Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
Esta es la trascripción de la entrevista realizada por [la revista] al-Majdal* a Khalil Tafakji del Departamento de Mapas y Sistemas de Información Geográfica de la Sociedad de Estudios Árabes de Jerusalén. La entrevista se llevó a cabo el 30 de diciembre de 2008.
al-Majdal: Usted trabaja en el Departamento de Mapas y Sistemas de Información Geográfica (GIS, en sus siglas en inglés), ¿qué esta organización ?
KT: El Departamento se fundó en 1983 como parte de la Sociedad de Estudios Árabes por el difunto Faisal Husseini. Desde su inicio nuestro objetivo era investigar y documentar los efectos de las políticas y prácticas israelíes en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) que afectan a la tierra y la propiedad, y poder elaborar mapas que demostraran tales efectos. Desde sus comienzos el Departamento ha acumulado una enorme riqueza tanto en pericia como en información; hemos elaborado mapas de la Palestina histórica como era en 1945, un mapa de los asentamientos ilegales desde 1967 hasta 1994 y una serie de libros y de artículos que detallan diferentes aspectos de las política y prácticas israelíes en los TPO.
Esta pericia nos permitió desempeñar un papel asesor en los procesos de negociación a principios de los noventa, cuando nos mudamos a la Casa de Oriente (demolida después por Israel). Nos hemos centrado en el Jerusalén ocupado en 1967 (Jerusalén este) y en 1998 emprendimos un proyecto pionero de peritar todas las propiedades palestinas en la ciudad por medio cual nos convertimos en el principal punto de referencia de información para las personas implicadas en transacciones de tierra, propuestas de zonas y en, realidad desempeñamos, un papel muy importante en limitar las ventas fraudulentas de propiedades por parte de personas que presentaban escrituras de propiedades de las que no eran dueños.
al-Majdal: ¿Cómo afectó la Nakba de 1948 a la ciudad de Jerusalén?
KT: Antes de 1948 Jerusalén era el principal centro de la vida social, espiritual, económica y cultural palestina, seguida sólo por Jaffa. En ella se encontraban también las sedes centrales de muchas de las fuerzas políticas palestinas que se habían movilizado en distintos grados para defender Palestina de la violenta toma de poder sionista. Las alas militares de estas organizaciones establecieron su frente militar en los pueblos situados al este de la ciudad en un intento de detener a las fuerzas sionistas antes de que éstas llegaran a la ciudad y en los primeros meses tuvieron éxito en cierto modo a pesar de su muy pobre adiestramiento y de su falta de armas. El 6 de abril de 1948 la Haganah (la principal fuerza militar sionista) emprendió la Operación Nachson para avanzar hacia Jerusalén. Tres días después el Irgun y Stern cometieron la dolorosamente célebre masacre de Deir Yassin como parte de la operación y al día siguiente la principal fuerza de la resistencia palestina, dirigida por Abdel Kader al-Husseini, fue derrotada en al-Qastal.
Para primeros de mayo las fuerzas británicas habían entregado la parte oeste de la ciudad a la Haganah y el ejército jordano conservó la ciudad vieja amurallada y la parte este. Los 23.000 palestinos residentes en la parte oeste de la ciudad se convirtieron en refugiados, muchos de ellos en los campos de refugiados de Shufat y Qalandiya a las afueras de la ciudad, y otros fueron a Jordania y a otros lugares. En términos de tierra y de propiedad prácticamente toda la parte oeste de la ciudad fue confiscada por la Ley de Propietarios Ausentes. Por lo que se refiere a las decenas de pueblos palestinos al oeste de Jerusalén, todos ellos fueron despoblados y destruidos con excepción de Abu Ghosh, Ayn Naqquba y Ain Rafa.
al-Majdal: Entre 1948 y 1967 los palestinos que lograron permanecer dentro de los límites del armisticio (la «Línea Verde») vivieron bajo el gobierno militar discriminatorio de Israel; en ciudades como Jaffa, Ramleh y al-Lydd fueron segregados en guetos dentro de estas ciudades. ¿Cuál fue la experiencia palestina en el Jerusalén controlado por Israel de aquellos años?
