Hoy tuve el honor de encontrarme con la señora Visaka Dharmadasal, presidente de la Asociación de Mujeres Afectadas por la Guerra. Ella es una activista oriunda de Sri Lanka cuyo hijo fue declarado como desaparecido en acción mientras servía en el ejército de Sri Lanka en 1998. Ella tomó la valiente iniciativa de conectarse con […]
Hoy tuve el honor de encontrarme con la señora Visaka Dharmadasal, presidente de la Asociación de Mujeres Afectadas por la Guerra. Ella es una activista oriunda de Sri Lanka cuyo hijo fue declarado como desaparecido en acción mientras servía en el ejército de Sri Lanka en 1998. Ella tomó la valiente iniciativa de conectarse con padres de los rebeldes Tamiles, haciéndoles ver las injusticias bajo las cuales vivían. La señora Dharmadasal nos contó cómo ella dedicó su vida a forjar lazos entre las madres de combatientes desaparecidos en ambos lados en el conflicto de Sri Lanka, y qué significa ser humano. Los Tigres del Ejército de Liberación Tamil (LTTE) premiaron sus esfuerzos por liberar a diez prisioneros de guerra en el año 2002, como un gesto de buena voluntad y colaboración al tratado de cese del fuego.
Escuchando sus inspiradores relatos y sintiendo su coraje, una amiga palestina que estaba sentada cerca mio, me susurró: «¿Por qué ella no se comunica con madre del soldado israelí capturado, Gilad Shalit?»
De pronto, todas las mujeres que estaban en la mesa de discusión, incluyendo a las mujeres israelíes que por intermedio de algunas de ellas se estaba efectuando una primera visita a Ramallah, comenzaron a fantasear sobre las diferentes formas en las que las mujeres pueden contribuir: la madre de Gilad movilizando a otras madres israelíes para marchar en las calles de Israel bajo un lema en común: «No en el nombre de mi hijo»
Como todas las madres del mundo, nosotras reconocemos la agonía y los sentimientos de Aviva Gilad, y entendemos perfectamente su deseo de ver retornar a su hijo sano y salvo. Nosotras imaginamos, que como todas las madres, ella no quiere aceptar que la libertad de su hijo sea a cuenta de sangre palestina, especialmente no de los niños de las calles de Gaza.
En consecuencia, decidí escribir un llamado a Aviva Shalit.
«¿Podemos apelar en el día de hoy para tener su llamado moral en bien de la humanidad? ¿Acepta usted los castigos colectivos como política que su gobierno está llevando a cabo en nombre de su hijo?
«El nombre de su hijo será recordado por todos los niños palestinos por generaciones futuras como una maldición por los derramamientos de sangre que provocó. Estoy segura que usted desea una memoria diferente para el nombre de su hijo. Un final feliz para esta historia con su retorno sano y salvo y junto con él, el retorno de todos los niños y mujeres que están prisioneros en las cárceles israelíes. Como una madre que espera impaciente el seguro retorno de su hijo, cientos de madres palestinas están esperando el momento de abrazar a sus hijos liberados de las prisiones israelíes».
Sé que muchos dirán, que nosotras, como mujeres, no tenemos posibilidades de influir sobre esta locura militar. Yo no creo en eso. Por el contrario, nosotras las mujeres podemos hacer la gran diferencia. ¿Acaso el movimiento Cuatro Madres en Israel no hicieron la enorme diferencia durante la guerra del Líbano en la opinión pública israelí? ¿Por qué no nosotras, las mujeres, que somos a menudo retratadas como víctimas, no podemos ser reconocidas por nuestro actual y potencial rol para alcanzar la paz y promover la seguridad?
Yo soy una mujer y una madre que cree en la política de las cosas pequeñas. Yo creo que nostras mujeres y madres podemos hacer la diferencia en las vidas de nuestros países, aún con pequeñas iniciativas. Entonces no esperemos más. Permitamos que nuestras voces de la razón sean escuchadas. Permitamos que nuestras voces de amor por la humanidad sean escuchadas. Nosotras como mujeres damos vida…Debemos protegerlas!
Yo le aseguro, el día que marche reclamando por el seguro retorno de su hijo, el día que usted marche por la finalización de los castigos colectivos de parte de Israel sobre la población palestina que vive bajo la brutal ocupación de su gobierno, el día que pueda reclamar a su gobierno que sus ataques en las calles de Gaza no traerán a su hijo sano y salvo…Nosotras, mujeres en los territorios ocupados, marcharemos en su apoyo por el retorno de su hijo…Nosotras estaremos apelando al respeto por las leyes internacionales…Nosotras estaremos llamando al respeto de los derechos humanos de ambos pueblos en Tierra Santa…
Juntas podemos hacer la diferencia en nuestros países. Juntas podemos empujar hacia delante una diferente agenda hacia la paz, basada en una negociación y una justa territorialidad, y no sobre la unilateralidad o la convergencia. La paz nunca puede ser impuesta por una sola parte del conflicto. La paz sólo puede ser negociada por ambas partes del conflicto.
Juntas podemos alzar nuestras voces contra la ocupación israelí que trajo inseguridad e inestabilidad tanto para palestinos como para los israelíes. Juntas, podemos hacer la diferencia en las vidas de nuestros hijos y nietos.
Ferry Boullata Jerusalem Oriental Ocupada Madre de dos hijos 12 de julio 2006
La visita de la Sra. Dharmadasal a Ramallah fue realizada por la Fundación Henrich Boell con el propósito de encontrase con mujeres palestinas, luego de su participación En una conferencia de mujeres israelíes organizada por Mujeres para Mujeres, de Israel.
Traducción de Julia Majlin.