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Agricultura suburbana

Fuentes: Bohemia

Abrazo productivo a la ciudad En la periferia de la ciudad de Camagüey, avanza un programa integral para incrementar la obtención de alimentos, que se ha convertido en ejemplo para otros territorios En medio de la terraza donde nos encontramos, un racimo de platanitos manzanos invita a probarlos. También se disputan la primacía tentadora, cocos, […]

Abrazo productivo a la ciudad

En la periferia de la ciudad de Camagüey, avanza un programa integral para incrementar la obtención de alimentos, que se ha convertido en ejemplo para otros territorios

En medio de la terraza donde nos encontramos, un racimo de platanitos manzanos invita a probarlos. También se disputan la primacía tentadora, cocos, melones y el dulce especial de la casa, una natilla hecha con leche del ordeño de esa mañana, cubierta de caramelo. 

En la finca La Encantada, ubicada en los alrededores de la ciudad de Camagüey, todo es armonía. Sus propietarios son Gladys Rodríguez y Oscar Torres, un matrimonio que entrega al Estado leche de vaca, carne porcina, y se inicia en la cría de toros.

Estos socios de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Antonio Echeverría cuentan que están integrados al programa de agricultura suburbana y han ampliado sus producciones gracias a la tierra recibida en usufructo, que ya tienen limpia de marabú y cercada por cuartones. En ella han plantado caña, king grass y pangola, para asegurar el alimento del rebaño vacuno y el guarapo que dan a los cerdos.

Al ganado mayor estarán dedicadas más de 39 mil hectáreas de tierra, que representan 61 por ciento de las fincas planificadas para el llamado cinturón productivo de la ciudad agramontina. Les siguen en número las 456 fincas para cultivos varios, con más de cinco mil hectáreas.

Mediante un recorrido por la carretera circunvalante de la urbe provincial, Ángel Peláez Pérez, director de la empresa pecuaria Triángulo 3, muestra los cambios que se están produciendo en el anillo de diez kilómetros que abraza a la ciudad.

Su empresa es una de las que integran el programa de agricultura suburbana, con el objetivo de lograr una mayor oferta de alimentos frescos a la población de la ciudad de Camaguey, procedentes del propio municipio. Este suministro hoy solo cubre la quinta parte de lo consumido, y se debe traer el resto desde otros territorios distantes, con un gran gasto de combustible y merma de los productos.

Peláez llama la atención sobre la recuperación de muchas áreas que en esta franja estuvieron infectadas de marabú, la siembra de pastos y forrajes, el aumento en las entregas de la leche a la industria, además del crecimiento de la masa vacuna -que en toda su empresa llega a más de dos mil cabezas-, así como de las crías de ganado equino y ovino-caprino.

Un tema que le ocupa ahora son los portones de identificación de sus entidades ganaderas tan próximas a la bella ciudad, pues deberán tener un diseño común y mejorar aún más el aspecto con hileras de cocoteros en las entradas.

No es un elemento trivial. Constituye parte de la habitual buena imagen que identifica al vaquero camagüeyano, la cual, según Jorge Salas, de la finca Rancho Alegre, en la CCS José Antonio Echeverría, está llena de pinceladas propias y hasta excluyentes: «Nosotros no concebimos vernos con zapatillas deportivas y gorra, ni acarreando las reses en una bicicleta».

Proyección a corto plazo

Darío Batista García, subdirector de cultivos varios y responsable del proyecto de agricultura suburbana en Camagüey, expone a los reporteros de BOHEMIA los detalles del programa.

Un total de mil 419 fincas han sido previstas hasta el 2015 -puntualiza-. El programa de agricultura suburbana va paso a paso: luego de declarar listas 75 fincas en 2009, en los cuatro años siguientes el esfuerzo será mayor, con mil 91; y entre 2014 y 2015, las 248 restantes.

Las fincas constituyen la célula fundamental en el proceso, ya que está demostrado el alto sentimiento de pertenencia y de productividad que caracteriza a este tipo de organización productiva. Existirán 144 dentro de 21 entidades estatales; 210, en 17 Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), 45 en ocho Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y mil veinte en 15 CCS.

