El arzobispo de Iruñea, Fernando Sebastián, afirma que varios grupos políticos de extrema derecha «son dignos de consideración y de apoyo», y que «tienen un valor testimonial que puede justificar un voto». En concreto, el arzobispo cita a Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política y Falange Española de las JONS, todos […]
El arzobispo de Iruñea, Fernando Sebastián, afirma que varios grupos políticos de extrema derecha «son dignos de consideración y de apoyo», y que «tienen un valor testimonial que puede justificar un voto». En concreto, el arzobispo cita a Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política y Falange Española de las JONS, todos ellos de marcada ideología franquista.
Las afirmaciones de Fernando Sebastián vienen recogidas en un documento publicado en la página web de la Iglesia católica navarra, y forma parte de una conferencia que el propio arzobispo de Iruñea ofreció el pasado mes de marzo en León.
Este documento se titula «Situación actual de la Iglesia, algunas orientaciones prácticas», y en él Fernando Sebastián realiza un amplio repaso de los problemas que atraviesa la religión católica en el Estado español y plantea una serie de cuestiones para tratar de recuperar la influencia perdida por la Iglesia en los centros de poder político.
Uno de los apartados del citado documento se titula «Cómo hacernos presentes en la sociedad», y en su punto octavo el arzobispo de Iruñea afirma textualmente lo siguiente: «Hoy en España hay algunos partidos políticos que quieren ser fieles a la doctrina social de la Iglesia en su totalidad, como por ejemplo Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política, Falange Española de las JONS. Todos ellos son partidos poco tenidos en consideración. Tienen un valor testimonial que pueden justificar un voto. No tienen muchas posibilidades de influir de manera efectiva en la vida política, aunque sí podrían llegar a entrar en alianzas importantes si consiguiesen el apoyo suficiente de los ciudadanos católicos. Por eso no pueden ser considerados como obligatorios, pero sí son dignos de consideración y de apoyo».
En otro punto de este mismo documento, Fernando Sebastián reconoce que se está produciendo una «deserción silenciosa» en las filas católicas, y culpa de ello al «revisionismo» aplicado en la llamada «transición» española por «corrientes teológicas que introdujeron fuertes tensiones doctrinales y prácticas». Entre éstas, el arzobispo cita a Cristianos por el Socialismo y a la Teología de la Liberación.
«No somos neutrales»
En el mismo documento, el Arzobispo sostiene que «los cristianos no debemos someter la vida de la Iglesia a la disciplina de ningún partido».
«No nos identificamos con ninguno, pero tampoco somos neutrales ante todos ellos -reconoce-. Hay unos que tienen en cuenta el bien de la Iglesia más que otros, algunos que están más lejos que otros de la ley moral natural, en la moral personal y familiar, en el respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, en la justicia social».
Desde que está al frente de la Iglesia católica en Nafarroa, Fernando Sebastián nunca había expresado de forma tan clara sus preferencias políticas, aunque en ocasiones anteriores sí se ha posicionado abiertamente, tanto en público como en privado, contra el PSOE, por considerar que este partido es uno de los impulsores del laicismo que él tanto combate. Tras conocer el nítido posicionamiento político del arzobispo de Iruñea, el teólogo Jesús Lezaun hizo la siguiente reflexión: «Fernando Sebastián es un hombre como aparece, pidiendo el voto a la extrema derecha. Es un español radical. El pueblo de Navarra no le ha importado mucho ni ha intentado entenderlo. El siempre ha jugado con la derecha navarrista. Es muy autoritario y solitario. De hecho, se ha lanzado a la privatización de iglesias sin contar con nadie».
Homenajeado por la Guardia Civil el mismo día en que los falangistas se manifestaban en Iruñea
Fernando Sebastián nació el 14 de diciembre de 1929 en Catalayud, se doctoró en Teología en el Pontificio Ateneo Angelicum de Roma y hace trece años fue nombrado obispo de Tutera y arzobispo de Iruñea. Su llegada a la capital navarra como máximo responsable de la Iglesia católica en este herrialde coincidió con el surgimiento del movimiento insumiso al servicio militar. En un momento en que había un centenar de jóvenes navarros encarcelados o procesados por negarse a servir en el Ejército español, entre ellos algunos cristianos, Fernando Sebastián manifestó que la doctrina de la Iglesia no autorizaba que en nombre del cristianismo se proclamasen insumisos. Poco después fue abolido el servicio militar obligatorio.
La homosexualidad ha sido otra de las obsesiones del actual arzobispo. En 2005, en una de sus Cartas desde la Fe, publicó unas controvertidas opiniones: «Si nos callamos y dejamos que se vaya normalizando eso de que da lo mismo ser homo que hetero -escribió-, es posible que nos encontremos dentro de poco con una verdadera epidemia de homosexualidad, fuente de problemas psicológicos y de frustraciones dolorosas». Poco después se legalizaron los matrimonios entre homosexuales.
Una de sus actuaciones públicas más comentadas fue la que protagonizó el 12 de octubre del pasado año, al colocarse un «tricornio» entregado por la Guardia Civil. A esa misma hora grupos de falangistas se manifestaban en Iruñea entre gritos de petición de muerte para Arnaldo Otegi.
Fernando Sebastián presentó la renuncia a sus cargos eclesiásticos hace dos años, y está a la espera de ser sustituido. De hecho, el nombramiento de su sucesor podría llegar en cualquier momento. La decisión está en manos del Papa.