La asamblea del municipio de Bolivia, la última celebrada por la UJC en la provincia de Ciego de Ávila con vistas al IX Congreso, sintió un estremecimiento, cuando un delegado ponía el dedo en la llaga. Yudel Borges Vizcaíno, de la UBPC El Mamey, contaba que cuando conversaban con los muchachos sobre el ingreso a […]
La asamblea del municipio de Bolivia, la última celebrada por la UJC en la provincia de Ciego de Ávila con vistas al IX Congreso, sintió un estremecimiento, cuando un delegado ponía el dedo en la llaga.
Yudel Borges Vizcaíno, de la UBPC El Mamey, contaba que cuando conversaban con los muchachos sobre el ingreso a la organización, algunos jóvenes no militantes habían alegado: «¿Para qué ser de la Juventud si lo único que se hace es un trabajo voluntario, reunirse un rato y entregar la cotización?».
Pudieran buscarse muchos matices a esa situación -como a otras muy similares del país-, pero lo cierto es que aún debe superarse el funcionamiento formal y hay que lanzarse de lleno a las preocupaciones de la juventud, sea militante o no.
Lo urgente es que en un municipio agrícola como el de Bolivia solo existen 18 militantes y cuatro comités de base dentro de ese sector productivo. Cierto es que el universo juvenil decrece. Sin embargo, la situación particular de esa UBPC es reflejo de lo que sucede en otras esferas de la vida en el territorio.
«Hay que cambiar los enfoques; el sentido de la Juventud no puede ser recoger la cotización y despachar las actas; ni tampoco sus reuniones pueden ser fáciles. La UJC no es una organización para facilidades, sino para enfrentar situaciones difíciles», aseveró Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Comité Provincial del Partido.
El análisis en la asamblea fue directo. No ingresan jóvenes porque la organización actúa con formalidad; al no crecer ni funcionar, tampoco emergen dirigentes capaces, y al no sobresalir líderes se pierde capacidad de conducción; y así, de nuevo, se cae en el funcionamiento aparente: entrego el acta y la cotización y luego imagino que existo.
Lo interesante, al juzgar por otros detalles emergidos en la reunión, es que el «burocratismo» aparece en colectivos donde existen resultados y los mejores trabajadores son los militantes de la UJC y con disposición a cambiar las cosas.
Walfrido Peña, secretario general del comité de base de la granja Vietnam, y Yohandry Quintana Mursulí, militante de un lote cañero, explicaban las acciones por mejorar la productividad en sus entidades y propiciar un espacio a la juventud. Ellos ponían el ejemplo de trabajos voluntarios en momentos de necesidad y torneos de pelota con jóvenes no militantes; pero también se reconoció que las acciones no podían quedarse ahí.
Hailer Montalvo Pupo, primer secretario del Comité Municipal de la UJC y reelegido en el cargo, reconocía, ante las preguntas del Primer Secretario del Partido en la provincia, que la UJC en Bolivia debe acercarse más a los jóvenes desvinculados y se necesita algo a lo que se exhorta con mucha facilidad, aunque se vuelve difícil de hacer: el trabajo hombre a hombre.
Yudel Borges Vizcaíno, de la UBPC El Mamey, expresó que la Juventud debe reclamar para sí las tareas más vitales en una comunidad, aunque a veces falta la verdadera integración entre los organismos, y puso el ejemplo de cómo los jóvenes no han podido construir un ranchón para la comunidad. Se alegan los clavos que Comercio no puso. También, como reconoció Yudel, se necesita una mayor acometividad de los militantes para reclamar esa tarea. El Primer Secretario del Partido en la provincia preguntó: «¿Y si te ponen los recursos, tú y los jóvenes, militantes o no, lo construyen?». «Aunque nos den alambre para hacerlo, lo armamos», respondió Yudel. Y Tapia le dijo: «Pues el 4 de abril tiene que estar. Allí tienen que festejar el aniversario de la Juventud».
TODOS LOS JÓVENES PUEDEN APORTAR
El aporte a la economía del país no se realiza únicamente desde la agricultura, y todos los jóvenes pueden contribuir a ello con el ahorro de recursos en cada uno de sus centros de trabajo o de estudio, al evitar el despilfarro e insistir en el cuidado de la moderna tecnología instalada en diversos sectores de la sociedad.
Así expresó José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la asamblea de balance de la UJC en el municipio de Pinar del Río, que se destacó por los reflexivos debates sobre el funcionamiento en un territorio en el que se concentran las principales instituciones y entidades de la provincia, en las que la organización juvenil debe hacerse sentir más y aumentar su combatividad.
Machado Ventura destacó que no basta que la organización asista a los consejos de dirección, sino que debe estar presente en otras instituciones y espacios de la sociedad.