KT: Por lo que yo sé, no quedó una población palestina significativa en Jerusalén oeste (Israel confinó a las familias que quedaron en el barrio de Baq’a, conocido entonces con la Zona Bak’a). Sé que hoy hay sólo cinco familias palestinas que siguen viviendo en esta parte de la ciudad. A efectos prácticos aquella área había sido despoblada así que, en realidad, no podemos compararla con Ramleh o Jaffa, y para qué hablar con Nazareth, en la que pudieron permanecer la mayoría de los palestinos que vivían en esa ciudad. Hay que señalar también que este desplazamiento forzado, total y sistemático de los residentes palestinos de la ciudad no fue casual sino que se debió a que muy clara y conscientemente los sionistas consideraron (y la siguen considerando) a Jerusalén la capital del Estado judío, y la presencia de ningún palestino en Jerusalén no encaja con esta idea de la ciudad. Esta es, además, la razón por la que a nosotros, palestinos, la cuestión de los derechos de los refugiados, en particular el derecho al retorno, forma tanto parte de la cuestión de Jerusalén como el muro, las zonas y el resto de las cuestiones relacionadas con ella.
al-Majdal: En 1948 la parte este de Jerusalén quedó bajo control jordano hasta que Israel la ocupó en junio de 1967. ¿Qué efecto tuvo el control israelí en el periodo siguiente a la ocupación?
KT: Los días en que las fuerzas israelíes entraron en la cuidad y establecieron el control son en sí mismos muy significativos. Yo tenía entonces 17 años y me acuerdo de los autobuses que los israelíes llevaban a Bab el-Zahreh (Puerta de Herodes), justo enfrente de la escuela al-Rushaydiyyeh. Hacían subir a ellos a los palestinos y los llevaban a la frontera jordana. Esto se sumaba a los muchos palestinos que huyeron de los intensos bombardeos y combates que tuvieron lugar durante la guerra; aproximadamente 30.000 de los 100.000 palestinos de Jerusalén este se convirtieron en refugiados durante y justo después de la ocupación israelí.
Otro acontecimiento muy importante fue la destrucción de Haret al-Magharbeh (el barrio marroquí) justo al sudoeste de la mezquita de al-Aqsa dentro de los muros de la ciudad vieja y de su extensión fuera de ella. La parte del muro de la ciudad que separa las dos partes del barrio es el Muro de las Lamentaciones, un lugar religioso muy importante para las personas de fe judía. Históricamente, este barrio es donde los marroquíes emigrados a Jerusalén y sus descendientes vivieron la mayor parte de los últimos siete u ocho siglos y la arquitectura ayubida, mameluka y otomana del barrio era bastante diferente del resto de la cuidad vieja. La orden de destrucción fue dada por el comandante militar, Shlomo Lahat Ayyubid, que había sido alcalde de Tel Aviv, y el 11 de junio de 1967 los bulldózeres empezaron a domoler las casas dentro de la ciudad vieja al lado del muro y en los días siguientes se arrasó la mayor parte del barrio a ambos lados del muro. Muchos de los residentes del barrio se negaron a irse y sus casas fueron destruidas cuando ellos estaban dentro, lo que significó que muchos de ellos fueron asesinados. Hoy, cuando la gente va a rezar al Muro de las Lamentaciones, lo hace en el lugar donde una vez estuvieron las casas de estas personas y donde muchos de ellos fueron asesinados. Ciento treinta y dos familias palestinas fueron obligadas a marcharse de este barrio en 1967.
al-Majdal: ¿Tiene alguna importancia el hecho de que la ciudad ya no estuviera dividida físicamente?
KT: Un aspecto diferente de la ocupación fue que por primera vez desde 1948 pudimos acceder a la parte oeste de la ciudad. Muchos refugiados de la parte oeste fueron a reclamar sus casas y propiedades, y algunos de ellos entablaron pleitos para conseguir que se les devolvieran sus propiedades. Los tribunales israelíes aplicaron la muy estricta Ley de Propietarios Ausentes de 1950 de modo que la inmensa mayoría de ellos perdieron sus casas. Una minoría muy escasa, específicamente aquellos que tenían pasaportes occidentales en 1948, ganaron los pleitos debido a una laguna legal de esta ley .
al-Majdal: ¿Cómo afectaron a los palestinos de Jerusalén las políticas israelíes en los años que siguieron a la ocupación de 1967?
KT: Hasta que el Likud ganó las elecciones en 1977, se pueden resumir en cuatro puntos principales los intereses israelíes en Cisjordania. El primero se refiere a las políticas israelíes en general desde 1948: asegurarse de que ningún refugiado volvía a sus hogares originarios y asegurarse de que toda organización política palestina que resistiera a la ocupación era duramente reprimida. Los otros dos son específicos de Cisjordania y están bastante claros en el Plan Allon, que era el plan israelí sobre cómo tratar Cisjordania: asegurarse de que los palestinos de Cisjordania no tiene ningún acceso directo a Jordania, lo que ha significado que Israel se ha anexionado de facto el ocupado valle del Jordán, y, por último, que Jerusalén se convierte en ‘la capital indivisible y eterna del Estado judío’.