El dirigente acude a una presentación digital, ya conocida en otras partes del país, como muestra del pormenorizado estudio efectuado. Frente al gráfico del territorio, el cual curiosamente asemeja una tinaja camagüeyana, explica que el proyecto queda integrado por tres zonas de desarrollo: el espacio externo de la ciudad de Camagüey y los aledaños de Altagracia y San Blas.

El área total del proyecto es de casi 65 mil hectáreas, de ella el terreno agrícola constituye un 80 por ciento. En este se habían reconocido como ociosas más de seis mil hectáreas, que ya fueron entregadas a los solicitantes.

Darío insiste en que hay un concepto científico detrás de este trabajo. Han sido consideradas las características químicas, físicas y morfológicas de la tierra, además de las exigencias fisiológicas de las especies que serán plantadas.

Se clasificaron seis grupos de suelos. Los aptos para plátano, otras viandas, hortalizas, granos, y frutales, constituyen un 48 por ciento, mientras que para el resto se determinaron otros usos, fundamentalmente para la cría de animales y la plantación de árboles, aunque en un 17 por ciento de estos también pudieran desarrollarse siembras de arroz, vegetales y otros granos, con ciertos manejos en su utilización.

Por ser la producción de viandas el objetivo fundamental de esta propuesta, fue importante identificar el potencial hídrico de embalses y el subsuelo en el área suburbana.

Administradas por el Ministerio de la Agricultura, existen 34 micropresas. Los recursos explotables de agua subterránea están evaluados solo en la zona al norte de la ciudad de Camagüey (la de mayor perspectiva); por este déficit, hay que cultivar variedades vegetales resistentes a las sequías.

En la actualidad, el área bajo riego representa el ocho por ciento de la dedicada a los cultivos varios, pero existen condiciones de suelo, agua y electricidad para llegar a la mitad de ellas. En la medida en que mejoren las posibilidades económicas del país, pudieran acometerse inversiones en sistemas de riego, circuitos eléctricos y obras hidráulicas con fines agrícolas, las cuales han sido minuciosamente consideradas, concluye el subdirector de cultivos varios de la provincia.

Pensar con luz larga

Las limitaciones económicas actuales de Cuba obligan a maximizar la eficiencia interna en el uso de los recursos. De ahí que entre los productores de la agricultura suburbana en Camagüey resulte indispensable el conocimiento y manejo de técnicas como la tracción animal, el empleo de abonos orgánicos, el control biológico de plagas, entre otras.

Ya está en marcha la capacitación para productores de alimentos en condiciones sostenibles, con la colaboración de la Escuela Provincial de Capacitación, los Institutos de Producción Agrícola (IPA), de Sanidad Vegetal, de Suelo, la Estación Experimental de Pastos y Forrajes, el Laboratorio de Veterinaria, el Instituto de Viandas Tropicales de Camagüey, y agrupaciones como Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA), Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF) y la ANAP.

Para el control biológico de enfermedades y plagas en los cultivos existen tres laboratorios de producción de entomófagos y entomopatógenos con una capacidad limitada. Esto no responde a los requerimientos de protección fitosanitaria de las siembras planificadas, por lo cual urge la organización de otros centros especializados en dicha elaboración.

Aparejado con los resultados del campo, hay que hacer funcionar bien el engranaje de la comercialización, entre otras exigencias. La red de acopio y distribución actual tiene aquí cuatro subcentros, ubicados en Santa Rita, Calle del Medio, Galán Mora y La Yaba. Desde ellos deben partir los suministros a los mercados.

Luego de observar lo que ha ocurrido con el incremento de la producción en otros territorios del país, es necesario tener ojo previsor y fortalecer la comercialización con la creación de puntos de recepción de mercancías cerca de los productores para que estos acarreen hasta allí sus cosechas, y recogerlas de inmediato.

Asimismo, hay que mirar con luz larga el aprovechamiento de los picos productivos y el uso de los residuos de cosechas. De ahí que se piense desde ahora en elaborar conservas.

El territorio cuenta con siete miniindustrias dentro de la agricultura urbana y cuatro a nivel de municipio. Además está la fábrica El Mambí, que prevé duplicar la capacidad de procesamiento de tomate y frutas con nuevas instalaciones. Pero tanto las unidades pequeñas como la fábrica enfrentan una limitante con los envases.

