No son libres -no hay libertad en la Cisjordania ocupada-, pero 255 palestinos no dormirán hoy en oscuras celdas israelíes. Una buena nueva, aunque a todas luces corta, y que se suma a los recientes y muy dosificados favores de Israel a Mahmud Abbas y a la desprestigiada vieja guardia de al-Fatah. Con esta excarcelación, […]
No son libres -no hay libertad en la Cisjordania ocupada-, pero 255 palestinos no dormirán hoy en oscuras celdas israelíes. Una buena nueva, aunque a todas luces corta, y que se suma a los recientes y muy dosificados favores de Israel a Mahmud Abbas y a la desprestigiada vieja guardia de al-Fatah.
Con esta excarcelación, Israel extiende una alfombra roja a Tony Blair -sí, el segundo de a bordo en el desastre de Irak-, que recibía la víspera el bastón de mando del Cuarteto.
Porque, y al-Fatah no debería olvidarlo, es Occidente el verdadero destinatario de esta medida «de gracia». Occidente (EEUU) y su plan para cuartear el conjunto de Oriente Medio y llamarlo luego «democracia».
Abbas parece creer que puede forzar a Israel a nuevas concesiones, eso sí, a costa de la aislada Gaza y de la mayoritaria Hamas. Credulidad de «tonto útil», cuando a Israel le basta con dos días para encarcelar a 250 palestinos. Ayer mismo se llevó a tres palestinos heridos en una redada en Cisjordania. Comienza la repesca.