En 2004 fallecieron en el Estado español un total de 14.016 hombres y 2.109 mujeres por enfermedades relacionadas con su trabajo, según un reciente informe elaborado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud. En el mismo año, las estadísticas oficiales sólo registraron dos casos de muerte por enfermedad profesional. Ante la inexistencia de […]
En 2004 fallecieron en el Estado español un total de 14.016 hombres y 2.109 mujeres por enfermedades relacionadas con su trabajo, según un reciente informe elaborado por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud. En el mismo año, las estadísticas oficiales sólo registraron dos casos de muerte por enfermedad profesional. Ante la inexistencia de datos oficiales fiables, este informe ofrece una aproximación al impacto real que las condiciones laborales tienen sobre la salud. Una de las autoras del estudio, Ana María García, explica sus conclusiones.
Las enfermedades laborales son un problema conocido en la mayoría de los países del mundo. La investigación sobre este tema pone claramente de manifiesto que el impacto sanitario de las enfermedades producidas por el trabajo es mucho mayor que el de los propios accidentes laborales, aunque en general su reconocimiento oficial es más bien escaso. Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo, en el Estado español, el número de muertes atribuibles a enfermedades profesionales suele situarse en torno a los dos o tres casos anuales, y en algunos años no llega a registrarse ninguna muerte por esta causa. Resulta obvio que el sistema oficial ignora una gran parte de los casos de enfermedad laboral existentes, pero, ¿cuáles son las dimensiones reales de este subregistro y cuál es el impacto real de las enfermedades de origen laboral?
Cifras dispares
Desde el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CC OO, en colaboración con investigadores de la Universidad de Valencia, se planteó realizar un estudio sobre la realidad de las enfermedades laborales. Según los resultados de este exhaustivo informe, cada año mueren 14.000 hombres y algo más de 2.000 mujeres en España por enfermedades contraídas como consecuencia de exposiciones laborales. El número de nuevos casos de enfermedades laborales que aparecen cada año se situaría, como media, alrededor de los 80.000, pero algunas estimaciones apuntan a que podrían llegar a superar los 125.000. En conjunto, un 9% de los trabajadores y un 13% de las trabajadoras padecen algún problema de salud como consecuencia de sus condiciones de trabajo.
El cáncer laboral, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias son las patologías que mayor número de muertes de origen laboral producen. Todas ellas se han relacionado con exposiciones químicas habituales en muy distintas ocupaciones, principalmente en la industria, pero también en la agricultura, la construcción o en determinadas actividades de servicios. Los trastornos cardiovasculares también se han relacionado con determinadas características de la organización del trabajo, como el trabajo por turnos o los riesgos psicosociales.
Entre las patologías más frecuentes, dentro de la incidencia anual de enfermedades laborales (los casos nuevos que aparecen cada año), están las enfermedades osteomusculares: trastornos de los huesos, articulaciones, ligamentos, etc., que generalmente se relacionan con problemas de carga física en el trabajo, como la sobrecarga postural o los movimientos repetidos. Las enfermedades de la piel, relacionadas en su mayoría con la manipulación de sustancias químicas irritantes o alergizantes, y las pérdidas de audición producidas por la exposición al ruido (uno de los contaminantes físicos laborales más extendidos en los centros de trabajo) son otras de las dolencias más comunes. A continuación, se encontrarían las enfermedades respiratorias, de carácter agudo o crónico, y los trastornos mentales, tales como la ansiedad, la depresión u otras alteraciones de la salud psíquica, habitualmente relacionadas con deficiencias en la organización del trabajo y/o de las tareas. Si consideramos conjuntamente el problema, en el Estado español hay en la actualidad alrededor de 455.000 trabajadores y 427.000 trabajadoras con problemas osteomusculares relacionados con su trabajo. Otros 136.000 trabajadores y 147.000 trabajadoras padecerían problemas de estrés, depresión o ansiedad provocados por su trabajo. Unos 30.000 hombres y alrededor de 40.000 mujeres padecerían algún tipo de patología cardiovascular, también como consecuencia de las condiciones en las que desarrollan su trabajo. En total, 926.000 trabajadores y 879.000 trabajadoras (el 9% y el 13% de la población ocupada de cada sexo respectivamente) presentan algún problema de salud de causa laboral.
Dos muertes oficiales
Pese a las dimensiones del problema, las estadísticas oficiales de enfermedades profesionales ignoran en gran medida la situación real de la salud de los trabajadores. Por ejemplo, de las 28.728 enfermedades profesionales declaradas en el año 2004 por Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, un total de 28.569 fueron leves o sin baja. En ese mismo año, sólo se registraron 157 casos graves y dos muertes por enfermedad laboral. Por otra parte, el registro oficial de enfermedades profesionales no recogía ningún caso de trastorno psicológico por causa laboral, a pesar de que estimamos que podrían producirse más de 7.000 casos nuevos cada año. Los casos registrados oficialmente de enfermedades cardiovasculares de origen laboral fueron 13, cuando nuestras estimaciones señalan que al menos se producirían mil casos de enfermedades coronarias con este origen. Por último, frente a los más de 5.000 nuevos casos al año de cáncer laboral estimados, el registro oficial sólo da cuenta de nueve casos para 2004, con poca variación de estos datos sobre otros años.
El cáncer laboral
Uno de los resultados más llamativos de este trabajo es el bajo reconocimiento y el elevado impacto del cáncer de origen laboral en el Estado español. Cada año morirían alrededor de 8.000 personas como consecuencia de tumores malignos producidos por exposiciones laborales. Estos tumores pueden ser de muy diversa naturaleza. Entre los más frecuentes se encuentran el cáncer de pulmón, de vejiga urinaria, el mesotelioma, la leucemia, el cáncer de laringe o el cáncer de piel. Muchos otros tumores, como los que se desarrollan en la cavidad nasal, la faringe, el hígado, los huesos o el tiroides se han relacionado igualmente con exposiciones laborales. La International Agency for Research on Cancer, uno de los organismos internacionales de investigación de esta enfermedad con mayor prestigio, ha identificado varias decenas de exposiciones laborales con efectos cancerígenos sobre las personas, y más de un centenar de agentes también de origen laboral que probablemente actúan como agentes cancerígenos en los seres humanos.