Poner la vianda donde va 

El proyecto de agricultura suburbana ha estudiado la demanda alimentaria de la población del municipio de Camagüey y las necesidades en perspectiva hasta 2015, incluso teniendo en cuenta el crecimiento poblacional. Las producciones de cultivos varios y pecuarias son las que más deberán crecer.

Frente a una máquina de riego en la UBPC de cultivos varios Victoria 2, Jesús González, su administrador, valora que los camagüeyanos pueden ser tan buenos productores de viandas como de ganado. En contra del esquema de criar solamente ganado, se tendrá que ir potenciando poco a poco la cultura de sembrar.

Su tesis la ha puesto a prueba desde que recientemente se ocupara de administrar esta cooperativa que -casi en ruinas durante el pasado año por la ineficiencia y el golpe rematador de los huracanes- ha logrado ir saliendo a flote.

«Lo primero fue el rescate del numeroso grupo de trabajadores que se nos había ido de aquí», dice Jesús, y amplía que el éxodo estuvo originado en la falta de motivación, pues no se lograban las producciones, el marabú campeaba y los salarios disminuían.

«Ahora organizamos las áreas por fincas y el sistema de pago es por resultados. Diversificamos la producción con cerdos, conejos, patos, ceba de toros, acuicultura. Estamos recuperando las áreas de guayaba y pensamos restablecer la miniindustria. En 2009 cumplimos el plan de cosecha y vamos a crecer en 2010.»

Al entusiasmo del administrador de la UBPC se une la reflexión de hacer una agricultura científica: «En esta área del cordón de la ciudad tenemos que ser serios productores de viandas y granos.

Para ello, cada siembra debe tener un expediente tecnológico, contar con gente conocedora al frente, y calcular las posibilidades reales de sacarle más a la tierra. Por ejemplo, con las seis máquinas de riego que recuperaremos el año que viene, podremos rotar nuestros suelos hasta 2,5 veces. Eso dará más producción.»

No muy lejos de aquí se encuentra la granja estatal Victoria 1. Luis Enrique Curró, director de la empresa de cultivos varios del municipio Camagüey, expone que allí están a punto de cosecharse extensas áreas de plátanos, además de boniato, malanga y yuca. 
Idael Bencosme, administrador de la granja, sueña con un salto productivo para el actual año, de no haber contratiempos atmosféricos: «De aquí saldrán rastras de viandas», asegura.

La agricultura suburbana en la ciudad de Camagüey ha incorporado a nuevos productores. Ejemplo del naciente amor por los cultivos es Nicomedes Pérez Rey. Tiene buenos resultados con sus calabazas empaladas y se destaca en el aprovechamiento máximo de la tierra, con tomates y otros cultivos intercalados entre las siembras de guanábana, anón, chirimoya, limón y otros frutales.

Ya se llama a sí mismo campesino. Disfruta con el paisaje, los árboles, ver crecer sus posturas, y sobre todo con poder contribuir a alimentar a los camagüeyanos. «He tenido muchas ocupaciones. Pero la tierra me reclamó, pedí mi pedacito en usufructo y ahora es cuando más feliz y útil me he sentido en mi vida.»

Producir más con menos

La estrategia de potenciar la producción agrícola en las zonas suburbanas de Cuba comenzó en 18 localidades del país, como respuesta al llamado del presidente de los consejos de Estado y de Ministro, general de ejército Raúl Castro, de producir alimentos con el menor uso de combustible y potenciando las iniciativas locales.

Entre las razones que validan este proyecto está acercar al productor las áreas de cultivo, y las cosechas al consumidor: ello permite el empleo más racional del transporte y de la fuerza de trabajo, y garantiza una comercialización más ágil y con calidad.

El aprovechamiento de tierras hasta ahora cubiertas de marabú y otras malezas, ha estado entre las prioridades. Adolfo Rodríguez Nodal, director del Programa Nacional de Agricultura Urbana, ha dicho que la iniciativa consiste en utilizar mejor las zonas aledañas a ciudades y poblados en un radio de dos a diez kilómetros de distancia, muchas hasta ahora improductivas.  A la vez acerca el suministro a esas comunidades, en las cuales reside más del 75 por ciento de los cubanos.

Fuente: http://www.bohemia.cu/2010/03/11/nacionales/agricultura-cubana.html