Traducido para Rebelión por LB
Más personas van a morir a causa de la contaminación provocada por el bombardeo israelí del Líbano que por el propio mes de guerra, opina el Gobierno libanés.
Yacoub Sarraf, Ministro de Medio Ambiente del Gobierno libanés, en declaraciones exclusivas a The Independent on Sunday, manifestó la pasada semana que una nube altamente tóxica se ha extendido sobre un tercio de la superficie del país -un área en el que se concentra la mitad de la población del Líbano-, provocada por el incendio de un depósito de combustible bombardeado que ardió durante 12 días.
El mismo bombardeo originó el vertido al mar de cerca de 60 millones de litros de petróleo, causando el mayor derrame jamás ocurrido en el Mediterráneo oriental. El señor Sarraf insiste en que el daño al medioambiente fue «provocado» deliberadamente. Los expertos afirman que, de ser eso cierto, se trataría de un crimen de guerra que vulneraría tanto la Convención de Ginebra como los Estatutos del Tribunal Penal Internacional. Israel responde que semejante acusación es «completamente ridícula«.
El daño comenzó el 13 de julio, cuando cohetes israelíes alcanzaron un tanque de almacenamiento de combustible de la central eléctrica de Jiyyeh, situada a 29 kilómetros al sur de Beirut. El Gobierno libanés pudo reparar los daños e impedir un vertido de petróleo. Sin embargo, dos días más tarde, prosigue el señor Sarraf, los cohetes volvieron a caer, pero esta vez no solamente volvieron a impactar contra el mismo tanque -situado a sólo 25 metros del mar-, sino que además destruyeron fatídicamente su parapeto protector, una barrera de hormigón y arena diseñada para impedir que en caso de derrame el petróleo del tanque llegue hasta el Mediterráneo.
«Sin lugar a dudas se trató de una acción premeditada«, afirmó el ministro. «No atacaron la central eléctrica, sólo el depósito de combustible, y éste era el tanque más próximo al mar«.
Yacoub Sarraf teme que la nube tóxica que el viento dispersó sobre Beirut y sobre un tercio del país cause la peor «catástrofe». Según dice, los test realizados han mostrado que [la nube tóxica] contiene elevados niveles de plomo y mercurio tóxicos, así como de PCB altamente peligrosos [1].
«No sólo hemos estado respirando eso durante un mes, sino que toda la producción agrícola ha estado expuesta [a la nube tóxica]. Y lo que es peor, todos esos productos nocivos caerán a la tierra con la lluvia y parte de ellos se filtrarán en ella y acabarán contaminando el agua. Luego, en el plazo de un par de años absolutamente todos los habitantes del Líbano quedarán definitivamente expuestos a las materias tóxicas a través del agua que beban«. En opinión del ministro libanés, el número de víctimas de la contaminación podría ser superior al de los 1.300 libaneses, en su inmensa mayoría civiles, que han muerto en la guerra. Añadió que algunos estudios han demostrado que se producirá un descenso de la fertilidad y un incremento de las enfermedades cancerígenas. «Esto es un desastre aún mayor que la propia guerra«, afirmó el señor Sarraf.
Un portavoz del Gobierno israelí declaró: «Rechazamos las acusaciones del ministro. Nos parecen completamente ridículas. Nunca atacamos deliberadamente ninguna instalación o lugar civil, nuestros ataques fueron dirigidos exclusivamente contra lugares o instalaciones importantes para Hizbollah«.
Nota del traductor[1] Los PCB son bifenilos policlorados, compuestos químicos formados por cloro, carbono e hidrógeno. El PCB es considerado un «contaminante orgánico persistente», es decir que permanece en el medio ambiente por largos períodos. Puede ingresar en el cuerpo a través del contacto de la piel, por la inhalación de vapores o por la ingestión del alimentos que contengan residuos del compuesto. Está incluido en la «docena sucia», un listado de los doce contaminantes más peligrosos del planeta. El PCB se utilizaba como refrigerante de transformadores pero en 1976, luego de un accidente, fue prohibido en Estados Unidos y Europa. Se desparrama con facilidad, pero el principal riesgo ocurre si los transformadores que los contienen explotan o se prenden fuego; en ese caso, el PCB se transforma en un producto químico denominado dioxina. Las dioxinas son las sustancias más dañinas que se conocen. Son cinco millones de veces más tóxicas que el cianuro y se ha comprobado que son cancerígenas. Véase: http://www.pilardetodos.com.ar/nahuel/pcb/pcbd.htm Texto original: http://news.independent.co.uk/world/middle_east/article1433338.ece