guerra, y que quiere que nos involucremos en Oriente Próximo… usted dice: ¿Por qué no adopta EE.UU. esta línea dura, implacable? Bueno, la línea dura e implacable ha sido [probada], no hablamos con nadie. No hablamos con Hamas. No hablamos con Hezbolá. No vamos a hablar con Irán. ¿Dónde nos ha llevado, Bill?»

Kristol, que parecía algo desconcertado, simplemente alzó las manos.

El público de Fox News obtiene (muy) ocasionalmente otra manera de ver el mundo.

Iraq perseguirá a Bush el resto de su vida.

Y ahora vemos a nuestro Glorioso Líder, hablando en una conferencia de prensa en la reciente cumbre del G8 en San Petersburgo, refiriéndose al presidente ruso Vladimir Putin: «Hablé de mi deseo de promover el cambio institucional en partes del mundo como Iraq donde existe una prensa libre y libertad religiosa, y le dije que mucha gente en nuestro país espera que Rusia haga lo mismo.»

Es extremadamente raro que Georgie W. haga una de sus declaraciones menos-que-brillantes y que alguien le lance su estupidez directamente a la cara – «Putin, en una respuesta mordaz, dijo: «Ciertamente no quisiéramos tener el mismo tipo de democracia que tienen en Iraq, se lo digo sinceramente.» Bush enrojeció mientras trataba de descartar la observación con una sonrisa. «Espere,» dijo.

Es una lástima que Putin no haya señalado también que la religión gozaba de mucho más libertad bajo Sadam Husein que bajo la ocupación estadounidense. Entre tantos incidentes encantadores ocurridos recientemente, en mayo pasado, el entrenador del equipo nacional de tenis y dos de sus jugadores fueron muertos a tiros en Bagdad por hombres que, según se informa, eran extremistas religiosos furiosos porque el entrenador y sus jugadores llevaban shorts.

En cuanto a la «prensa libre», me atrevo a mencionar a los periódicos iraquíes clausurados por la ocupación estadounidense, a los periodistas muertos a tiros por los soldados estadounidenses, y las noticias falsas colocadas en la prensa iraquí por empleados del Pentágono.

Lo recién señalado está en la misma línea que la edición del mes pasado de mi informe en el que enumeré los numerosos ejemplos en los que el pueblo iraquí vive mucho peor que bajo Sadam Husein. Concluí con el recuento de las discusiones que tuve con estadounidenses que, ante esa realidad, me dijeron: «Dígame sólo una cosa, ¿está contento de que Sadam Husein haya perdido el poder?»

Ahora tenemos un sondeo de opinión británico que informa que: «Más de dos tercios de los que ofrecieron una opinión dijeron que EE.UU. es esencialmente un poder imperial que busca la dominación del mundo. Y un 81% de los que opinaron dijeron que el presidente George W. Bush hace hipócritamente de campeón de la democracia como cobertura para la lucha por los intereses propios de EE.UU.» La embajada de EE.UU. en Londres reaccionó rápidamente. Un portavoz dijo: «Cuestionamos el juicio de cualquiera que afirme que el mundo sería un sitio mejor si Sadam continuara aterrorizando a su propia nación y amenazando a la gente mucho más allá de las fronteras de Iraq.»

Simplemente no pueden dejar de mentir, ¿verdad? No existía evidencia alguna de que Sadam estuviera amenazando a alguien fuera de Iraq, sea lo que sea lo que supuestamente quieren decir. Puede significar que hablan de ventas de armas. Después de la Guerra del Golfo, EE.UU. vendió unos 100.000 millones de dólares en equipamientos militares a los vecinos «amenazados» por Iraq: Arabia Saudí, Kuwait, los Estados del Golfo, y Turquía.

En cuanto a que el mundo sea un sitio mejor o peor… estamos hablando sólo del propio Iraq, no del mundo; aunque si el mundo fuera un sitio mejor, ¿por qué estoy deprimido?

La idea peculiar de relacionar la salud de la gente con los beneficios corporativos privador

Steven Pearlstein es un escritor financiero del Washington Post, con el que he intercambiado varios correos electrónicos en los últimos años. No ignora ni oculta los serios defectos del sistema económico estadounidense, pero a pesar de todo sigue siendo un gran partidario de la economía de mercado. En una reciente reseña de un libro de la periodista Maggie Mahar: «Money-Driven Medicine», Pearlstein escribe que la autora trata de explicar «por qué la atención sanitaria cuesta tanto en EE.UU., con tan lamentables resultados.» Se concentró en los aspectos apropiados, dice: «los incentivos financieros mal orientados a todo nivel, la atención innecesaria que no sólo es antieconómica, sino dañina, los costes inflados de administración.» Sin embargo, «al afirmar que el sistema de atención sanitaria sufre de demasiada competencia de libre mercado y de demasiado poca cooperación, Mahar se propone conseguir apoyo para un sistema nacional con fondos públicos. Pero, después de todo, presenta más que nada una demostración convincente de que ningún sistema de salud funcionará a menos que descubramos lo que realmente da resultados y es rentable y luego consigamos que los médicos, los hospitales y los pacientes lo apoyen.»

