El informe Winograd, que analiza la participación israelí en la guerra de Líbano de 2006, deja en evidencia que el Estado sionista padeció una humillante derrota ante la milicia de Hizbullah, que celebró desde Beirut este reconocimiento. Pese a destacar que se cometieron graves errores, Ehud Olmert sale bien parado y se descarta su dimisión. […]
El informe Winograd, que analiza la participación israelí en la guerra de Líbano de 2006, deja en evidencia que el Estado sionista padeció una humillante derrota ante la milicia de Hizbullah, que celebró desde Beirut este reconocimiento. Pese a destacar que se cometieron graves errores, Ehud Olmert sale bien parado y se descarta su dimisión.
Tras darse a conocer el informe Winograd en Jerusalén, desde Beirut, un portavoz de Hizbullah destacó que «ha dejado en evidencia que se produjo una derrota de Israel» frente a esta milicia libanesa.
«El informe confirma lo que Hizbullah lleva afirmando desde hace tiempo: Israel fracasó completamente en sus objetivos y el Ejército israelí padeció una derrota ante Hizbullah», declaró el portavoz de esta formación, Hussein Rahhal.
El informe, efectivamente, reconoce que la guerra que se registró en Líbano en verano de 2006 supuso «un gran y grave fracaso para Israel».
Junto a ello, el informe redactado por el magistrado Eliahu Winograd añade que «quedaron en evidencia faltas graves al más alto nivel del escalafón político y militar».
En cualquier caso, en el informe aparecen exculpados tanto el primer ministro israelí, Ehud Olmert, como el ministro de Defensa de la época, Amir Peretz, ya que se señala que la decisión de iniciar la guerra se tomó «en función de los intereses de Israel».
Por ello, la Oficina del Primer Ministro valoró positivamente el dictamen de Winograd, descartando la posibilidad de que Olmert dimitiese y convocase elecciones anticipadas, tal y como avanzaron varios analistas en el caso de que hubiera sido desautorizado por la comisión de investigación.
En cualquier caso, el Likud, principal fuerza de la oposición israelí, insistió ayer en reclamar la dimisión de Olmert.
«Entrar en la guerra sin tener una estrategia para salir de ella fue un error», señala el informe Winograd, que subraya que «los errores se produjeron en el escalafón político y a nivel operacional, en particular en el seno de las fuerzas terrestres».
Winograd menciona específicamente una ofensiva terrestre ordenada al final de la guerra y que costó la vida a 33 soldados israelíes 60 horas antes de que entrara en vigor una tregua como uno de los errores cometidos por el mando israelí.
Esta guerra se prolongó del 12 de julio al 14 de agosto de 2006 y provocó 1.200 muertos libaneses, la mayoría civiles, y 160 israelíes, casi todos militares. Israel comenzó una ofensiva con el objetivo de liberar a dos soldados capturados por Hizbullah y detener el lanzamiento de cohetes Katyusha por parte de esta milicia libanesa.