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Entrevista con el periodista Uri Avnery

No existe un De Gaulle israelí

Fuentes: www.avgi.gr

Traducido para Rebelión por María Enguix

El periodista y escritor Uri Avnery, figura «emblemática» de la escena política israelí, es desde hace años una voz persistente y cabal a favor de la paz y de la negociación con los palestinos. Avnery, el primer israelí que se reunió con Yaser Arafat a principios de la década de 1980, cuando sus compatriotas tachaban de «terrorista» al líder palestino, es uno de los críticos más agudos del atolladero político en que se encuentra Israel; atolladero que no augura nada bueno para la paz en la zona. En esta entrevista habla de los malos resultados de la izquierda israelí en las elecciones y de la falta de una figura, tipo Yitzhak Rabin, que marque una diferencia y abra el camino a las negociaciones reales con los palestinos. Se muestra dispuesto a reunirse, como hace 27 años, con cualquier líder de Hamás.

Pregunta: El resultado de las elecciones ha sido decepcionante para los partidos de izquierdas. ¿A qué se debe, según usted?

Respuesta: El resultado ha sido pésimo porque han perdido toda credibilidad. Han apoyado la guerra contra Gaza, encabezada precisamente por el partido obrero. Meretz la ha apoyado. Y además no tenían qué decir a sus votantes. No tenían ningún programa social, todo el debate preelectoral giró en torno a la guerra. Su postura ante la guerra no se ha distinguido en absoluto de la de Kadima, ni siquiera de la de Likud.

P: ¿Qué falta hoy en la escena política israelí? ¿Un liderazgo fuerte?

R: No hay una alternativa.

P: ¿Finalmente habrá que elegir entre Netanyahu y Livni, con la colaboración de Lieberman?

R: Es posible. Netanyahu, Lieberman y Livni tienen las mismas posibilidades de gobernar. No hay tanta diferencia entre ellos.

P: ¿Qué significan los resultados de las elecciones para el proceso de paz con los palestinos?

R: Que no habrá proceso de paz. Desde hace mucho tiempo no existe un proceso pacificador. Sólo existe un simulacro de paz, unas negociaciones vacías de contenido que no llevan a ninguna parte. A partir de ahora ni siquiera existirá esta clase de negociaciones, porque con Netanyahu en el gobierno no habrá procesos de ningún tipo.

P: Tal vez lo más peligroso es que, según las encuestas, casi toda la opinión pública israelí se opone al proceso de paz. ¿Qué piensa usted?

R: No creo que eso sea así. La mayoría de los israelíes están a favor de la paz, pero no creen que esa opción tenga fuerza. A la opinión pública le han lavado tanto el cerebro que el 99% cree que los árabes no desean la paz y por eso la opción pacífica es débil.

P: Yosi Beilin, conocido por sus opiniones pacifistas, al igual que Ran Cohen, abandonaron el pasado otoño la actividad política. ¿Existen otras figuras que los sustituyan?

R:Hoy no existen figuras tan destacadas. Todos han fracaso por completo y en la actualidad no hay ningún israelí de izquierdas que pueda presentar una candidatura como el Obama israelí. Esperemos que aparezca alguien.

P: Por supuesto Ehud Barak sólo tiene en común con Obama el nombre.

R: El Sr. Barak es un auténtico militarista de derechas, un hombre de guerra, el cual hace 10 años proclamó que no existía un socio árabe que estuviera por la paz y que, en general, fue pésimo para el movimiento pacifista de nuestro país.

P: ¿El asesinato de Isaac Rabin fue realmente la vuelta de tuerca que acabó con el proceso pacífico, vaciándolo, como ha observado, de contenido?

R: Sí, puede decirse así. No había un sustituto para Rabin. Rabin era un hombre de profundas creencias, creía de veras en una paz posible con los palestinos, que no hay más solución que la paz. Y avanzó en el acuerdo con Yaser Arafat. Los gobiernos sucesivos, o no estaban dispuestos a dar un solo paso hacia la paz, o eran incapaces de hacerlo, o ambas cosas.

P: Hace muchos años usted fue el primer israelí que se reunió con el presidente Arafat. ¿Haría hoy lo mismo, reunirse con Ismael Haniye de Hamás, por ejemplo?

R: Sin duda. Y por las mismas razones. Cuando me reuní con Yaser Arafat en Beirut, durante la guerra, en 1982, yo estaba convencido de que Israel debía conversar con la Organización para la Liberación de Palestina en aras de la paz. Por esa misma razón debemos hablar hoy con Hamás, para que haya paz. En el pasado me reuní con hombres de Hamás y estoy dispuesto en cualquier momento a reunirme con cualquiera de sus líderes, en aras de abrir el camino a las negociaciones pacíficas que incluyan también a Hamás.

P: ¿Aunque Hamás no reconozca la existencia del estado de Israel?

R: La Organización para la Liberación de Palestina no había reconocido entonces a Israel. Lo reconoció después de los acuerdos de Oslo. Cuando la Autoridad Palestina se instaló en Cisjordania y la Franja de Gaza, el Consejo Nacional Palestino anuló la Carta palestina que pedía la disolución de Israel. Ahora puede pasar lo mismo. Este tipo de declaraciones pueden llegar tras el acuerdo, no antes. Son parte del acuerdo.

P: Sin embargo no hay líderes que vayan a dar ese paso.

R: No. No los hay. Además creo que el nuevo gobierno, sea cual sea, será totalmente inútil. Así que espero que se celebren nuevas elecciones y que por entonces la izquierda esté en condiciones de construir una nueva solución alternativa.

P: ¿No cree que el gobierno de Obama presionará al gobierno israelí para que negocie con los palestinos?

R: No. No hay voluntad de negociar, no existe una fuerza política que negocie. ¿Negociar qué? Negociar la paz significa enfrentarse a los colonos israelíes que viven en los territorios ocupados y eso implica mucho valor, fuerza y liderazgo político, algo que nadie tiene hoy. En estas elecciones ningún partido israelí ha obtenido el 25% de los votos… ¿Comprende lo importante que es eso? No puede haber un liderazgo político que no se apoye en un partido fuerte.

P: Tiene usted 85 años y conoce muy bien el sistema político israelí. ¿Es pesimista con respecto a la situación actual?

R: En nuestra historia ha habido muchos altibajos. Vivimos un enfrentamiento que dura ya 120 años, la quinta generación ha nacido en medio de este enfrentamiento entre israelíes y palestinos. No es fácil superar el odio acumulado, el miedo, la demonización y los prejuicios creados por una guerra tan prolongada. No obstante, soy optimista. Creo que superaremos estos sentimientos y al final Israel comprenderá que su verdadero interés radica en la paz con el mundo árabe, con los palestinos. Es cuestión de tiempo.

P: ¿Cree que la paz con los palestinos vendrá de la mano de alguien con un pasado militar y no de izquierdas? ¿Una especie de De Gaulle israelí?

R: No lo creo, porque no hay ningún israelí de derechas que desee la paz. Ser de derechas en Israel significa anexión de la tierra, limpieza étnica, Gran Israel, colonias… No hay nadie que, con semejante base, desee la paz. El caso De Gaulle en Francia fue algo excepcional, llegó al poder en circunstancias muy especiales. Nadie puede decir cómo será el futuro líder israelí; hace un año no sabíamos nada de Obama. De todos modos, cuando haga su aparición, lo reconoceremos. Diremos Ecce Homo.

Fuente: http://www.avgi.gr/NavigateActiongo.action?articleID=437331