Esta idea de Jerusalén tiene una dimensión ideológica sionista, pero también un aspecto geopolítico práctico que en el Plan Allon sirve para dividir la Cisjordania ocupada en dos partes – norte y sur – expandiendo Jerusalén hacia el este, hacia el valle del Jordán, por medio del establecimiento y la expansión del bloque de asentamientos de Ma’ale Adumim. Tanto por razones ideológicas como geopolíticas, el objetivo de las políticas implementadas dentro de la ciudad de Jerusalén ha sido transformar el carácter demográfico de la ciudad de modo que tenga una mayoría judía abrumadora y asegurada. Esto se tradujo en importantes oleadas de confiscaciones de tierras, específicamente en 1968 cuando las autoridades israelíes confiscaron tierra en la parte norte de la ciudad para construir el asentamiento ilegal conocido con el nombre de French Hill así como [el de] Ramot Eshkol; y de nuevo en 1970 cuando las autoridades israelíes confiscaron 12km² de Jabal al-Mukabbir, Shufat, Beit Hanina, el antiguo aeropuerto de Jerusalén y Beit Safafa para construir los asentamientos ilegales de Talpiyot, Neve Ya’cov y Gilo. Ese año también se confiscó tierra para crear las ‘zonas verdes’ o reservas naturales que son ahora Ramat Shlomo y Rehet Shufat. Una de las muchas tácticas que las autoridades israelíes han utilizado desde 1967 es confiscar tierra por supuestos motivos ecológicos y después transformar esas zonas verdes en asentamientos sólo para judíos.
al-Majdal: ¿Qué cambió cuando el Likud tomó el poder en 1977?
KT: Supuso un profundo giro ideológico con unas implicaciones brutales para el resto de Cisjordania. En vez de ser una zona que había que mantener bajo control, Cisjordania se convirtió en Judea y Samaria (incluso administrativamente se cambió el nombre de la zona), el histórico reino judío que el Likud quería reclamar, y así también se empezaron a implementar tanto Cisjordania como en Gaza las políticas y prácticas israelíes que tenían por objetivo tomar cuanta tierra palestina fuera posible y que ya se habían practicado dentro de la «Línea Verde» durante y desde la Nakba. Esto es lo que diferencia los planes de Ariel Sharon de finales de los setenta del Plan Allon; Sharon previó asentamientos ilegales generalizados en todas partes de Cisjordania que llevaran a la anexión. Esta fue la visión criminal que durante los últimos quince años se ha estado transformando en realidad.
Para Jerusalén este cambio significó expander activamente las fronteras de Jerusalén como parte de este proyecto de tomar tanta tierra palestina cisjordana como fuera posible. En 1980 las autoridades israelíes confiscaron otros 4.4km² para el asentamiento de Pisgat Ze’ev mientras que expandían otros. Desde 1995 y la situación de Oslo en la que Israel legitimó su programa de expansión acelerada de asentamientos haciendo referencia al proceso de negociación, se crearon nuevos asentamientos y otros se expandieron, más particularmente Har Gilo (en tierras de Wallajeh y Beit Jala), Har Homa (en las de Abu Ghuneim) y el bloque de Gush Etzion, todo lo cual se convirtió en parte de la expandida zona metropolitana de Jerusalén hacia lo que era el término de su municipio.
Si esto se mira en el mapa, la tierra confiscada y los asentamientos creados en el periodo comprendido entre 1967 y 1977 crearon un especie de anillo en torno a la ciudad vieja dentro de Jerusalén y después de 1977 las autoridades israelíes empezaron a trabajar en la adquisición de de tierra dentro de los propios barrios palestinos de de Jerusalén este, como la ciudad vieja, Sheikh Jarrah, Silwan y Ras al-‘Amud; hoy, aproximadamente el 35% del ocupado Jerusalén este está bajo el exclusivo control israelí. El aspecto adicional posterior a 1977 fue la creación de un nuevo hecho consumado llamado ‘gran Jerusalén’ anexionado ilegalmente a Israel y con ramificaciones hacia el norte, este y sur, construido en tierra cisjordana palestina pero que no es accesible a los palestinos con carnet de identidad de Cisjordania.
al-Majdal: El Muro israelí de Separación/Apartheid se suele usar como principal ejemplo de la creación por parte de Israel de hechos consumados. ¿Cómo encaja este Muro en el mapa del ‘gran Jerusalén’?