El 70 por ciento del crecimiento de las filas de la UJC en este territorio es con estudiantes, situación que debe ser revertida, pues se necesita que en los centros productivos esté presente la organización política para convocar y vincular a todos los jóvenes en las diferentes tareas.
Acerca de la continuidad de estudios se enfatizó en la importancia de explicar la necesidad de formar obreros y técnicos en ramas que demandan de esas fuerzas, para lo cual es preciso que todos los politécnicos tengan los mismos resultados que el Tranquilino Sandalio de Noda, centro de referencia en diversos aspectos.
Armando Núñez Ortega, militante de la UJC del Grupo Empresarial de Comercio, refirió que en las diferentes unidades de este sector debe explicarse lo que significa la rebaja de una libra de azúcar por miles de personas al año, lo cual se revierte en otros sectores que mantienen gratuitamente costosos servicios en el área de salud.
Acerca de la higiene y limpieza de la ciudad, Caridad Díaz Martínez, secretaria del comité de base de la Dirección Provincial de Comunales, enfatizó en la importancia de aumentar el trabajo de educación ambiental desde edades tempranas y habló de iniciativas con la participación de los jóvenes en la recogida de desechos mediante diferentes medios, como carretas y coches de caballo.
Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria de la UJC en el país, destacó el papel de la política de cuadros y del trabajo con la reserva para el logro de un mejor funcionamiento.
Puso el ejemplo de la fábrica de conservas y vegetales La Conchita, en la que después de una crítica asamblea abierta con todos los jóvenes ha ocurrido una transformación positiva en el trabajo de la organización, que tuvo como base las opiniones expresadas en ese debate.
Gladys Martínez Verdecia, primera secretaria del Partido en la provincia, precisó que hay que cambiar el panorama de los militantes de la UJC que no hacen vida activa en la organización.
La defensa de la nación, el ahorro, la sustitución de importaciones y el conocimiento de la Historia de Cuba fueron temas abordados en las conclusiones por Fidel Posada Maqueira, primer secretario del Partido en el municipio, quien puntualizó que las jóvenes generaciones sabrán ser continuadoras de la obra iniciada en 1959.
En el encuentro fue ratificado en el cargo de primer secretario en el municipio José Abel Palacios Díaz.
EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
La UJC en el municipio industrial de Nuevitas, Camagüey, no ajena al escenario fabril apreciable en esta norteña ciudad, debatió profundamente en su asamblea el protagonismo que debe librar la organización juvenil para alcanzar mejores resultados en la eficiencia económica.
Los cerca de 230 delegados en esta cita dieron justo en la diana del problema, al referir que no puede existir una estructura de base que no asuma en su reunión del mes, como temas principales, la eficiencia económica y la calidad de la producción de los centros fabriles.
Acerca de este tema se coincidió en que la vanguardia comunista tiene la responsabilidad de parecerse a su entorno, más si pertenece justamente a una de las unidades productivas, algunas incluso con relevancia nacional.
Juan Miguel González, secretario general del comité de base de la Salina del Real, no admitió excusas en cuanto a la necesidad de que cada joven debe estar al día en materia de los principales acontecimientos económicos de su institución o puesto de trabajo.
«Hay que ser sistemáticos en la base y miembros activos de todas las discusiones y decisiones que se tomen y ejecuten en nuestros centros de trabajo. Es también responsabilidad de la UJC que nuestras empresas funcionen como lo exige el momento que vive el país».
A tono con lo anterior, Edel Carmenates Ramírez, subdirector asistente del Hotel Oasis Brisas, del Polo Turístico Santa Lucía, subrayó que aún existen reservas en la búsqueda de mejores indicadores económicos.
«La eficiencia no es cosa de una reunión, sino del día a día. La orientación y la preparación del joven para asumir nuevas tareas y escenarios, como en el sector del turismo cuando llega la temporada baja, tiene que verse dinámicamente, donde prevalezca el argumento objetivo y no la improvisación».
Jorge Enrique Sutil Sarabia, primer secretario de la UJC en la provincia, señaló: «Hay que buscar la eficiencia en todos los trabajadores que se reinsertan durante este período, porque mientras se les paga el 60 por ciento del salario, hay que reflexionar acerca de cuánto invirtió el país en formarlos como técnicos de nivel medio e incluso a algunos como profesionales.
Ernesto Corvo Vizcaíno, segundo secretario de la UJC Nacional, acentuó que es responsabilidad de la organización influir en el joven de manera que este vuelque su accionar en todo su entorno: «Hay que preguntarse cómo influimos no solo en el militante, sino en nuestro universo juvenil. Y esta es una interrogante que merece toda la atención de las estructuras de base, municipales y provinciales».
Julio César García Rodríguez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en este territorio, comentó que la prioridad de la UJC en Nuevitas consiste en confrontar diariamente la disciplina tecnológica de las empresas, las normas técnicas y el ahorro de todos los recursos, para lograr eficiencia y calidad.