Siete palestinos y dos israelíes murieron ayer como consecuencia de una operación de un comando palestino que logró infiltrarse en el Estado de Israel y la consiguiente respuesta del Estado sionista. Israel achacó a Hamas la responsabilidad de la infiltración y advirtió de que «sabremos defendernos». Bajo la cobertura de tiros de mortero, varios grupos […]
Siete palestinos y dos israelíes murieron ayer como consecuencia de una operación de un comando palestino que logró infiltrarse en el Estado de Israel y la consiguiente respuesta del Estado sionista.
Israel achacó a Hamas la responsabilidad de la infiltración y advirtió de que «sabremos defendernos».
Bajo la cobertura de tiros de mortero, varios grupos de combatientes palestinos pertenecientes a tres grupos diferentes atacaron ayer la terminal de Nahal Oz con el objetivo de secuestrar a soldados sionistas.
«Varios hombres se infiltraron en el sur de Israel a través de la barrera de seguridad de Nahal Oz y abrieron fuego contra un kibbutz y la vecina terminal, que abastece de fuel a Gaza», afirmó el Ejército sionista en un comunicado.
«Los palestinos mataron a dos civiles e hirieron a otros dos», añadió el Ejército, que subrayó que mató a dos de los atacantes.
Las agencias Palestine Information Center y Ma’an, por su parte, informaron de que en la madrugada del miércoles, fallecieron un oficial del Ejército sionista y un activista palestino en un enfrentamiento registrado en Jan Yunis, al sur de Gaza. El Ejército israelí no confirmó este ataque.
Poco después del ataque de Nahal Oz, el Ejército israelí atacó una casa con disparos de artillería, matando a tres personas, entre ellos un adolescente de quince años, e hiriendo a otros tres, según testigos palestinos.
Otras dos personas, un civil y un combatiente palestino, perdieron la vida en un ataque aéreo perpetrado en la misma zona de Gaza.
El punto de paso de Nahal Oz se emplea para distribuir carburante a Gaza cuando Israel no bloquea el suministro.
La Yihad Islámica, los Comités de Resistencia Popular y las Brigadas de los Muyahidines reivindicaron este ataque en un comunicado. «La operación mártir que hemos lanzado, denominada Operación Romper el Cerco, tenía como objetivo secuestrar soldados sionistas», señaló a France Presse un portavoz de los Comités de Resistencia Popular, mientras que la Yihad Islámica aseguró que «habrá más acciones para responder a las agresiones israelíes».
Israel: «Hamas es el culpable»
El portavoz del Ministerio israelí de Exteriores, Arieh Mekel, aseguró que Hamas era el responsable de la acción armada contra Nahal Oz, «ya que controla Gaza».
«Israel sabrá cómo defenderse y actuará contra las organizaciones terroristas. Por el momento, continuará suministrando productos de primera necesidad a los habitantes de Gaza para evitar una crisis humanitaria», añadió Mekel.
El parlamentario ultrasionista Avigdor Lieberman señaló que «el ataque se habría evitado si el Gobierno hubiera cortado el suministro de electricidad y de fuel a Gaza».
Cinco pacientes palestinos que no pudieron recibir asistencia sanitaria murieron ayer por culpa del bloqueo al que Israel somete a Gaza, según informó la agencia Palestinian Information Center.
El Comité Popular contra el Bloqueo cifró en 130 el número de víctimas mortales por la política israelí de no permitir a los enfermos abandonar Gaza para recibir atención médica y de impedir el suministro de medicinas y material médico a este territorio palestino.
Es el caso de Nabila Zaqqou, de 32 años, que murió como consecuencia de un ataque cardiaco en un hospital israelí. Rami Abdo, portavoz del Comité, explicó que el permiso de Zaqqout para salir de Gaza para recibir tratamiento se demoró, por lo que su estado de salud se deterioró rápidamente.
Ayer también murieron Ahmed Mohamed, de 58 años, por falta de medicinas para tratar el cáncer; Khadija Abú Ahmed, de 65, a quien el Ejército impidió viajar fuera de Gaza para recibir tratamiento urgente contra el cáncer; un joven de 16 años llamado Mahmud, al que también le faltaron medicinas contra el cáncer e Izahq Awaida, también por un cáncer que no se trató.