KT: La parte más básica de la respuesta a esta pregunta es que el Muro separa lo que ahora se considera Cisjordania, que es la zona administrada por la Autoridad Palestina, de Jerusalén, que, como he dicho, Israel se ha anexionado de facto e ilegalmente, aun cuando en teoría esto esté todavía en negociaciones. Para entenderlo mejor hay que darse cuenta de que desde 1973 una parte fundamental de la política estatal del municipio de Jerusalén ha sido limitar el tamaño relativo de la presencia palestina en Jerusalén, asegurarse de que los palestinos siguen siendo una pequeña minoría en su ciudad histórica. Así, aunque el Muro es en sí mismo una monstruosidad brutal, los efectos y los objetivos del Muro son un auténtico crimen y por ello el Tribunal Internacional de Justicia así lo estipuló en su opinión consultiva del 9 de julio de 2004.
Lo que hicieron los planificadores israelíes que trazaron la ruta del Muro fue utilizarlo para excluir físicamente de Jerusalén este zonas palestinas densamente pobladas, como el campo de refugiados de Shu’fat y Anata, y sacar así instantáneamente de la ciudad a una gran proporción de su población palestina. A esto hay que añadir que muchas de las personas que dependen de Jerusalén para sus trabajos, escuelas, hospitales, etc, viven al otro lado del Muro y que históricamente Jerusalén es el centro principal de la actividad económica, cultural y social de Cisjordania. Así, este Muro rompe todas las relaciones.
El Muro también ha creado una crisis de alojamiento; Israel quita sistemáticamente su permiso de residencia en Jerusalén a los palestinos si estos no pueden demostrar que son residentes habituales en Jerusalén. Así, gran cantidad de personas se mudan a los cada vez más poblados y cada vez más caros barrios palestinos para poder mantener su estatus de residente en Jerusalén. Sin él, los palestinos están obligados a adquirir la residencia en Cisjordania, lo que significa que ya no pueden entrar en la ciudad sin un permiso militar y ya no pueden recibir los beneficios sanitarios, familiares y pensiones por los que han estado pagando impuestos mientras han residido en Jerusalén. El resultado de ello es que aquellos que no desean o no pueden mudarse a la ciudad han perdido su estatuto de residentes y que se ha producido un grave deterioro de la calidad de vida palestina para aquellos que viven en la ciudad.
al-Majdal: Usted ha dicho que el municipio de Jerusalén controlado por Israel tiene la política oficial de poner un límite a la cantidad de palestinos que viven en Jerusalén. ¿Puede explicarnos más cómo funciona esta política?
KT: Podemos ver las obras del Plan de Perfil Local de Jerusalén 2000 del municipio, un documento público que hace muy poco por ocultar los objetivos de las autoridades israelíes, que se pueden describir como la judaización de Jerusalén, esto es, cambiar la composición demográfica de la ciudad a favor de la población judía israelí. El plan es muy claro en que los objetivos de la política y la práctica municipal son mantener una población palestina que no supere el 30% del total de la población de la ciudad. Para lograrlo existen dos tipos de políticas y prácticas, las que tienen por objetivo aumentar la población judía de la ciudad y las que tiene por objetivo disminuir la población palestina de la ciudad.
La principal táctica empleada para aumentar la población judía es la de la construcción y expansión de los asentamientos. Por ejemplo, el plan apela a construir al menos 17.000 nuevas viviendas ilegales en los asentamientos en los próximos años. Otro aspecto es el apoyo a todos los niveles (desde el municipio de Jerusalén al gobierno israelí y las organizaciones para-estatales sionistas como el Fondo Nacional Judío) a los grupos de colonos como Elad y Ateret Kohanim que trabajan activamente para apoderarse de casas e inmuebles palestinos en el corazón de los barrios judíos. Donde esto es más evidente es en la cuidad vieja, pero ocurre en toda la parte este de la cuidad. Por ejemplo, el municipio ha concedido un presupuesto de 13 millones de dólares para un proyecto a ocho años de establecer un ‘parque nacional’ en el valle al-Bustan de Silwan, una zona palestina, y gran parte de los fondos de proyecto va a parar a la organización de colonos Elad. Otro aspecto del hecho aumentar el número de colonos judíos en Jerusalén es un mayor desarrollo de la infraestructura para los colonos que tiene la ciudad. El ejemplo más significativo de esta infraestructura es el proyecto del tranvía de Jerusalén, un servicio de transporte generalizado que sirve casi exclusivamente a los asentamientos dentro y alrededor de Jerusalén a los que une con las partes oeste y central de la ciudad, y que aumenta notablemente las posibilidades de éxito del proyecto de expansión de los asentamientos.
