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¡Apoya la campaña con tu firma!

¡Acabar con la Injusticia, Derribar el Muro!

Fuentes: Uruknet.Info

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

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Derribando el Muro de Separación Israelí:

En una era en la que los muros de separación y los sistemas de apartheid hace mucho que pasaron a la historia y se desmoronaron bajo el peso de la opinión pública, hacemos un llamamiento a las gentes con conciencia en todo el mundo para que participen en un movimiento popular que cree un cambio en la conciencia global mediante el apoyo al manifiesto siguiente:

¡Acabar con la Injusticia, Derribar el Muro!

Nosotros, los abajo firmantes, no estamos ya dispuestos a aceptar sistemas basados en mecanismos de colonización, ocupación y apartheid donde quiera que puedan aparecer. El régimen del apartheid sudafricano se desmoronó bajo el peso de la opinión pública mundial y, de forma similar, el apartheid (*) que hoy se impone en los Territorios Ocupados, con su maquinaria de asentamientos y carreteras sólo para colonos, puestos de control y muro de separación construidos por los israelíes, será igualmente desmantelado. Afirmamos el derecho al nacimiento a una coexistencia justa y en paz en un mundo que garantice los derechos de los pueblos a la autodeterminación; un mundo sin muros, que celebre la concordia de la humanidad junto a nuestra espléndida diversidad; un mundo que garantice la libertad de expresión, la libertad de movimiento y la libertad de culto de todos los pueblos para seguir sus propias creencias sin usurpar los derechos de los demás; un mundo donde la compasión, la cooperación y el entendimiento mutuo sean la base de las relaciones humanas.

Al mismo tiempo, solicitamos que las Naciones Unidas actúen para proteger los derechos de todos los habitantes de Jerusalén, cualesquiera que sean su fe religiosa y sus orígenes raciales, para acceder a su Ciudad y a los Santos Lugares, y practicar su religión con seguridad y protección, sin interferencias, restricciones o provocación.

1) Solicitamos que se implanten en la ciudad de Jerusalén, y bajo la protección de la ONU, los mecanismos que se consideren necesarios para garantizar la seguridad de todos los Santos Lugares, ya sean musulmanes, cristianos o judíos, y la igualdad de derechos de todos sus ciudadanos, ya sean palestinos, israelíes u otros, hasta que llegue el momento en que se pueda negociar una solución justa entre las partes en conflicto.

2) Solicitamos que se considere seriamente la puesta en marcha de una serie de sanciones a nivel internacional contra Israel hasta el momento en que se muestre dispuesto a someterse a las resoluciones de Naciones Unidas y a las leyes y convenciones internacionales de las cuales es signatario, devolviendo así a Israel a la familia de naciones gobernadas por normas y leyes internacionales.

PARA APOYAR LA ANTERIOR DECLARACION, QUE SERA ENVIADA AL SECRETARIO GENERAL DE NACIONES UNIDAS, A LA UNION EUROPEA, AL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE JUSTICIA, A LA LIGA ARABE Y A IMPORTANTES JEFES DE ESTADO, POR FAVOR, PULSE AQUÍ:

http://www.PetitionOnline.com/qds44440/petition.html

Nosotros, los autores de esta declaración, representamos a un grupo de preocupados activistas de procedencias religiosas y raciales diversas. Nos hemos reunido a partir de las excavaciones israelíes en curso bajo el sitio de la mezquita de Al Aqsa (**), el segundo lugar más sagrado del mundo para los musulmanes, declarada Patrimonio de la Humanidad por Naciones Unidas.

Muchos han sido quienes han señalado que las excavaciones ponen en peligro la integridad estructural de la mezquita. Recientemente, Israel destruyó el paso que llevaba hasta la puerta Maghrabi, en un acto provocativo que no es más que el último de una serie que empezó en 1948 cuando Israel se apropió de Jerusalén y destruyó las barriadas árabes, incluidos colegios y mezquitas. En el 2000, la entrada en el lugar de Ariel Sharon acompañado de unos 1.000 soldados israelíes provocó el comienzo de la segunda Intifada.

Las continuas interferencias de Israel en el sagrado lugar islámico, impulsadas por los apocalípticos sentimientos fundamentalistas religiosos de seguidores cristianos sionistas, podrían tener como consecuencia una conflagración religiosa que abarcaría a toda la región y cuyos efectos se dejarían sentir a nivel mundial.

Estamos igualmente preocupados por las cifras menguantes de los integrantes de la comunidad cristiana en Jerusalén, a causa de las presiones y hostigamiento de las restricciones israelíes. Junto a la construcción del Muro de Separación en Jerusalén Este, esas acciones indican claramente el plan sionista de judaización de Jerusalén, mediante la reducción del número de palestinos en la Ciudad.

Una reciente conferencia cristiano-musulmana sobre los trabajos de las excavaciones, que iba a celebrarse a finales de febrero en Jerusalén Este, fue reducida al silencio por la policía israelí. Este hecho no supone ningún buen presagio para los derechos de expresión en la «única democracia» de Oriente Medio.

Sabemos por el periodista Michael Jansen:

En el reciente informe del Relator Especial de Naciones Unidas John Dugard,se afirma que «La comunidad internacional, a través de Naciones Unidas, ha identificado tres regímenes hostiles con los derechos humanos -el colonialismo, el apartheid y la ocupación extranjera-…» y acusa a Israel de estar practicando los tres.

Israel tiene un largo historial de hacer caso omiso del derecho internacional. Ha ignorado de forma persistente las resoluciones de Naciones Unidas sobre la ocupación del territorio palestino y ha violado unos 149 artículos de la Convención de Ginebra. Mientras los palestinos en los territorios ocupados se enfrentan a una perspectiva de desnutrición y hambre, Israel continúa gastando miles de millones de los contribuyentes estadounidenses para apuntalar la matriz de una ocupación ilegal. Un mínimo de lógica nos obligaría a cuestionar si no sería mejor que dedicaran todo ese dinero a cuidar de sus propios ciudadanos, compartiendo su tecnología y conocimientos, dando así un paso mucho más positivo para mejorar su deteriorada imagen pública y asegurar su seguridad futura.

Frente al continuado desafío israelí de normas y leyes internacionales, va ganando terreno el llamamiento para imponer sanciones contra Israel, para reforzar la resolución de Naciones Unidas 242 que ordena poner fin a su ocupación de los territorios conquistados en 1967, para terminar con la construcción de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este y para anular las medidas impuestas de apartheid.

Animamos a todos los que apoyan nuestra causa a emprender acciones a nivel local, poniéndose en contacto, a través de nuestra declaración, con sus representantes locales, con su Jefe de Estado y embajadas importantes, bien en su totalidad o en la versión editada utilizando nuestras propias palabras y desarrollando cuantas acciones se estimen adecuadas, especialmente mediante el boicot de los productos y compañías israelíes, sobre todo las que operan en los asentamientos.

Confiamos en haber recogido 10.000 firmas para finales de abril de 2007, cuando enviemos esta carta al Secretario General de Naciones Unidas, a la Unión Europea, al Tribunal Internacional de Justicia y a los dirigentes mundiales. Por favor, firma y transmite este llamamiento a cuantas personas te sea posible.

N. de T.:

(*) Véase en Rebelión artículo de Jonathan Cook «Apartheid es esto»:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=47645

(**) Véase en Rebelión artículo de Nicola Nasser «La política ‘arqueológica’ de Israel en Jerusalén: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46688

Enlace texto original en inglés:

http://www.uruknet.info/?p=m31512&hd=&size=1&l=e

Sinfo Fernández forma parte de los colectivos de Rebelión y Cubadebate.