«A menos que descubramos lo que realmente da resultados y es rentable» … ¡Um! … como si no existieran repetidos estudios que muestran que los planes nacionales de salud en Europa Occidental, Australia, Canadá, y otros sitios, cubren prácticamente a todos y a cada dolencia y cuestan a la sociedad y a los individuos mucho menos que en EE.UU. ¿Eso no es «dar resultados»? Yo pasé cinco años en Gran Bretaña con mi mujer y mi hijo pequeño y los tres tenemos una fe ciega en el Servicio Nacional de Salud; en esos tiempos en que ni mi mujer ni yo teníamos empleos, no tuvimos que pagar nada al sistema; los doctores hasta hacían visitas a casa; y todo bajo Margaret Thatcher, que hacía lo posible por paralizar el sistema, un objetivo que ella y sus compañeros conservadores, a los que se sumó posteriormente el «Nuevo Laborismo», siguen persiguiendo.

Y además tenemos a Cuba – pobre, pequeña, del Tercer Mundo. Cuba… Innumerables estadounidenses enfermos, no-acaudalados, pensarían que se encuentran en el cielo si se reprodujera el sistema de salud cubano en este país, con mayores salarios para los doctores et al, algo que nos podríamos permitir sin problemas.

Hay que señalar que un repaso exhaustivo de estudios anteriores concluyó recientemente que la atención dada en hogares de ancianos y hospitales en busca de beneficios, en general, es inferior a la de los que trabajan sin fines de lucro. El análisis indica que la condición de propiedad de la instalación causa una diferencia en el costo, la calidad, y la accesibilidad de la atención sanitaria.

¡Liquidación! ¡La Civilización Occidental!» ¡Nueva! ¡Mejorada! A $99,99, reducida de $129,99. ¡Liquidación!

Actualmente piden en EE.UU. que se elimine la moneda de un centavo porque cuesta 1,2 centavos producirla y ponerla en circulación y porque mucha gente considera que las monedas molestan. Tengo otro motivo para que se elimine la moneda – ojalá que al hacerlo se termine con la ridícula y generalizada práctica de poner precios a casi todo a $9,99, $99,99, o $999,99. O $3,29, o $17,98. ¿Cuál es el motivo para este absurdo tedioso e insultante? Comenzó como, y sigue siendo, un timo – en el que se trata de inducir al comprador a pensar que está consiguiendo alguna especie a precio de ganga: ¡Menos de $10! ¡Menos de $100! En mi bazar local, en el que compran casi exclusivamente negros y latinos pobres, virtualmente todos los precios terminan en ,97 o ,98 o ,99. De vez en cuando, cuando la estupidez me llega a la nariz, le pregunto al gerente o al representante corporativo por qué usan tal sistema de precios. Apenas saben de lo que estoy hablando. Algunas veces, en un negocio, cuando estoy discutiendo con un empleado las diversas opciones de precio de algo que pienso comprar, y digo: «Bueno, veamos, este modelo vale 60 dólares … «él o ella me interrumpe diciendo: «No, vale $ 59,99.»

Y no olvidemos la gasolina. A precios de $ 2,60,9 por galón. O $ 3,24,9 por galón. Se ha sugerido que las compañías petroleras comenzaron con toda esa tontería.

¿Es alguna manera que conduce a que la gente se relacione? Cuando venga la revolución, y escribamos una nueva constitución, el párrafo 99 prohibirá esta práctica.

Es imposible inventar algo semejante

«La ley, en su igualdad majestuosa, prohíbe a los ricos y a los pobres que duerman bajo puentes, que pidan limosna en las calles, y que roben pan.» Anatole France, 1844-1924

El 14 de abril una corte de apelaciones federal dictaminó que el Departamento de Policía de Los Ángeles no puede arrestar a personas por sentarse, acostarse o dormir en las aceras públicas en Skid Row, diciendo que una medida semejante corresponde a un castigo cruel y poco usual porque no existen suficientes camas en albergues para la inmensa población sin techo de la ciudad. La juez Pamela A. Rymer publicó un enérgico disenso contra la opinión de la mayoría. La ley de Los Ángeles «no castiga a la gente simplemente porque no tiene techo,» escribió Rymer. «Apunta a la conducta – sentarse, acostarse o dormir en las aceras de la ciudad – que puede ser cometida por los que tienen hogar como por los que no tienen.»

William Blum es autor de «Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II», «Rogue State: a guide to the World’s Only Super Power». Y «Ges-Bloc Disidente: a Cold War Political Memoir».

Para contactos: [email protected]

http://www.counterpunch.org/blum07262006.html

Germán Leyens es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.