Podemos tomar este mismo proyecto de ‘parque nacional’ en Silwan para mostrar el otro lado de la ecuación, desplazar a los palestinos de Jerusalén. Para crear este complejo de parque/asentamiento nacional, con sus apartamentos, jardín de infancia, biblioteca, aparcamiento y sinagoga ‘sólo para judíos’ 88 casas palestinas en al-Bustan han recibido órdenes de demolición. En el pasado el municipio utilizaba generalmente la sección 205 de la Ley israelí de planificación y construcción de 1965 que permite la demolición de casas basándose en la construcción sin licencia. En general esto ha sido suficiente porque las autoridades discriminan muy claramente a los palestinos ya que a ellos les resulta muy difícil renovar, y no digamos adquirir, licencias para sus casas. Para al-Bustan, muchas de las órdenes de demolición se han basado en la sección 212/5 de la Ley israelí de planificación y construcción de 1965 que permite la demolición basándose en el «interés público». Esto es extremadamente peligroso ya que significa que el objetivo del plan maestro de judaización es un interés público y esencialmente permitirá a las autoridades municipales hacer una ingeniería demográfica y social sin obstáculos.
La demolición de casas palestinas se ha acelerado rápidamente en estos últimos años. En los últimos seis meses de 2007 las autoridades israelíes demolieron veinte casas palestinas. En los primeros seis meses de 2008 se demolieron 44 casas palestinas en la ciudad, con lo que 269 personas, 159 de ellas niños, tuvieron que desplazarse, y ello fue antes de que el municipio adoptara oficialmente el Plan de Perfil Local, lo que significa que estas cifras no dejarán de crecer si no se emprenden acciones para impedir que las autoridades israelíes desplacen a nuestra población y nos quiten nuestra ciudad, y si el mundo sigue permitiendo a Israel violar escandalosamente el derecho internacional sin vigilancia alguna y sin exigirle responsabilidades por ello.
al-Majdal: ¿Qué tipo de acciones han emprendido los palestinos de Jerusalén para defender sus derechos en la ciudad?
KT: Las opciones son bastante limitadas dado el generalizado desequilibrio de fuerzas a favor de Israel combinado con el ciego apoyo internacional al régimen israelí. Hay esfuerzo cada vez mayores de defensa internacional tanto a nivel de base con la campaña de boicot, desinversión y sanciones [a Israel] (BDS) como a nivel más formal trabajando con las agencias internacionales que operan aquí, así como presentando alegaciones detalladas en las instancias internacional apropiadas. A consecuencia de ello la difícil situación de los palestinos de Jerusalén figura de forma destacada en informes y resoluciones de Naciones Unidas que tratan las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel.
Sobre el terreno, y especialmente en los casos de las demoliciones de casas, sigue habiendo solidaridad social entre los palestinos, con algún apoyo de algunos activistas de solidaridad internacionales y algunos judíos-israelíes que buscan fondos para las campañas de defensa, los retos legales, la reconstrucción de casas y, en algunos casos, tratan de impedir físicamente que se lleven a cabo las demoliciones. Un caso en el que se manifestó claramente esta solidaridad case fue el de Um Kamel al-Kurd, cuya casa fue demolida junto con otras 27 en el barrio de Sheikh Jarrah; la comunidad levantó una tienda solidaria que, a su vez, fue destruida y levantada tres veces, y fue acompañado de una importante acción en la que Um Kamel, una refugiada del barrio de Talbiyeh en la parte oeste de la ciudad, hizo una marcha hasta su casa en Talbiyeh.
Parte del trabajo que hacemos en el Departamento de Mapas y GIS es buscar fondos y elaborar planos de zona detallados de ciertas partes de la ciudad en las que podemos conseguir el pleno consentimiento de los residentes y que después son sometidos a la aprobación del municipio. Existen enormes factores que complican las cosas y que se unen a los diferentes tipos de títulos de propiedad que poseen los palestinos, así como al tiempo y los enormes costos financieros y el trabajo especializado que se requieren. La otra dificultad es que aun superando estos obstáculos no existen garantías de que estos mapas de zona sean aceptados por los municipios, especialmente dados los objetivos declarados de esta institución israelí. Sin embargo, en los casos en los que hemos tenido suerte hemos logrado garantizar que en un futuro inmediato los palestinos podrán permanecer en su ciudad.
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Khalil Tafakji trabaja en el Departamento de Mapas y GIS de la Sociedad de Estudios Árabes de Jerusalén. Se puede contactar con él por medio de este correo electrónico [email protected]
* al-Majdal es la revista trimestral de BADIL, el Centro de Recursos para los Refugiados Palestinos (N. de la t.)
Enlace con el original: http://www.badil.org/al-majdal/2008/autumn-winter/articles05.htm